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religión debe servir para desaparecer la desigualdad y la pobreza.
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Acudió como invitado a la LXXIX Convocación de la Iglesia de la Luz del Mundo.
Guadalajara, Jal. | 10 agosto de 2017
Tribuna Libre.- Esta mañana, el senador Héctor Yunes Landa
asistió como invitado especial a la LXXIX Convocación de la Iglesia de la Luz
del Mundo. Ahí, ante poco más de medio millón de feligreses que se reúnen cada
año, aseguró que en un Estado laico, “la libertad religiosa y de pensamiento no
debe ser una excusa para dividirnos.”
Dijo que la religión debe estar encaminada a
formar a mejores personas, a construir sociedades que se respeten entre sus
miembros, y que promueven la equidad que sirva a que desaparezcan la
desigualdad y la pobreza. “Es necesario que exista la tolerancia y se respete
la libertad de expresión y de religión como los derechos humanos que son”.
La religión no debe ser nunca una amenaza
para nuestras libertades, por el contrario, debe ser el espacio adecuado para
ejercer nuestro derecho al libre pensamiento, insistió.
Reconoció a la Iglesia de la Luz del Mundo –y
en especial a su apóstol Naasón Joaquín García- como una organización social
con una gran capacidad de convocatoria, bajo una doctrina que se ha convertido
en un referente en todo el mundo. Recordó que esta Iglesia se extiende por más
de 54 países, lo que la convierte en la única organización religiosa surgida en
México con presencia en todos los continentes del planeta.
Este año, la Santa Convocación que se celebra
en la Hermosa Provincia cuenta con la presencia de federaciones de 54 países y
de las 32 entidades federativas del país, entre las que destaca Veracruz con la
mayor delegación de la República.
Acompañado del gobernador de Jalisco,
Aristóteles Sandoval Díaz y del presidente municipal de Guadalajara, Enrique Alfaro Ramírez, Yunes Landa explicó
que México vive una etapa diferente, en la que el Estado no es más un
adversario de la Iglesia. “Por el contrario, representa la responsabilidad de
tutelar esta libertad religiosa que nos permite, como lo hacemos, ejercer
nuestras creencias".
“Quienes están aquí, no sólo comparten su fe,
sino también la esperanza de construir una sociedad mejor, que respete la vida,
que tenga solidaridad con su prójimo y que recupere valores como la verdad y el
respeto. Como ustedes, nosotros también rechazamos la violencia, la inseguridad
y la corrupción”, concluyó.
Al concluir la ceremonia el senador veracruzano
fue uno de los trece invitados del Apóstol Naasón a su mesa en la que participó
en una comida privada y además fue uno de los cuatro oradores ante más de medio
millón de asistentes, entre ellos muchos veracruzanos.