México, D.F. | 01 noviembre de 2014
Tribuna Libre.- A 88 años
de la fundación de los Juegos Centroamericanos y del Caribe (JCC), México
vuelve a ser anfitrión por cuarta vez de la justa deportiva y es un orgullo que
ahora se realice en Veracruz, un estado espléndido, maravilloso y siempre
amigo, expresó el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor,
durante la Ceremonia de Abanderamiento de la Delegación Mexicana.
En presencia del presidente Enrique Peña Nieto y el
gobernador Javier Duarte de Ochoa, así como de los 713 atletas seleccionados,
el servidor público federal destacó que México fue uno de los fundadores de los
JCC en 1926, y hoy, esta competencia es una de las más largas tradiciones
deportivas del mundo.
Recordó que en aquella primera ocasión, el
clavadista mexicano Federico Mariscal se destacó por ganar tres medallas de
oro, inaugurando así una larga experiencia de triunfos que suman más de tres
mil preseas.
Gracias a la Reforma Educativa, expresó, el
gobierno ha tenido claro que no puede alcanzarse una formación de calidad con
equidad si no se considera al deporte como una herramienta esencial, pues su
práctica requiere de la constancia para llegar a la excelencia y es clave para
el desarrollo temprano de los niños.
Durante 2013 y 2014, agregó, el Gobierno de la
República ha destinado más de 4 mil millones de pesos para fortalecer la
infraestructura deportiva del país, lo que ha abonado a la cohesión
social y a la actividad física como un modelo de vida cotidiano entre la
población.
“El espíritu de estas competencias subraya el hecho
de que el deporte sirve al desarrollo del hombre, favorece al establecimiento
de una sociedad pacífica y comprometida con la dignidad humana, esta idea ha
sido difundida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (Unesco) que ha considerado que las actividades deportivas
mejoran la salud, pero también enriquecen las relaciones sociales”.
Chuayffet Chemor reconoció a los entrenadores,
equipos técnicos y a los padres de familia por compartir y hacer posible
que los nuevos atletas porten el lábaro patrio y representen dignamente a nuestra
nación en la justa deportiva.
“Ustedes son mujeres y hombres que se niegan a
darse por vencidos, que han hecho de la exigencia y de la dedicación su razón
de ser. Al competir no se olviden de que la victoria se construye paso a paso,
tengan presente que el triunfo se define por la entrega, el temple y el
carácter de quienes desean hacerlo suyo.”