*Sefiplan
trae perdidos alrededor de 500 millones de pesos del reordenamiento del
transporte
*Opacidad
total en el manejo de recursos en este rubro
Marco
Antonio Aguirre Rodríguez | 25 enero de 2018
Tribuna Libre.- El gobierno del estado de Veracruz trae
perdidos alrededor de 500 millones de pesos del programa de reordenamiento del
transporte público, de acuerdo con una proyección de los ingresos que debieron
darse por este programa, la referencia de lo recaudado y la revisión de la Ley
de Ingresos del gobierno del estado para el 2018.
Tan sólo por el registro de los vehículos, el
cálculo es que los ingresos deben rondar los 400 millones de pesos, pero además
se pueden generar otros 160 millones de pesos por la expedición de
"tarjetones" para los choferes de las unidades, los cuales pueden ser
incluso más de 200 mil, y quienes tienen que pagar en promedio 800 pesos por
ésta cartulina, sin la cual no podrán trabajar en ésta actividad
El 23 de octubre del año pasado el Secretario
de Finanzas y Planeación del gobierno del estado, Guillermo Moreno Chazzarini,
dijo que se habían recaudado casi 60 millones de pesos por éste programa.
La cantidad es muy, pero muy baja con
respecto a lo que debía haberse ingresado ya.
Cálculos realizados por organizaciones de
taxistas mencionan moderadamente el pago de casi 4 mil pesos, por unidad,
desglosados en un primer desembolso de 2,100 pesos por el empadronamiento, más
una segunda etapa que tendrá un costo mayor a 1,700 pesos.
En total, en el estado de Veracruz existen
104 mil 660 concesiones de transporte público, de acuerdo con la respuesta que
dio la Dirección General de Transporte del Estado (DGTE), de la Secretaría de
Seguridad Pública (SSPVer) a una solicitud de información presentada.
El oficio de respuesta firmado por Juan
Carlos Saldaña Morán, jefe de la Unidad de Transparencia de la SSPVer, anota
que la mayor cantidad de concesiones de transporte que existen son de taxi,
81,639; además de otras de diverso tipo, incluyendo 8 de transporte de turismo.
Así, tan sólo con este número de concesiones
se deberían de generar en total cerca de 400 millones de pesos.
Por los tarjetones a los choferes se pueden
generar otros 160 millones de pesos, ante la posibilidad de que existan hasta
más de 200 mil trabajadores del volante.
En los taxis, por lo regular hay dos
choferes, e incluso llegan a trabajar hasta tres, por o que en esta modalidad
podrían registrarse hasta 170 mil choferes.
En las distintas formas de transporte de
pasajeros, también pueden tener dos o más choferes, lo que podría arrojar otros
casi 25,000 conductores; más los que se ocupan en las otras modalidades de
transporte.
Sin embargo, Moreno Chazzarini cuando habló
de este programa sólo mencionó ingresos por 60 millones de pesos.
¿Dónde está el demás dinero recaudado?.
En la Ley de Ingresos para 2018 aprobada, no
se refleja lo que se espera recaudar por éste programa.
De los ingresos por acciones relativas al
transporte se anotan 202 millones, 294 mil 492 pesos, que corresponden a las
actividades ordinarias que en la SSPVer realizan en este rubro.
Paradójicamente, la cantidad es incluso menor
a lo que se programó en la Ley de Ingresos para 2017, que fueron 279 millones
151 mil 508 pesos de ingresos.
Aquí, incluso cabe la pregunta ¿por qué
disminuyeron la perspectiva de ingresos por éste tipo, si ya se tiene un orden
y control sobre las unidades de transporte público?.
La recaudación debería de ser hasta superior
a lo proyectado el año pasado.
La sospecha es que se buscó la subproyección
para tener un manejo libre de los recursos.
Pero bueno, si el dinero que se espera
recaudar por el programa de reordenamiento no está proyectado en la Ley de
Ingresos, ¿qué van a hacer con ese recurso?.
Porque tampoco está anotado en el Presupuesto
de Egresos.
Una especulación es que ese dinero lo tendrán
en el subregistro para utilizarlo en la campaña gubernamental de Miguel Yunes
Márquez y -de ser necesario- se irá justificando su gasto durante el año.
Por lo pronto, el manejo de los recursos
monetarios del programa de reordenamiento urbano, es un caso de opacidad total.
Y hasta un misterio.
RAMÓN POO Y SUS ALIANZAS CON MIGUEL YUNES.
Desde mediados del año pasado los priistas de Veracruz ciudad sospechaban que
Ramón Poo se había unido a los Yunes azules, en una alianza que ahora se mira
como punta de lanza para el acercamiento que tiene Dante Delgado con Miguel
Ángel Yunes.
Incluso hasta lo han señalado de haber
permitido la operación electoral en contra de Fidel Kuri, cuando fue candidato
a la presidencia municipal de Veracruz.
Después se vio con claridad el acercamiento
que había con Fernando Yunes, el ahora alcalde de Veracruz, y como hasta le
permitió la intervención en asuntos del ayuntamiento antes de que tomara
posesión.
Hoy las sospechas de que Ramón Poo busca
desfondar el priismo de Veracruz se incrementaron cuando se brincó un acuerdo
para que sólo se registrase Fabiola Balmori como candidata del PRI a la
diputación federal por el distrito XIV, uno de los dos que tiene Veracruz, y
mandó a Guadalupe Tapia, quien fue su directora de Desarrollo Social.
Fabiola Balmori está enfrentada plenamente a
los Yunes azules, lo cual se vio con total plenitud cuando los policías de la
Fiscalía del estado asaltaron su casa el 26 de septiembre pasado, para llevarse
unas despensas recopiladas por el colegio de ingenieros para entregarlas a
damnificados de los sismos de 2017.
La tendencia entre los simpatizantes de
Fabiola Balmori es que Guadalupe Tapia fue enviada más que nada para entorpecer
y enlodar el proceso de selección del precandidato a esa diputación, generando
desde ahora un clima adverso para el PRI y sus aliados.
O sea, para irle limpiando el camino a los
Yunes azules.