* Su
vínculo con el jet-set * El encubrimiento
del duartismo * Áreas verdes para el
H * La policía lo cuidaba * Pepe Chagra amaga a Sayda Chiñas * La amenaza
* Periodistas son informantes del crimen organizado: Yunes * Claudia González renuncia a Morena * Describe la violación a estatutos * Secuestran a nieto de Wade
Mussio Cárdenas
Arellano | 05 Julio de 2017
Tribuna Libre.- Temido y poderoso, Hernán Martínez Zavaleta,
alias El H, usó a los Chagra para ingresar al jet-set, y al falso general
Arturo Bermúdez Zurita, el capo del Cártel de Duarte, para operar sin reserva,
traficando o secuestrando, con el aparato de seguridad bajo su control.
“Cómo negarse a que sea tu inquilino”, se
excusaban los Chagra —Roberto y José Antonio— al saberse que en el edificio de
Lázaro Cárdenas, cerca del malecón de Coatzacoalcos, ya ocupaba el H dos pisos
en que instaló su gimnasio VIP, Golden Bull.
“Cómo decirle no”, acusaban para justificar
su docilidad al jefe regional de Los Zetas en el sur de Veracruz y más allá.
Y tampoco le replicaron cuando la convivencia
se volvió fraternidad, lo mismo en el Once Once, el antro que sólo duró dos
meses pues otro miembro de Los Zetas, Julio César Rodríguez Briones, alias El
Caballero o El Moto, se emancipó, desató una oleada de secuestros, asesinó,
dejando en el cuerpo de una de sus víctimas, Luis Lazcano, un mensaje,
sentenciando a muerte al Comandante H y a sus amigos los Chagra.
Corrieron todos. Unos Chagra volaron a la
Ciudad de México, otros a Puebla, mientras el poderoso Hernán Martínez se
perdía en la penumbra de la ley.
Volvieron una vez que El Caballero fue
ejecutado, reiniciando los Chagra su romance con el narco más solapado del
duartismo y del gobierno federal.
Visible el nexo, las fotografías en que El H
y Roberto Chagra muestran el puño, la gráfica en que arranca Golden Bull; la
estampa que engloba a Mariana “La Barbie” Juárez, campeona mundial de boxeo y sex
simbol; con el marcelista Víctor Rodríguez a su lado; con el transportista
PAN-PRD, Ramón Ortiz Cisneros; con la empresaria Lucy Ruiz Novelo; con el
empresario restaurantero David Arreola Sam, que en plena crisis económica
levanta el nuevo edificio de cuatro plantas, a todo lujo.
Días después, el recato se volvió impudicia.
A los Chagra se les veía a sus anchas en la órbita del Comandante H, en
partidos de futbol de los Delfines, filial de los Tiburones Rojos que preside
Roberto Chagra Nacif. Y con ellos el candidato del PAN-PRD a la alcaldía de
Coatzacoalcos.
Sabríase entonces que la mancuerna Chagra-El
H marchaba en dos sentidos: el narco conquistando al jet-set y a quienes no lo
son pero les sobra el dinero, los viejos y los nuevos ricos, los que en sus
charlas remataban con el rasposo “arre” y adoptaban acento norteño, y se
pavoneaban proclamando que había click con el matón, y los Chagra imaginando
que con el delincuente a su lado sería menos difícil asaltar el poder.
Inexplorada, hay otra vertiente que marca la
relación Chagra-H. No es la de los antros y los gimnasios, la comida y la
bebida, el primo y la prima.
Hay un punto clave: los terrenos municipales,
áreas verdes que el regidor José Antonio Chagra Nacif —Tony Chana— debía
preservar. Su comisión es la tenencia de la tierra y su obligación es
mantenerlas intocables o recuperarlas.
Pero no lo supo hacer.
En los límites de las colonias Petrolera y
Puerto México, una fracción del área verde es ya propiedad del H y su familia,
sin que el ayuntamiento de Coatzacoalcos hiciera el intento por reclamarla o
revertirla. ¿Qué ediles favorecieron al narco? Y si no hay acuerdo de cabildo,
¿quién violó la ley por omisión al no reclamar los predios a favor del
municipio?
Data del trienio de Iván Hillman Chapoy la
extinción de áreas verdes, vendidas al mejor postor, con acuerdos de cabildo
amañados, sin que hubiera justificación.
En trienio theurelista fue igual. Ahí el
ejecutor fue Federico Lagunes Peña, que arrancara su gestión proclamando la
recuperación de las áreas verdes y callando una vez que le fue recordado que su
antiguo patrón, Iván Hillman, fue el iniciador del despojo.
Hoy Federico Lagunes Peña, alias Pulgoso, es
consejero y asesor de Roberto y José Antonio Chagra Nacif, de Beba Chagra, la
prima a quien el H tiene en el mejor ánimo.
Frente al domicilio de Delia Martínez
Zavaleta, hermana del H, y su esposo Osiris, se construyó una cafetería, un
local comercial y hay obra en curso. Y es área verde.
Otros datos de la ficha técnica emitida por
la Secretaría de Seguridad Pública de Tabasco, revelan que El Comandante H
gozaba de redes de complicidad y de información entre las estructuras
policíacas, incluso federales.
Refiere un hecho ocurrido cuando Los Zetas
eran aún el brazo armado del Cártel del Golfo, bajo la directriz de Osiel
Cárdenas Guillén.
“El 11 de agosto de 2006, un juez federal
decretó una sentencia de más de 28 años de prisión contra el ex agente de la
Policía Federal preventiva (PFP), José Ángel Torres Uscanga, quien fue detenido
en diciembre de 2001, en Coatzacoalcos, Veracruz, también fue acusado de
pertenecer a una red de servidores públicos que operaba para el narcotraficante
Osiel Cárdenas Guillén, ya que entregaba al cartel información sobre los
operativos que alistaba la PFP contra el grupo delictivo, para evitar la
detención de sus integrantes.
“De acuerdo con la PGR, el ex Policía Federal
pertenecía a una célula de narcotráfico que operaba en Veracruz, liderada por
Andrés Alberto Rangel Sánchez, alias ‘El Chilango’, quien se dedicaba al
tráfico de cocaína para el Cártel del Golfo; también se le imputa el haber
fungido incluso como secretario particular del también narcotraficante Hernán
Martínez Zavaleta”.
Sin elementos policíacos a su lado, un capo
no es efectivo. De ahí que Hernán Martínez reclutara a Juan Adiel “N”, ex
comandante ministerial que realizara funciones para el gobierno duartista en la
región de San Andrés Tuxtla.
Tercero en la cadena de mando, Juan Adiel “N”
fue aprehendido junto con el Comandante H, el 29 de junio, en Tabasco, a manos
de agentes de la Policía Federal.
Juan Adiel es la conexión entre el Comandante
H y los mandos policíacos, en primer lugar el ex secretario de Seguridad
Pública del Veracruz, Arturo Bermúdez Zurita. Y ahí la impunidad en que se
movía el jefe regional de Los Zetas.
Su nombre es Juan Adiel García Lezama y le
apodan “El Primo” o “El Brother” y es el hilo conductor hacia el aparato
judicial duartista, implicado en crímenes y levantones, según versiones que
circulan en fiscalías y tribunales.
De Adiel y El H, dice un texto que circula en
redes sociales, dirigido al gobernador Miguel Ángel Yunes:
“Aquí están los causantes de toda la
violencia que se ha desatado en Coatzacoalcos. Este par son el cerebro que
manda a sus pendejos a realizar secuestros, levantones, extorsiones y toda la
violencia vivida día a día.
“Se codean con políticos, empresarios,
reporteros y hasta Seguridad Pública les brinda seguridad privada a ellos. Si
no cree en esto, puede revisar las cámaras de C4 o las cámaras de seguridad de
sus casas para que vea cómo se pasea la policía cuidándolos. ellos son los que
dieron la orden de la ejecución de la familia, así como muchos otros
inocentes”.
Temido, poderoso, intocable, El H fue dueño
del sur, un socialité que se paseaba por la ciudad, que acudía a antros y
restaurantes, que viajaba en avión comercial, delinquiendo y violando la ley
sin miedo a ser llevado ante la justicia.
Su aventura fue única y para los bronces.
Tuvo aliados en la sociedad y en las esferas de poder.
Los Chagra lo vincularon al jet-set.
Bermúdez le dio impunidad.
Archivo muerto
Sayda Chiñas no imputa culpas; las describe.
Cita a Yunes, que punza y provoca, que sostiene que con el líder zeta, Hernán
Martínez Zavaleta, El H, se coludieron empresarios de Coatzacoalcos, sus
prestanombres. Así lo plantea el gobernador. Y reseña la periodista que a la
familia Chagra le clausuran el edificio donde El H instaló su gimnasio VIP, el
Golden Bull, y un restaurant, el Port House, propiedad de Roberto Chagra Nacif.
De la aprehensión del H y las acciones del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares
contra bienes de presuntos prestanombres, Sayda Chiñas simplemente escribió
para La Jornada Veracruz y Por Esto, de los que es corresponsal en
Coatzacoalcos. Es su oficio y lo hace magistral. Luego formuló comentarios en
un grupo de WhatsApp de una estación radiofónica, y minutos después recibió la
amenaza del regidor José Antonio Chagra Nacif de emplazarla judicialmente por
difundir una “calumnia”. Desfasada, la reacción del edil empeora su situación.
Si a alguien debiera reclamarle Tony Chana es a Yunes azul. Él va por los
prestanombres del H, y así lo adelantó. Mientras, Sayda Chiñas, quien es
integrante de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los
Periodistas, ya alertó a la CEAPP y al gremio del que ha sido baluarte en la
defensa de la libertad de expresión y defensora de toda forma de intimidación
por la vía judicial. Sayda no está sola… Agita el avispero Miguel Ángel Yunes
Linares. Al estilo Duarte, acusa que hay periodistas o quienes se llaman
periodistas que sirven al crimen organizado y que habrá acción judicial. Son,
pues, los narcoperiodistas de los que cada gobernador habla sin tapujo y nadie
llega al fondo. “No vamos a permitir de ninguna forma —señala Yunes— que,
escudándose en la calidad de periodistas, sigan colaborando algunos individuos
con la delincuencia organizada”. Agita el avispero Yunes azul y horas después
su fiscal, Jorge Winckler Ortiz, revela que hay carpetas de investigación
abiertas en la Procuraduría General de la República contra quienes se ostentan
como comunicadores y que sirven a la delincuencia organizada. Le responde un
sector del gremio de prensa, acusando que eso es criminalizar periodistas. Le
dice el director de Política Pública de Derechos Humanos de la Secretaría de
Gobernación, Ricardo Sepúlveda Íguiniz, que Yunes está enviando un mensaje de
criminalización al gremio periodístico. Pero reitera que en cualquier caso de
periodistas que sirvan de informantes al crimen organizado, se debe proceder a
investigar ministerialmente. De nuevo, primero el escándalo y luego la
investigación… Habla con filo Claudia González Pardo y se va. Demoledora, su
renuncia a Morena es una disección del pejepartido: sus yerros y trompicones,
la permanente violación a los estatutos, la imposición de candidatos, la
traición a los principios que enarbola el Movimiento de Regeneración Nacional.
Con fecha 1 de julio, la maestra universitaria deja Morena, destazando la tesis
lopezobradorista de la pureza y la salvación, el proyecto de nación que acabará
con la desigualdad, que desterrará la corrupción, que refundará a México como
si en Andrés Manuel López Obrador hubiera reencarnado Benito Juárez. Recrimina
Claudia González el reclutamiento de priistas, panistas, perredistas, petistas
que son el cáncer político de la nación; la desaparición de los comités
municipales de Morena; la creación de instancias de dirección al margen del
estatuto; el errático manejo del líder estatal, Manuel Huerta Ladrón de
Guevara; la necedad de la diputada federal, Rocío Nahle García; la
incongruencia al pregonar la defensa de Pemex y designar un candidato, Víctor
Carranza, con litigios por actos de corrupción en la paraestatal. Remata
Claudia González Pardo con una embestida brutal: “Me alejo de los malos actos y
de la cercanía de gente con fallas morales que me desprestigian; y esto en el
partido Morena de quien pensaba yo que era la esperanza de México, que era
diferente de los demás y que buscaba el cambio verdadero, por resultar una
mentira”. Detalló: “El 20 de noviembre de 2015 en asamblea nacional, yo voté
por Andrés Manuel López Obrador para presidente nacional de Morena, creyendo en
el como un futuro presidente de México,
y por quien desde 2006 estuve votando; de manera personal, le dije que si
quería ganar la presidencia de México en 2018, debía colocar en las 3
dimensiones de gobierno: federal, estatal y municipal, a gente preparada y
honesta, que como mexicanos ya estábamos hartos de la corrupción en México”. Y
reflexiona: “Por lo que veo quiere perder las próximas elecciones de México,
porque ha permitido el ascenso en cargos de elección popular y en la cúpula de
las dirigencias nacionales y estatales, a pura gente con desprestigio,
antecedentes de corrupción y expriistas sobre todo, tachando de infiltrado
militante que defiende sus derechos, cuestiona y no le parecen estas
imposiciones y teniendo al sistema PRIAN dentro de sus filas descaradamente”.
Por último, Claudia González Pardo sentencia: “No oír la verdad por causa de la
soberbia e ignorancia, traerá sus frutos”… De Jorge Hiram Wade Zúñiga nada se
sabe. Fue a un antro, el sábado 1, y no volvió. Horas después, el domingo 2, un
sujeto llamó a su hogar. Habló de Jorge Hiram. Dijo tenerlo en su poder. Exigió
un millón de dólares. Y colgó. Trascendió su secuestro y sacudió a Minatitlán.
Sábese que el plagiado es nieto del líder y mandamás de la Sección 10 del
sindicato petrolero, Jorge Wade González. Polémico, Jorge Wade vive su dolor y
su angustia , quizá sin saber lo que en las redes sociales corre, el escarnio
de los “amigos” y de los tuiteros, los que hasta en la tragedia no dejan de
destilar insania y perversión. Quiera que Jorge Hiram regrese con bien…