José
Miguel Cobián | 25 enero de 2018
Tribuna Libre.- Al día en que usted lea este artículo pensará
que todavía hay posibilidades para cualquiera de los tres candidatos para ganar
la gubernatura del estado, aunque en realidad, al día de hoy parece que ya todo
está decidido a favor de uno de los candidatos.
Primero juguemos a las especulaciones: Habrá quien diga que los errores
magnificados de los alcaldes de Xalapa y del resto de la ciudades que hoy
gobierna ese partido político. Habrá
quien diga también que está convencido de que AMLO es un peligro para México
como nos han venido diciendo y convenciendo, y por lo tanto, el voto útil se
irá a cualquiera de los otros dos candidatos.
Incluso se seguirá especulando si Morena recibió apoyos del gobierno
anterior, y quien considere que sí los recibió, ahora dirá que no puede obtener
los votos necesarios para la gubernatura.
Habrá también quien diga que el PAN tiene
como muy mal antecedente la falta de logros del actual gobernador, y la
desilusión que ha generado en los veracruzanos, lo cual puede darle una
oportunidad a cualquiera de los otros dos candidatos. También hay quien insiste en que Veracruz es
un estado muy politizado y los jarochos no van a permitir que se herede el
estado. Tampoco importará la venganza de
todos los empleados estatales despedidos injustamente y sus familias, pues su
efecto es mayoritario en Xalapa, pero no tan significativo en el resto de los
municipios del estado.
Por el lado colorado, habrá quien diga que
los negativos que trae el PRI a raíz de los escándalos de Duarte magnificados
por el actual gobernador, harán efecto en los votantes veracruzanos y de
ninguna manera le darían la oportunidad al tricolor de volver a gobernar
Veracruz, cuando menos, no tan pronto.
Y de ahí podemos especular sobre lo que
queramos, pero las elecciones se ganan con votos y los votos se consiguen de
distintas maneras… En algunos casos
mediante el convencimiento de los votantes con los proyectos de trabajo, con el
carisma de el candidato, en fin, incluso con la compra de votos, y también con
la coacción del voto mediante programas sociales.
La realidad es que es muy sencillo hacer las
cuentas sobre cuántos votos se requieren para ganar la gubernatura, y el origen
de esos votos. Definitivamente se
requiere más de un millón de votos para ganar, y de entrada Acción Nacional
tiene un voto duro fuerte en el estado, tan fuerte que los llevó a ganar la
gubernatura… El PRI tiene el problema
de que muchos de sus operadores ahora trabajan para el gobierno en turno, -
sicarios al fin-. Y Morena todavía
padece de algunos problemas para conformar su estructura electoral y de defensa
del voto, lo cual le impide que incluso ganando la elección, pueda demostrar
con documentos que la ganó.
El dinero está del lado de Acción Nacional y
de la Revolución Democrática, la estructura partidista también está de su lado
y quizá lo más importante, un enorme refuerzo al voto duro mediante el
incremento de presupuesto de la secretaria de desarrollo social. Un incremento tan importante que acerca a
los mil millones de pesos el presupuesto de dicha secretaria.
Hagamos cuentas muy sencillas, consideremos
seiscientas mil familias recibiendo despensas y apoyos desde ahora hasta el día
de la elección, y sumemos ciento cincuenta mil madres solteras que van a
recibir apoyos del gobierno del estado mes a mes. Todos con la promesa de que van a continuar
recibiendo dichos apoyos a lo largo de los próximos seis años. Consideremos que cada beneficiario debe
llevar a otra persona a las urnas a votar por Miguel Ángel jr, y si gusta, eliminemos un porcentaje de
personas que votarán por otro partido, a sabiendas de que nadie sabrá el
sentido de su voto. Este porcentaje no
será muy alto, pues los partidos políticos siguen con la línea del INE de
explicar que el voto es secreto, pero no le explican al votante que nadie podrá
conocer el sentido de su voto, y mientras no le expliquen eso a la mayoría de
la población, seguramente continuará la coacción y compra del voto.
Pero regresando a la teoría nada descabellada
que estoy desarrollando, después de sumar ese incremento brutal de presupuesto
a Sedesol, y el incremento del padrón de beneficiarios a niveles nunca vistos
en el estado, todavía hay que incrementar el voto de los simpatizantes de la
alianza PAN-PRD. Así, las cuentas
muestran que esta alianza es invencible en el estado de Veracruz.
Un PRI sin los operadores que le mueven gente
y sin los recursos del estado no se ve muy poderoso para enfrentar a la
maquinaria Blanquiazul. Una maquinaria
que tendrá a su vez el recursos para inhibir a movilizadores mediante la fuerza
pública, lo cual siempre se ha hecho y en un análisis serio debe de tomarse en
cuenta. Y sobre todo un PRI enfrentado a
uno de los mejores operadores políticos salidos de sus propias filas, a quien
no se le pueden pasar ninguna de las ¨habilidades ¨ para ganar una elección,
del otrora invencible partido político de Veracruz.
En el caso de Morena, tienen el problema de garantizar
que su estructura esté completa, que no ceda a las tentaciones económicas o al
chantaje al que pudieran enfrentar el día de la elección, y sobre todo, al
mundial de futbol, que puede hacer que muchísima gente se quede en sus casas… O
alguna estrategia que inhiba a la gente para salir a votar, sobre todo en las
ciudades donde tiene voto mayoritario.
El escenario comentado en este artículo puede
variar, pero quien esto escribe considera que es la fotografía del día de hoy.