Amozoc-Perote,
un asalto en despoblado
Héctor
Yunes Landa | 09 octubre de 2017
Tribuna Libre.- Actualmente, viajar por la autopista
Amozoc-Perote resulta –literalmente- un asalto en despoblado. Las historias
sobre robos con violencia a transportistas, agresiones a autobuses de pasajeros
y automovilistas, homicidios y hasta abusos sexuales se han multiplicado de
manera alarmante, lo que la convierte en una de las carreteras que el ciudadano
paga por transitar por ella, más peligrosas del país.
A pesar del riesgo que representa, se trata
de una autopista estratégica por su alto dinamismo comercial y turístico, ya
que conforma una de las vías rápidas que comunica al Golfo de México con toda la zona central del país.
Desde siempre ha sido un tramo semidesértico
y solitario. No es común que haya mucho tráfico, a pesar de que sin importar el
destino –ya sea México, Querétaro, Pachuca, Puebla o Tlaxcala-, es paso
obligado para quienes viajamos desde o hacia el estado de Veracruz.
Por eso, considerando el afluente vehicular,
la serie de asaltos que se han venido denunciando es mucho más que un acto de
mala suerte. Viajar en este tramo se ha convertido en cosa de días en una
verdadera ruleta rusa.
Y no es casual. Según reportes del Sistema
Nacional de Seguridad Pública, ningún otro delito en el país tuvo un incremento
tan elevado en los primeros cinco meses del año como el robo en carreteras.
Entre enero y mayo de este año, la cifra de
averiguaciones previas por este delito creció en 62.5% respecto al mismo
periodo del año pasado. Del total de robos en carretera denunciados en este
periodo, 86% se cometieron en los estados de Tlaxcala, Puebla, Guerrero,
Veracruz y Oaxaca.
Sin embargo, este delito está aún más
focalizado en Puebla y Tlaxcala donde se reportan seis de cada 10 robos. Entre
los tramos carreteros con el mayor número de asaltos destacan San Martín-Tlaxcala;
la Amozoc-Perote; México-Puebla y la carretera federal Puebla-Tlaxcala.
Los asaltos en carreteras con el "modus
operandi" de arrojar objetos para reventar las llantas y obligar a los
conductores a detenerse no son nuevos. Así hemos conocido historias incluso en
las autopistas del estado de Veracruz. Lo que sí es verdaderamente alarmante es
la violencia y la impunidad con que se están cometiendo estos atracos, en los
que se han visto involucrados ya muchos veracruzanos.
Por esta razón, el jueves pasado presenté un
Punto de Acuerdo ante el Senado de la República para hacer un exhorto a la
Comisión Nacional de Seguridad, a fin de que la Policía Federal, en
coordinación con las autoridades de los estados de Puebla, Tlaxcala y Veracruz,
refuercen la seguridad en el tramo carretero de “Amozoc – Perote”, con el
propósito de combatir la delincuencia organizada y se garantice la protección
oportuna a los usuarios.
Según los relatos, no se trata de
delincuentes ordinarios que se conformen con el botín más común: carteras,
relojes, celulares y dinero en efectivo. Muchas denuncias anónimas –hechas a
través de los medios de comunicación y no siempre ante las autoridades de
justicia- coinciden reiteradamente en la agresión sexual a mujeres y el uso de
armas de fuego contra quienes intentan defenderse.
A pesar de que hay varias teorías al
respecto, no queremos especular sobre quienes pudieran ser los responsables de
estas agresiones físicas y robos con violencia. Es algo que deberán investigar
las autoridades estatales a partir de las denuncias que han sido presentadas
por las víctimas. Nuestro propósito es que se refuerce la seguridad y se
garantice el tránsito de cientos de automovilistas.
Sin duda, este incremento en la actividad
delictiva y violenta, conlleva un impacto negativo en las actividades
económicas y turísticas de la región; cabe mencionar, que, los crímenes que se
han presentado en esta área no están generalizados y se muestran en una zona
determinada, demostrando una clara falta de vigilancia que genera un ambiente
de temor en la población.
No tendríamos espacio suficiente para relatar
cada uno de los eventos que se han sucedido en los últimos meses. Las víctimas
crecen cada día. Debemos estar conscientes que no se trata de estadísticas
sobre incidencia delictiva, sino de personas que han sido agredidas de manera
reiterada. Por eso debemos tomar cartas en el asunto.
Con el propósito de dar seguimiento estrecho
y personal a lo que ha sucedido en este y otros tramos carreteros de nuestro
estado, les proporciono mi correo electrónico hectoryuneslanda@hotmail.com para que, me reporten experiencias pasadas o
recientes de este tipo, y que, en base a esta información que Uds me
proporciones, el área de seguridad nacional defina una estrategia muy
específica para combatir este "asalto en despoblado".
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