* “Era
el Z-1”: Solalinde * Masacres en
Veracruz-Boca del Río * El secuestro de
Aramoni * Expediente Córdoba: todos
implicados * El antifaz de Javier
Duarte * Ahora resulta que merece
piedad * Levantones en Coatza * La Zorra, un zar en CMAS * Basificación de joaquinistas * El cirujano y los amigos del H
Mussio Cárdenas
Arellano | 14 noviembre de 2017
Tribuna Libre.- Hoy, como en 2009, Solalinde llama zeta a
Fidel Herrera. “Era el Z-1”, le dice el prelado al padre del caos y la quiebra
de Veracruz, al tutor de la violencia y el baño de sangre, al que gobernó de la
mano del crimen organizado.
Habla hoy Alejandro Solalinde Guerra, como
ocho años atrás, reiterando que el desastre de seguridad y las víctimas de la
delincuencia, las fosas y los desaparecidos, no es casual y pasa por el ex
gobernador.
“Fidel Herrera era el Z-1”, dice este santo
varón de voz lapidaria y solvencia moral, sacerdote católico, responsable de la
pastoral por la movilidad humana en el Pacífico Sur, que se juega la vida en
cada frase, que se juega la vida en la denuncia, que se juega la vida por el
peso de sus palabras.
Y era más. Estaba Fidel —dice Solalinde—
detrás de los secuestros de migrantes y de las desapariciones. “Y nadie hizo
caso”.
Lo embiste una vez más, cuando al ex
gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, lo implican testimonios de
integrantes de Los Zetas en juicios en Estados Unidos, relacionados con el
lavado de dinero y la relación con gobernadores, el pago de sobornos,
contenidos en el informe de la Clínica de Derechos Humanos de la Facultad de
Derecho de la Universidad de Texas.
Conocido el expediente, Solalinde vuelve a la
carga.
“‘Desde 2009 —precisa— yo dije que Fidel
Herrera Beltrán era el Z-1 en Veracruz; que estaba detrás de los secuestros a
migrantes y de las desapariciones y nadie hizo caso”.
Lo reseña el reportero Miguel Ángel León
Carmona para el portal e-consulta, enfatizando que Solalinde es uno de los
críticos relevantes de Fidel y de su sucesor, Javier Duarte.
El 15 de enero de 2009, señala León Carmona,
Solalinde “responsabilizó a Herrera Beltrán por plagios de personas en la
frontera sur de Veracruz, ello tras la publicación de un informe de la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) la cual advirtió sobre miles de
plagios, que generaban ganancias hasta por 25 millones de dólares.
“Dicho negocio ilícito, dijo el entrevistado,
no se controló en la administración 2004-2010 y fue heredado por la
administración de Javier Duarte, hoy preso por los delitos de delincuencia
organizada y lavado de dinero”.
De la evidencia —el testimonio de un presunto
operador de Los Zetas— habría enterado al Centro de Investigación y Seguridad
Nacional (CISEN). En ella se establecía el vínculo entre Herrera y Duarte con
Los Zetas.
Y advierte que el testigo fue ejecutado.
“Ese testimonio —expresa Solalinde— también
se lo entregué a reporteros de Veracruz y a la CNDH, pero no quisieron hacer
nada. Yo entiendo que la CNDH le tuvo miedo. A los seis meses al testimonio
(testigo) lo mataron. Obviamente no se lo iban a perdonar”.
Otro que conoció de los entresijos de los
migrantes centroamericanos en Veracruz, los secuestros, la responsabilidad del
grupo delincuencial de Los Zetas, fue el ex secretario de Seguridad Pública en
el gobierno calderonista, Genaro García Luna, “quien fue acusado en diversas
ocasiones por tener nexo con Los Zetas”. Y también se abrió.
“Nos vimos en su búnker —cuenta Solalinde— y
yo se lo dije en su cara, que Fidel Herrera Beltrán era ‘El Zeta 1’, que estaba
en lo de los secuestros y también Javier Duarte. ¿Por qué no hicieron nada?,
Genaro García Luna, desgraciadamente, hizo daño a todos, pero sobre todo a los
migrantes”.
Y hoy, como siempre, Fidel finge que combatió
a los Zetas, que los enfrentó y que su gobierno, su policía, cuando pudo, los
frenó. Y que atrás de la descalificación está el gobernador Miguel Ángel Yunes
Linares, movido por la venganza.
Su hijo, el diputado del Partido Verde,
Javier Herrera Borunda, también blande la espada. Acusa que el crimen
organizado entró a Veracruz con el chirinismo, cuando Yunes era secretario de
Gobierno, el poder tras el trono.
Otros medios, entre ellos Reporte Índigo, le
atribuían a Yunes azul la verdadera relación con el narcoempresario Francisco
Colorado Cessa, dueño de ADT Petroservicios, preso en Estados Unidos y
condenado a 20 años de cárcel por lavar dinero de Los Zetas. La “evidencia” es
una fotografía donde Yunes aparece en primer plano y Pancho Colorado en el
plano de atrás, a distancia.
Yunes un día le levantó el brazo a Miguel
Colorado Cessa, notario de Poza Rica, candidato a diputado federal y hermano de
Pancho. Y esa fotografía es letal.
Otro periodista, Ricardo Ravelo, ex reportero
de Proceso, afamado escritor de temas sobre narcotráfico, actual director de la
revista Variopinto, va más allá: Yunes representa el brazo panista de los
zetas.
Describe que en el mandato de Patricio
Chirinos entró el crimen organizado a Veracruz. Uno de los capos era Albino
Quintero Meraz, vecino del ex gobernador Miguel Alemán Velasco en Costa de Oro.
Ni Yunes ni Alemán se percataron ni nadie los enteró que un líder narco residía
en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
“Tanto poder tenía y tan protegido estaba que
incluso llegó a ser un miembro distinguido del Comité de Financiamiento del PRI
en Veracruz en los tiempos de Yunes”, dice Ravelo.
Cita:
“Cuenta Quintero en las declaraciones que
rindió ante la Procuraduría General de la República tras ser detenido que la
droga la pasaban el territorio mexicano a través de Guatemala, luego la
transportaban hacia Tabasco y Veracruz y así los cargamentos terminaban en
Tamaulipas para después ser cruzados a Estados Unidos. Todo con el cobijo
político y policiaco.
“En Minatitlán y Coatzacoalcos el cártel del
Golfo y Los Zetas crearon un enclave importante. Desarrollaron la industria del
secuestro y por primera vez se tuvo conocimiento de que los cárteles ya no solo
operaban con el tráfico de drogas sino que comenzaron a implementar otras
modalidades delictivas: tráfico humano, extorsiones, venta de protección, cobro
de piso a giros negros…”.
Ravelo coincide con Fidel Herrera Beltrán y
su hijo Javier Herrera Borunda:
“La nota refiere que Yunes le declaró a
Carmen Aristegui, cuando conducía el noticiero de MVS, que Fidel Herrera había
recibido recursos de Colorado, que era su amigo y que incluso acudía a su
rancho. (Fidel Herrera rechazó el infundio y dijo que la única vez que vio a
Francisco Colorado fue en una cabalgata organizada en el norte de Veracruz,
donde coincidieron por accidente).
“La nota de Apro añade:
“ ‘No obstante, Yunes tiene relaciones con la
familia Colorado Cessa desde el sexenio de Patricio Chirinos (1992-1998) donde
participó como secretario General de Gobierno’ ”.
Pero la historia implica a Fidel. Y no
absuelve. Con su policía, su aparato judicial, proliferó la impunidad y el
avance de los zetas. Y en esos días la violencia del crimen organizado comenzó
a crecer y crecer hasta volverse brutal.
Del fidelismo son las masacres en la zona
conurbada Veracruz-Boca del Río, Costa de Oro, la tierra que por primera vez
gobernaba Miguel Ángel Yunes Márquez y que llegaría a ser botín de narcos.
Un panista, Francisco Serrano Aramoni,
titular de la Aduana de Veracruz, un día —1 de junio de 2009— fue levantado y
no se volvió a saber de él.
Tiempo después, en un video que circulara en
las redes sociales, tres zetas torturados por un grupo afín a Joaquín El Chapo
Guzmán, revelarían que a Serrano Aramoni lo mataron al día siguiente de su
secuestro.
Y de nuevo la mano del fidelismo. Habrían
participado en el levantón agentes de Tránsito de Estado en el puerto de
Veracruz.
El Expediente Córdoba, divulgado por unos
cuantos medios de Veracruz y ampliamente por Proceso, contiene declaraciones de
integrantes de Los Zetas implicando a jefes policíacos, agentes del Ministerio
Público, policías ministeriales, subprocuradores, magistrados, funcionarios de
gobierno y hasta al abogado preferido de Fidel Herrera, Jorge Reyes Peralta, en
una red de sobornos para que el grupo delincuencial operara a placer.
Y así los seis años en el poder. Y luego el
duartismo, que refrendó sus pactos y la entrega del territorio al crimen
organizado.
De ahí la lápida sobre sus hombros, la de la
complicidad, la de contubernio.
“Era el Z-1”, le dice Solalinde a Fidel y se
cimbra Veracruz.
Archivo muerto
Con antifaz de ladrón, Javier Duarte es el
protagonista del pre informe de Yunes. Con sorna lo exhibe el gobernador de
Veracruz, desatando la furia del duartismo, de sus adversarios, de los
celadores de las buenas costumbres y de un sector de los críticos que ven en
los espectaculares e imágenes que circulan en las redes sociales un exceso
demencial. Javier Duarte en su faceta de vulgar ladrón. Reclama Miguel Ángel
Yunes Linares al ex gobernador como su trofeo. Lo haya traído a México el
gobierno federal, vía la extradición desde Guatemala, el encarcelamiento de JDO
es yunista azul. Fue Miyuli quien le puso el dedo, lo masacró como el
delincuente que es, el títere malogrado de Fidel Herrera Beltrán, su financiero
y cómplice en la bursatilización de la tenencia vehicular, en los créditos
robados, en las cuentas públicas aprobadas por su rebaño en el Congreso de
Veracruz. Y ya siendo gobernador, Duarte mostró la uña, la rapacidad, su
naturaleza corrupta, los alcances para saquear las arcas. Será un exceso de
Yunes mostrarlo con antifaz de delincuente y decir que Karime Macías no merece
abundancia sino que merece la cárcel, pero peor, infinitamente peor, que el
priista Javier Duarte se haya llevado hasta el último peso del erario, vía sus
empresas fantasma, vía las empresas de papel, con el silencio cómplice del PRI,
un Héctor Yunes que no sólo lo dejó hacer sino le llegó a decir “mi jefe
político”, y el resto de la pandilla que lo ayudó a robar. Ahora resulta que
esta lacra merece piedad. Sí, con antifaz y le faltó el traje de reo… Dolor y
angustia en el sur. A un constructor, Fernando “N”, lo levantaron en Bellavista
204 y 16 de Septiembre, en el centro de Coatzacoalcos. A eso de las 19:25,
según reporte del C4, organismo de información y control del gobierno de
Veracruz, cuatro sujetos encapuchados y portando armas largas, a bordo de una
camioneta tipo Takoma, color blanca, lo privaron de su libertad. Exigen 3
millones por su vida. Es hijo de la ex subdirectora de Diario del Istmo. Una
versión difundida por el periódico Noreste, de Poza Rica, señala que el pasado
fin de semana fue devuelto con su familia. Otra señala que sigue en manos de
sus captores. Otro caso, el de Sebastián, joven futbolista que se hallaba en la
cancha 7, frente al periódico Liberal, cuando un comando armado llegó por él.
Lanzaron un disparo al aire, lo tomaron y se lo llevaron. Un caso más, el de
una conductora de la televisora local Olmeca TV, quien apenas se estacionaba
frente al medio de comunicación, en la calle Caracas de la colonia Guadalupe
Victoria, cuando un vehículo se le cerró. Logró echarse de reversa, tratando de
evadirlos. Al ver que estaba cercada, los embistió. Le dispararon uno de los
proyectiles dio en una pierna, pero logró huir para ser atendida en la Cruz
Roja. Y en Las Choapas, el ex tesorero de Renato Tronco, Gustavo Alarcón,
milagrosamente evitó ser secuestrado. Lo perseguía otro auto, y en él los
captores. Le dispararon en diversas ocasiones, dejando los impactos en la
carecería del vehículo Jetta en que se transportaba. Logró llegar a la
comandancia de la Policía Municipal, presuntamente herido. Ahí se resguardó. Y
la violencia no cesa… Le llaman “La Zorra” y es un zar de CAEV en Villa
Allende. Su nombre, Rafael Álvarez, un facilitador de factibilidades, anuencias
para que empresas y pequeños comercios se conecten a la red de agua. Bajo el
amparo de Carlos Vallejos, hoy subdirector Técnico de la Comisión de Agua y
Saneamiento de Coatzacoalcos, “La Zorra” “resolvía” todo: el contenido de las
solicitudes, los detalles de cada obra, el palomeo que permitiera a negocios
como Oxxo y otras tiendas de conveniencia comenzar a operar con un desembolso
mínimo. Ojo: con un pago menor a lo que debía cobrar CMAS o CAEV. Traslucía
Rafael Álvarez la soberbia del que siente que araña el cielo, protegido por sus
bienhechores, según relato cáustico de empleados y obreros. Otro de los que
durante el reinado del Comandante Tony, alias Tony Macías, el suegro incómodo
de Javier Duarte, operó a placer y con impunidad… Mínimo 10 joaquinistas fueron
o serán basificados y sindicalizados en el ayuntamiento de Coatzacoalcos. Entre
ellos hay personal del DIF, de Obras Públicas y del palacio municipal. Los
acoge con agrado el Sindicato Único de Empleados Municipales, o sea Gersaín
Hidalgo Cruz. En la lista —cuyos nombres van a desatar una tormenta— figuran
operadores menores del alcalde Joaquín Caballero Rosiñol. Toda una
contradicción, un contrasentido, una aberración si la memoria no falla. Decenas
de priistas joaquinistas se fueron a la calle dizque para adelgazar la nómina
municipal, para no dejarle una carga al futuro alcalde, Víctor Manuel Carranza
Rosaldo, y tender un puente con Morena que evitara auditorías, persecución,
hurgar en los dineros y en las finanzas. Y a la hora de los privilegios,
decenas se quedaron sin empleo y hasta sin liquidación mientras Caballero y
Gersaín pactaban la basificación de un grupo que se queda en nómina con buen
salario y mejores prestaciones. O sea, tomadura de pelo a Morena. Tomadura de
pelo a quienes se pusieron la camiseta del alcalde. Tomadura de pelo a los que
creyeron que la nómina se iba a adelgazar y en los hechos creció el número de
basificados… ¿Quién es ese cirujano plástico del norte, regio, que opera en
lote, a los Ortiz y a sus amigos, el que en bodega acumula un arsenal de senos
de silicón, nachas protuberantes, caderas, pómulos, barba partida, prótesis
para respingar narices boludas, aguileñas y hasta las tipo moco de pavo?
Cirujano preferido del jet set de Coatzacoalcos, es un as con el bisturí en la
mano, fabricando cinturitas de abeja y vientre plano, a damitas y a macho
menos. Curioso que el regio opere a los Ortiz, los Betos, los Rodríguez. Puro
cuate del H…