* Audio: los padres admiten culpas * Ricardo
Raphael describe la monstruosidad * Una amenaza directa: Capitaine,
Nautla y el trasiego de droga * El fiscal, arrollado por la
sociedad * El predio y el cementerio clandestino * Aureliano, el ex
rector, y los peludos
Mussio Cárdenas Arellano | 30
marzo de 2016
Tribuna Libre.- Le sobra lodo a
Los Porkys. Y los sepulta. Detona el caso Daphne y asoman fechorías peores:
otras seis jóvenes violadas, una amenaza de muerte, el padre que es “letal” por
ser poderoso, porque es priista, porque fue alcalde de Nautla, porque habría
servido a malosos en el trasiego de droga.
Día clave, el
lunes 28. Marchan por las calles de Veracruz cientos que condenan el ultraje a
la joven Daphne, estudiante del Colegio Rougier, levantada por Los Porkys el 2
de enero de 2015, subida a un automóvil, privada de su libertad, atacada
sexualmente y finalmente violada.
Encabeza la
movilización la abuela de Daphne, concentrando el rechazo a los cuatro
mozalbetes —Jorge Cotaita Cabrales, Enrique Capitaine Marín, Diego Cruz Alonso
y Gerardo Rodríguez Acosta— y la exigencia de que la Fiscalía de Veracruz
determine, 0 meses después de iniciada la investigación, si habrá acción penal
y en su caso la consignación a un juez.
Se difunde en las
redes sociales y se viraliza la protesta, la condena a un fiscal, Luis Ángel
Bravo Contreras, alias “Culín”, que maniobra para no aplicar la ley.
Si se es junior,
si el jet-set es su hábitat, si sus padres son políticos o empresarios, ligados
al poder, cualquier Porky en Veracruz evade la acción de la justicia.
Nada hay como
vivir en el reino de la impunidad y tener la bendición de Javier I, el soberano
de la complicidad, gestor de la justicia para los enemigos y el encubrimiento
para la pandilla feliz.
Día terrible para
Los Porkys de Costa de Oro y sus familias pues a sus maniobras para enlodar a
Daphne, imputarle que ella “quería seguir la fiesta”, que llegó a su casa “con
los calzones en la mano”, infamia pura que hicieron circular en las redes
sociales, le responde el padre de la joven, Javier Fernández, con la difusión
de tres audios y videos en que evidencia la responsabilidad de los cuatro
jóvenes en la violación, y la tácita aceptación de ese delito en voz de sus
padres.
Qué ojete el
“Culín”. Pregona que aún investiga si Los Porkys tienen culpa y los Papaporkys
ya lloran y se disculpan por los excesos de los rufianes.
Cita el contenido
de un primer audio, el diario Notiver, en la columna “Pa’l Café”. Admiten los
padres que hubo agresión, que uno de los jóvenes, Enrique Capitaine, fue el
violador directo, que uno de ellos “no la tocó”, pero fue cómplice porque vio,
dejó actuar y calló.
Refiere el
rotativo las frases que incriminan y su intento por aplacar al padre de Daphne.
Invoca el audio en
que se menciona a Héctor Cruz y Gabriela Alonso, padres de Diego; a Jorge
Cotaita y Alicia Cabrales, padres de Jorge; Felipe Capitaine y Jacky Marín,
padres de Enrique, y a Gerardo Rodriguez y Rocío Acosta, padres de Gerardo.
“Piensa en el
desprestigio de tu hija, y también en el de nuestros hijos, desgraciadamente,
en una escuela como el Rougier ¿te imaginas el desprestigio? (Gabriela
Alonso)”. “Yo en particular estoy en shock, no lo puedo creer que haya
actuado así, ya ahorita entiendo que no es así, pero entiéndeme que como madre,
o sea ¿cómo puedo entender el monstruo que se está armando?... Imagínate la
decepción que tengo, yo convivo con él. Mi hija tiene 17 años y está en el ojo
del huracán. Para mí ha sido algo terrible. No tengo palabras pero quiero que
me entiendan. Tú tratas a Jorge… es ese monstruo que me da una cara y es otra.…
Es eso que me tiene loca. Se los juro, me tiene loca (Alicia Cabrales)”.
Otro de los
padres, Héctor Cruz, dice:
“Uno como hombre
es más fuerte aguanta más, las mujeres son más susceptibles, ella saliendo de
aquí se pone a llorar…. Habría que ver la manera de restaurar esto, de darle
‘una resanadita’. Sabemos bien bien ya como estuvo todo el asunto. Escarbarle
por ahí está más cañón. (El padre de la chica le cuestiona que a qué se refiere
específicamente) No soy yo nadie para decir nada… Voy a castigar a mi
hijo. ¿Cómo lo voy a castigar? Le quitas el celular, de alguna manera le va a
servir, porque le va a costar, te juro que le va a costar… El daño mayor es a
tu hija, y menor a los nuestros”.
Ricardo Fernández,
amigo del padre de Daphne, refiere:
“Antes llegaba la
maestra y le decía al papá, y olvídalo te iba como en feria. Ahora te habla la
maestra de tu hijo y pobre de la maestra”.
Otra de las
madres, Rocío Acosta, agrega:
“Y más tonta me
quedo ahorita que me dices que no era ni novio de tu hija”.
Del principal
agresor, dice el padre de Daphne:
“Pero hay una niña
que también iba en el Rougier, muy amiga de mi hija, a la que golpeaba (…)
Dejaron de ser amigas por él. De hecho, en algún momento del proceso
terapéutico, pensaba que había sido venganza. ¿Por qué? Porque ella le decía:
no seas tonta, no te dejes, te trata mal, anda con otras niñas”.
Enrique Capitaine
fue el más agresivo, el actor de la violación, pero participaron todos, refiere
el padre de la víctima. “Participaron, manosearon, metieron mano, maltrataron”.
Le pregunta Gabriela Alonso si eso lo hicieron todos. “Todos —le responde—. En
particular Diego y Jorge”.
La madre de
Gerardo Rodríguez admite que su hijo le reveló que no tocó a la joven, pero
reconoce que hay complicidad.
“Asumo que mi hijo
actuó mal porque tanto peca el que mata a la vaca como el que le agarra la
pata”. “Yo ya no me voy a poner a defender a mi hijo, siento mucho lo que tu
hija está pasando… Una tontería, un momento, no sé qué les pasó por la cabeza”.
Y la frase que
mata a Los Porkys:
“Pues sí,
ocurrió”.
Hay otra reunión,
la del video. Habla un amigo de ambas partes, Ricardo Fernández. Es el
mediador. Habla y en cierto momento tercia el padre de Daphne. Dice Notiver:
“La noche del 2 y
3 de enero, de viernes para sábado Enrique violó a la hija de Javier en tu
casa”, dice Ricardo Fernández. “No… la violaron todos” corrige el papá de
la joven Javier Fernández y continúa: “Solo les pedí tres cosas, no los voy a
dejar hablar, ya he aguantado mucho, no tienen idea, que te digan yo no
quería, no vamos a cuestionar si pasó… hay evidencias suficientes que sí
ocurrió… Les pido una disculpa para ella, aunque hubiera sido consensuado
que no lo fue y ya está comprobado, ella es menor de edad y tú no (le dice a
Enrique Capitaine) ella no quería. Dos ,que donde ella esté no se le
acerquen, porque ha tenido la mala suerte de topárselos y va se encierra en el
baño a llorar. Y tres, un proceso terapéutico (al que se habrían de someter Los
Porkys), no les he pedido nada más porque nada regresa su sonrisa”.
Retrata el padre
de la joven el infierno que viven. Revela la depresión de Daphne, su abandono,
el esfuerzo por levantarla, sus caídas, la pérdida del deseo de vivir.
“El problema es
cuando te duele, en la carne, en el corazón. Lo que me ha robado el sueño en
los últimos meses es ver una mirada vacía, es ver una niña que se quiere morir.
Lo ha intentado y lo ha dicho. Va todos los días a terapia. Toda la familia
está destrozada. Vamos todos a terapia. Ha colapsado en la escuela; cada vez
que ve a tu hija, colapsa, porque la relaciona”.
Quieren
justificarse los padres de Los Porkys. Son atajados.
“Hay seis niñas
víctimas de abuso”, le dice Javier Fernández a Enrique Capitaine. Otra versión
habla de ocho jóvenes violadas.
“Es tan grave el
asunto de que se comporten de esa manera individuos como tú, que en la junta se
tocó como ‘varias niñas’. Se habla de más de seis que han sufrido y que han
hablado. Aparte las que no han dicho nada”.
Deja mudos a los
padres de Los Porkys. Son seis jovencitas que pasaron —y pasan— por el infierno
de Daphne, ultrajadas, abusada, burladas.
Hay una comisión
de padres del Colegio Rougier, que conocen los casos, que investigan más.
Dice la columna de
Notiver: “los padres de los inculpados lo aceptan”.
Ricardo Raphael,
periodista, escritor y columnista de El Universal, describe en entrevista
radial el nivel de maldad, los alcances siniestros de Los Porkys. Ese día
tituló su entrega "Los Porkys del Mirreynato", un análisis
contundente.
Habla de Felipe
Capitaine, padre de Enrique Capitaine, el Porky que violó a la joven Daphne.
Fue alcalde de
Nautla, municipio en el norte de Veracruz, cercano a Tamaulipas, por donde se
realiza un intenso trasiego de droga.
Es parte de esa
mafia, dice Ricardo Raphael y anuncia que en su próxima columna en El Universal
dará mayor información en torno a Felipe Capitaine.
Llama la atención
en un detalle: el ex alcalde de Nautla ofreció que castigaría a su hijo. Fue
falso. Lo premió. Sostiene Ricardo Raphael que se fueron dos semanas a Las
Vegas y que las fotografías de ese viaje fueron subidas a las redes sociales.
“Ese es el castigo
que Felipe Capitaine prometió al padre de Daphne. En la casa no hay
consecuencias”, agrega.
Destaca que el
Colegio Rougier llamó a los padres de la víctima. Abordó el caso. Mostró
fotografías de los jóvenes en los antros y luego explicó que por eso ocurre la
violación.
Luego vendría la
andanada en redes sociales masacrando a Daphne y a su familia. Basta con
revisar Facebook y constatarlo. “Están decididos a destruir su reputación, su
familia, incluso diciendo que esto es una artimaña política en época electoral.
Hay una sociedad que a partir del silencio, protege a estos delincuentes”.
Del gobierno de
Javier Duarte, su complicidad, sus enredos con quien delinque, expresa Ricardo
Raphael:
“El estado es
incapaz de reaccionar. Está cooptado. ¿Por qué el fiscal y el gobernador no
están dispuestos a reaccionar frente a esta presión social? Es presumible que
el poder de Felipe Capitaine vaya más allá de lo admisible”.
Fue alcalde de
Nautla. De ahí el trasiego de drogas hacia Tamaulipas y Texas “es moneda de uso
corriente”, dice. “Tiene tanto poder que ha logrado que el gobierno del estado
se alinee a favor del presunto violador. O sea, un estado cooptado por estos
intereses que consolida el contexto de impunidad”.
Felipe Capitaine
Rivera, agrega el escritor, “ha sido acusado de estar metido en trasiego, en
protección al narcotráfico (…) Quienes conocen la zona admiten que Capitaine
tiene negocios que no son de lo más limpio”.
Agrega:
“El tema de esta
reputación mafiosa de Capitaine juega en la órbita de los otros papás. Cuando
los otros papás hablan con Javier Fernández, uno de ellos le dice a Fernández:
‘Te vas a meter con alguien que puede ser letal para tu vida y la de tu
familia’. La palabra es esa: letal. Y claro, por eso los demás están guardando
el silencio y protegiendo al violador final”.
Ricardo Raphael
enfatiza sobre la palabra “letal” y lo liga con el trasiego de droga en Nautla,
con el potencial económico del ex alcalde, con sus relaciones con el crimen
organizado. Y vuelve a insistir en que habrá de abundar en Felipe Capitaine.
“¿Por qué el resto
de los muchachos, Cotaita, Cruz, deciden no hablar. Incluso cierran filas con
Capitaine? Muy probablemente por esta frase de Héctor Cruz: ‘Este hombre puede
ser letal para ti’. ¿Y qué quiere decir letal? Está metido en cosas oscuras. Es
parte de la mafia. Es parte de este sistema que liga al narcotráfico con
políticos. Si nos enfrentamos a este hombre a partir de la violación de tu
hija, esto va a ser letal para todos. Este caso dibuja un espectro mucho más
amplio que la impunidad que está enfrentando Daphne”.
Y ofrece Ricardo
Raphael que la estrella de su próxima columna será Felipe Capitaine.
Día funesto para
Los Porkys. Ni el fiscal Luis Ángel Bravo los pudo cubrir. Apabullado por la
presión social, por los medios de comunicación, por el momento electoral,
acudió a su conferencia de prensa y ofreció que en breve consignará el caso.
Lo atrapa el
escándalo. Lo hace trizas la sociedad. No acoge a la justicia. Acuerpa a la
impunidad, mientras hay protestas en las calles y en las redes sociales,
sentenciados moralmente ya Los Porkys y evidenciado, una vez más, el
desgobierno de Javier Duarte.
Quizá pronto las
otras seis jóvenes violadas se decidan a hablar.
Archivo muerto
¿Qué es tan
preciado en Zona Dorada? ¿Qué le disputan José Antonio González Anaya-Alfredo
Ramón de Diego a Inocente Armas y a la familia Vidal? ¿El predio en zona
privilegiada, de la avenida Universidad al malecón de Coatzacoalcos, de uso
turístico, propio para una plaza comercial o para un desarrollo habitacional de
lujo? ¿O son los cadáveres que yacen en el subsuelo? Cuentan los que saben, los
antiguos, que era ese el cementerio clandestino de un siniestro jefe policíaco
apodado Mano Negra, en los años 60. Era el destino de malandros que desoían la
advertencia del policía, que reincidían y que se convertían en un cáncer
social. En diligencias judiciales, fueron halladas dos osamentas pero nadie lo
consignó. Hay fosas clandestinas. Hay una leyenda de muerte. Vaya con lo que
nos permitió saber el matacoyotes González Anaya, hoy director de Pemex, y su
encuerdador Ramón de Diego en su afán de agenciarse un predio cuyo litigio aún
no concluye. Ojo: la Suprema Corte de Justicia de la Nación aún no envía el
expediente al Tribunal Superior de Justicia. Ostentarse como dueño es ilegal y
ordenar que una empresa devaste dunas, peor… Por cierto, un trío, el de los
Pantera, fue siempre bien recordado por el ex rector de la Universidad
Veracruzana, Aureliano Hernández Palacios, de finas maneras, en su mente El
Gato Hillman, el Peludo Ramón y Montes de Oca, como les llamaba…