Samuel
Aguirre Ochoa | 25 septiembre de 2017
Tribuna Libre.- Por décadas se ha venido señalando que la
Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesquero (SEDARPA) en Veracruz
no cumple su función; en todas las administraciones se ha criticado a los
funcionarios que la encabezan de no diseñar y poner en práctica una política
agropecuaria cimentada sobre bases científicas, que permita elevar la
producción y la productividad en el campo, de tal suerte que se produzca una
mayor cantidad de productos, a menores costos, y los productores se vuelvan
competitivos en el mercado nacional e internacional; para que puedan vender sus
productos a buen precio y obtener el dinero necesario para sostener a sus
familias. Siempre que se habla y se ha hablado de la SEDARPA se relaciona con
fraudes, estafas y engaños a los campesinos y de que los funcionarios que están
al frente de la misma no tienen el perfil para dirigir un sector tan importante
de la economía veracruzana.
Pudiera pensarse que dichos señalamientos son
ataques infundados, pero la realidad del campo veracruzano confirma en forma
contundente, que en efecto no hay una política agropecuaria que haga productivo
al campo, pues éste se encuentra postrado, descapitalizado, con altos grados de
emigración y la inmensa mayoría de los campesinos en una gran pobreza. A pesar
de que Veracruz cuenta con gran cantidad de riquezas naturales no es
autosuficiente en la producción agropecuaria, por ejemplo, se tienen que
importar alimentos básicos como por ejemplo, maíz, arroz, frijol, leche, trigo,
soya, algodón, nabo y mojarra tilapia.
Un vivo ejemplo de las trapacerías de la
SEDARPA, que hoy encabeza el médico cirujano partero Joaquín Rosendo Guzmán
Avilés, lo están padeciendo los productores de maíz organizados en el
Movimiento Antorchista, quienes desde el inicio de la actual administración
plantearon el programa de semilla y fertilizante subsidiado, que desde hace más
de 14 años han venido desarrollando con resultados exitosos en varias zonas del
estado, que consiste en que el productor aporta el 50% del costo de ambos
insumos y el gobierno el otro 50%. Este asunto, desde el inicio de la
administración se le planteó al gobernador, quien se lo encargó al flamante
Secretario de Gobierno, Rogelio Franco Castán, quien a su vez le habló al
titular de la SEDARPA para que resolviera el problema.
¿Pero qué ha sucedido después de esto? Que se
han llevado a cabo infinidad de reuniones entre los representantes de los
productores y los funcionarios de la SEDARPA, en donde se acordó destinar 3
méndigos millones de pesos para el citado programa de semilla y fertilizante
(digo méndigos, porque es una cantidad ridícula para las necesidades del
campo). Pero para desgracia de los campesinos, se pasó el período de siembra de
temporal y la SEDARPA no aportó lo que le correspondía para la compra de la
semilla, lo que trajo como consecuencia que los campesinos redujeran
drásticamente la superficie sembrada, como por ejemplo en siete municipios
productores de maíz en la zona sur del estado, el año pasado se sembraron 5,700
hectáreas, y en el actual sólo alrededor de 2 mil; hecho que va a repercutir en
la economía de los pequeños productores. Otro ejemplo, es el caso de Villa
Azueta, municipio en el cual los
campesinos van a sembrar más o menos la misma superficie que el año pasado,
pero a costa de endeudarse con las cajas de ahorro.
Derivado de este primer incumplimiento, se
acordó que los 3 millones de pesos pactados se ocuparan para adquirir
fertilizante, pues tal insumo puede
aplicarse después de la siembra. Pero qué
ha sucedido al pasar de los días: que los campesinos ya aportaron la parte que
le corresponde y la SEDARPA no ha cumplido con su parte y, por tanto, la
empresa no ha surtido dicho insumo. Lo peor reside en que ya se pasó también el
período de fertilización, de tal manera que de entregársele de nada serviría a
los campesinos, hecho que se va a reflejar en una menor productividad por
hectárea en detrimento de su economía. Es decir, la SEDARPA de nueva cuenta
engañó a los campesinos.
Otro caso similar a éste, es el de los
productores de plátano de la zona de San Rafael, quienes fueron terriblemente
afectados por el huracán Franklin el pasado 10 de agosto. Aquí la SEDARPA y la
SAGARPA se comprometieron con los productores a pagar el seguro catastrófico y apoyar con un programa de incentivos para la
producción para restablecer las plantaciones,
y a 45 días del desastre, no han cumplido, dejando a los campesinos en
la total indefensión económica.
De aquí debemos concluir que los actuales
funcionarios de la SEDARPA son la misma gata, pero revolcada, que están
haciendo exactamente lo mismo que las anteriores administraciones. Incluso me
atrevo a decir que están peores, porque éstos últimos, los funcionarios
anteriores, ante las exigencias de los campesinos, en algo los apoyaban. Ahora,
aunque los campesinos levanten la voz y exijan lo que por derecho les
corresponde, pues los dineros que están solicitando ya están aprobados en la
Federación, y por ley deben aplicarse, los actuales funcionarios, no lo hacen
así. Sólo se les engaña, se les dan largas, para que se desesperen, dejen de
exigir, y los funcionarios del cambio puedan después, usar el dinero a su
antojo, en sus propios ranchos o apoyando de manera facciosa a las
organizaciones afines al partido político al que pertenecen éstos.
Como ya lo hemos dicho con anterioridad, los
Antorchistas rechazamos estas corruptelas que afectan en forma determinante el
desarrollo del campo y de la producción agropecuaria; que benefician sólo a
unos cuantos, pero que afectan a Veracruz y al país entero, en particular a los
sectores pobres de la población. Denunciamos en forma enérgica el cinismo con
que actúa la gente de la SEDARPA y reiteramos nuestro punto de vista, en el
sentido, de que esta situación sólo se acabará, cuando la mayoría del pueblo
trabajador se organice y haga a un lado a estos gobernantes, verdaderos
caciques que se oponen al progreso social y económico de las mayorías.