*Sin
proponérselo, esta pareja hará historia, será la primera en Veracruz en
contraer matrimonio el seis de diciembre en Boca del Río, una lucha que abrirá
las puertas a otras más que seguirían sus pasos.
*Uno
empleado y el otro militante del PAN, ¿hasta dónde sacudirán las conciencias?
Veracruz, Ver. | 19 agosto de 2014
Ana Alicia Osorio
Tribuna Libre.- Dos hombres sonrientes, de traje, con las manos
entrelazadas es la figura que adornará el pastel de bodas de Víctor y Jair, uno
de los primeros avances que tienen para su fiesta, después del amparo que
consiguieron para ser la primera pareja del mismo sexo en contraer matrimonio
en Veracruz.
Víctor llegó en febrero a casa de su novio con un ramo de rosas y un anillo para proponerle matrimonio. Con lágrimas en los ojos, Jair aceptó. En ese momento ninguno imaginó el proceso que deberían pasar para poder realizar su sueño.
Además de los incansables preparativos para organizar una boda, la pareja se enfrentó a un largo proceso legal, al rechazo de algunas personas y a la atención de los medios de comunicación al ser la primera pareja del mismo sexo que se casará el próximo seis de diciembre en el municipio de Boca del Río, luego de que un juzgado federal declaró inconstitucional el artículo 75 del Código Civil que impide estas uniones.
Esta pareja sin proponérselo ha hecho historia y ha abierto las puertas de miles de parejas gay en el estado que ahora podrán unirse legalmente en matrimonio.
Víctor, un joven de 26 años quien prefiere no dar su nombre completo, admite que atraer todas las miradas a su compromiso, le ha traído consecuencias imprevistas e indeseables.
Sin querer abundar en el tema pero con la firme convicción de casarse relata que tiene temor de ser despedido de su trabajo si conocen su preferencia sexual. Nervioso, prefiere no dar más detalles, es su novio quien termina por explicar detalles de su trabajo que luego ambos piden se omitan.
El temor de Víctor es frecuente entre personas homosexuales. Una de cada 10 ha sido despedidas de su trabajo, según la Primera Encuesta sobre Homofobia y Mundo Laboral realizada en 2013 por las organizaciones Enehache, Espolea y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), donde Veracruz fue uno de los estados con mayor participación.
Además la encuesta revela que el 55 por ciento vive prácticamente "en el closet" en el trabajo por temor a represalias y el 35 por ciento sufre discriminación.
A diferencia de Víctor, Jair no ha tenido temor de comentar su sexualidad entre sus compañeros de trabajo. Él labora en el Partido Acción Nacional (PAN) en la corriente de la familia Yunes, que según los expertos es más liberal.
Aunque con sus apenas 29 años está afiliado y milita desde hace nueve en el partido más conservador de México, Jair asegura que no sólo no lo han rechazado sino que además uno de sus compañeros, los ayudó a lograr el amparo que les permitirá que su matrimonio se realice en el estado de donde son originarios.
"No ha sido taaan fácil. Una persona primero me puso cosas por Facebook, fue muy grosera porque supo que era gay y que me iba a casar y eso que ya era evidente ... Luego me pidió disculpas y me borró del Facebook pero quien sabe porque haya sido, igual y le jalaron las orejas. Otros también me dejaron de hablar pero de ellos ya era de esperarse", recuerda indignado.
EL NOVIAZGO
La joven pareja se conoció hace un par de años en
el trabajo de Víctor y al principio no se llevaron muy bien, por eso dejaron de
verse por un tiempo. Después de meses, el tiempo y la tecnología los volvieron
a juntar hasta crear no solamente una buena amistad, sino el inicio de una
sólida relación.
En varias ocasiones hablaron a través del Facebook y quisieron darse una oportunidad de reconsiderar una relación de amistad que al principio rechazaron. Comenzaron a frecuentarse hasta que iniciaron un noviazgo.
"Fue gracioso porque lo conocí en su trabajo y no nos llevamos bien, de hecho peleamos porque me gritó. Cuando lo encontré en Facebook nos hablamos pero así, muy poco y después nos fuimos llevando y mira", recuerda Jair a las risas, con los ojos llenos de ilusión.
Después de algunos meses de relación Víctor le propuso a Jair que se fueran a vivir juntos. Aunque ambos lo consideraron, nunca lo concretaron.
Las visitas no faltaron, aún cuando por el trabajo de Víctor tenían que viajar cerca de dos horas para verse, lo hacían casi cada fin de semana.
Víctor, aunque no le gusta la política, comenzó a acudir a algunos eventos de Acción Nacional ante la petición de su novio donde conoció a algunas personas que después lo ayudarían a concretar su matrimonio.
SÍ
ACEPTO
A los pocos meses, decidió formalizar su propuesta
y en complicidad con su cuñada, la hermana de Jair, mandó a hacer un anillo
especial, grueso y con grecas, con sus nombres en el interior y en el exterior
la tradicional piedra de las sortijas de compromiso.
Víctor estaba nervioso, tenía temor de que Jair le dijera que no. Primero quiso entregarle el anillo el 13 de febrero cuando cumplían meses de novios pero la joya aún no estaba lista. Al final decidió dárselo una tarde normal, cuando no pudo aguantar más.
Jair, un joven delgado, güero con una barba siempre bien rasurada y una chispa en los ojos cada vez que alguien menciona a su novio, recuerda que un día lavaba la ropa de toda la semana "en fachas" y estaba en el patio tendiendo cuando llegó su novio a visitarlo.
-Nos saludamos normal y hasta le pedí que me pasara el jabón que estaba dentro de la casa.
Víctor, con su cuñada de cómplice, fue por algo más que eso. Un ramo de rosas en su mano, preparado para hacer la petición oficial.
El joven delgado, moreno y un poco más alto que Jair se le acercó decidido y comenzó a hincarse. Por un instante, el tiempo se detuvo. Víctor le entregó las flores a Jair y sacó el anillo para ponérselo en la mano mientras le preguntaba: ¿Quieres ser mi esposo?
"Por supuesto que le dije que sí, casi lloro, más bien comencé a llorar. Él también. Fue muy bonito", comenta Jair con la misma emoción que si estuviera viviendo de nuevo ese momento que a ambos les evoca una gran sonrisa que se convierte en carcajada cuando la joya no le quedó a Jair en la mano izquierda, ahora lo porta en la derecha.
¿Qué seguía?, era la pregunta que rondaba la cabeza de ambos, pensaron en solicitar a un juez de otro estado que viniera a realizar la unión civil. Jair le contó a sus compañeros de trabajo, el abogado Jorge Winckler de filiación panista le comentó que podría tramitar un amparo para que la boda fuera realizada por el registro civil de Veracruz.
La joven pareja lo consideró una buena idea y comenzaron el proceso legal asesorados por el abogado. No creyeron que la resolución fuera a generar que los reflectores se centraran en ellos; pero no todo fue miel sobre hojuelas, las repercusiones políticas también llegaron.
LAS TRABAS
Al intentar solicitar una fecha para la boda ante
el registro civil del municipio de Veracruz la respuesta fue la esperada: no se
puede unir a personas del mismo sexo.
El primer amparo llegó, y la respuesta fue que el Registro Civil debía casarlos. Las autoridades civiles se negaron y argumentaron que el artículo 75 del Código Civil de Veracruz sólo permitía las uniones entre personas de diferente sexo (un hombre y una mujer).
Con esos elementos, Víctor y Jair iniciaron el segundo amparo a la par de que comenzaron a planear la boda, confiados en que la respuesta sería positiva.
De nuevo la resolución fue la esperada y el juez federal de distrito dictó que el código civil del estado en materia de matrimonios es inconstitucional porque promueve la discriminación y ordenó al estado de Veracruz, legisladores y los encargados del registro civil realizar la unión.
Unos días después de esta resolución, el diputado local Cuauhtémoc Pola, quien también conoce la pareja por los nexos políticos, hizo público el amparo, y la respuesta del juzgado federal.
A pesar de la resolución federal que presentaron Víctor y Jair en el Registro Civil del municipio de Veracruz, los encargados del despacho negaron que tuvieran una fecha disponible en el año por lo que no podrán hacer su boda allí.
"Fue muy extraño porque la encargada del área de matrimonios nos dijo que tenía fechas disponibles para diciembre, dije perfecto porque es cuando queríamos, pero me mandó con el secretario de la directora y él solo decía que no había fechas, pero ni siquiera checó, solo dijo: no hay fechas, no hay fechas ni para noviembre ni diciembre no hay fechas", recuerda Jair.
Acudieron a Boca del Río y la directora del Registro les dijo que ella sí los casaría porque con el documento que llevaban la obligaban a casarlos hubiera fecha o no, por lo que realizarán su unión en ese municipio.
Ahora deberán notificar al Poder Judicial de la Federación la respuesta del Registro Civil del Puerto de Veracruz y que la boda será en Boca del Río.
Para Jorge Winckler y Cuauhtémoc Pola el amparo promovido por la joven pareja sentó un precedente en el tema porque con ello se demostró el error en que se encuentran las leyes.
De acuerdo con Winckler, en caso de así querer realizarlo, el registro civil podría hacer uniones entre personas del mismo sexo basados en este amparo, aunque sea en otro municipio o con otra pareja debido a que es inconstitucional que no lo hagan "sin que siquiera se tengan que poner a trabajar los diputados flojos".
Pola Estrada señaló que además se trata del primero de los cinco amparos necesarios para generar jurisprudencia, con lo cual el Congreso del Estado estaría obligado a modificar el Código Civil, para que el matrimonio pueda ser "entre dos personas" y no, "entre un hombre y una mujer" como está actualmente.
Aunque a Víctor y Jair les alegra el precedente que sentaron, ninguno lo esperaba cuando decidieron realizar el proceso judicial para casarse, por lo que para ambos ha sido una sorpresa las reacciones que ha generado.
"Pues está bien pero no soy tanto de comunidad (salir con personas homosexuales) y Víctor menos (...) solo queríamos casarnos y ya", sentenció Jair.
LA CEREMONIA
El salón donde se realizará la ceremonia ya está
apartado para el 6 de diciembre, entre toda la familia están haciendo los
recuerdos y las compras necesarias para la fiesta donde reunirán a familia,
políticos y amigos.
En la organización no todo ha sido fácil. Algunos de los familiares han rechazado la unión, por ello la pareja se ha visto en la necesidad de cambiar el lugar donde pretendían hacer la fiesta.
"Inicialmente la boda queríamos realizarla en el patio del lugar donde vive sus abuelos pero como uno mis tíos se opone, por temor al qué dirán, preferimos buscar otro salón", señala Jair.
Además, según cuenta la hermana de Jair, la lista
de invitados ha sido depurada por la necesidad de borrar de ella a panistas y
familiares que han mostrado rechazo al matrimonio.
Otra dificultad que han tenido que sortear, es que algunos familiares de Víctor no conocen su preferencia sexual y por lo tanto no saben ni que es novio de Jair, ni que se va a casar y la joven pareja desconoce cuál será la reacción que tengan cuando les den la noticia. Además de que en el trabajo no dirá nada al respecto por el temor a ser despedido.
A pesar de los obstáculos para la boda, que cambiará las leyes y abrirá la puerta a cientos de parejas para poder contraer matrimonio, los planes siguen su curso.
Ambos comenzaron a amueblar la casa donde van a vivir, para después de algunos años tener a un hijo por medio de la adopción o pidiendo a alguien que los apoye por medio del vientre subrogado, para cuidarlo como la familia en la que se convertirán el próximo seis de diciembre cuando se unan legalmente en matrimonio. (http://revistaera.com/)
