Jorge
Arturo Rodríguez | 18 enero de 2018
Tribuna Libre.-“Amarillo o azul, rojo o verde, turquesa,
morena y “amorenadas”, multicolor, variopinto, incluso incoloro, qué importa,
sencillamente –¿cínicamente?- se ponen la camiseta, las camisetas, y a darle
duro y tupido al de enfrente, los intereses son los intereses, el poder es el
poder, porque en México todo es posible y no pasa nada, el paraíso terrenal por
pocos conocido y el infierno por muchos padecido. Y ahí van los “precandidatos
candidatos” arrojándose mierda unos a otros, que es con lo único que cuentan y conocen
a la perfección. Qué importa lo que diga y piense la gente, lo primordial es
ganar el voto, cueste lo que cueste.
Me recordó la canción del grupo Elefante (digo, pa’ no ponernos tan
pesimista en este año que comienza con horizonte apocalíptico):
“Y que me traigan más botellas
Para quitarme este sabor de su sudor
Y que me apunten en la cuenta
toda la desgracia que dejó.
“Que no quieres nada más de mí
Que te fuiste con ese infeliz
Que importa (Como dice como dice) Que importa
Que me va a matar la depresión
Que me voy a vivir en el alcohol
Que importa (Como dice como dice) Que importa
Que te fuiste sin decir adiós
Que no dormirás en mi colchón
Que importa (Como dice como dice) Que importa
Que ensuciaste mi reputación
que te vale madres este amor
Que importa (Como dice como dice) Que
importa…”
Bueno, creo que se la saben. Qué importa lo que diga la Encuesta
Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi realizada en la primera quincena
de diciembre de 2017: el 75.9% de la población de 18 años y más considera que
vivir en su ciudad es inseguro; y las ciudades con mayor percepción de
inseguridad, fueron Reynosa, Chilpancingo, Fresnillo, Villahermosa,
Coatzacoalcos y la zona norte de la Ciudad de México.
Los lugares donde más inseguros se sienten
los ciudadanos, son en los cajeros automáticos, así lo manifestó el 82.3% de la población; 72.9% dijo que en el
transporte público, 69.2% en el banco y 68.2% en las calles que habitualmente
usa. (eluniversal.com.mx,17-01-18).
La verdad es que no pasa nada, aunque dicen que ya hay desabasto de
bolsas negras para la basura, puesto que son utilizadas para… Ya no me acuerdo.
En fin, que te fuiste sin decir adiós…
Los días y los temas
Les comento que cuando me complazco en
conversar con alguna persona, conocida o no, los temas dolientes que surgen
cual escupitajos por el hartazgo, son: violencia, corrupción, impunidad,
narcotráfico, inseguridad… ¡uuff! Ta güeno, pues, pero ¿acaso no hay otros caminos,
otras vivencias, otros respiros y suspiros, otras fuerzas? Es necesario dar un
giro de un millón de grados, aventurarnos en la locura –de la buena-, y crear y
recrear, hacer y rehacer, reflexionar, valorar y revalorar, mirar y remirar,
remar hacia horizontes utópicos que no por ello irrealizables. Porque “rumiar
los males en nada ayuda”, ¿verdad, Dalia?
O como expresó el escritor francés Stéphane Hessel: “No sólo hay que
indignarse, hace falta también comprometerse”.
De cinismo y anexas
Para no otorgarle tanto crédito al
abatimiento cruel, les comparto algunas palabras de Jorge Ibargüengoitia, quien
el próximo 22 de enero cumpliría 90 años de edad. Celebremos con la lectura de
sus obras.
** ¡Oh, dulce concupiscencia de la carne!
Refugio de los pecadores, consuelo de los afligidos, alivio de los enfermos
mentales, diversión de los pobres, esparcimiento de los intelectuales, lujo de
los ancianos. ¡Gracias, Señor, por habernos concedido el uso de estos
artefactos, que hacen más que palatable la estancia en este Valle de Lágrimas
en que nos has colocado!
** Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos
quiero demostrar que no todo aquí es drama.
** ¿No opina usted que el uso de
guardaespaldas es indicio de que hay algo podrido en el gobierno?
** Por supuesto que la paz es el respeto al
derecho ajeno, en eso todos estamos de acuerdo. En lo que nadie está de acuerdo
es en cuál es el derecho ajeno.
** Si la historia de México que se enseña es
aburrida no es por culpa de los acontecimientos, que son variados y muy
interesantes, sino porque a los que la confeccionaron no les interesaba tanto
presentar el pasado, como justificar el presente.
** -¿Sabes a dónde nos conducirían unas
elecciones libres? Al triunfo del señor Obispo. Nosotros, los revolucionarios
verdaderos, los que sabemos lo que necesita este México tan querido, seguimos
siendo una minoría. Necesitamos un gobierno revolucionario, no elecciones
libres.
** La verdad es que mientras más enojado
estoy con este país y más lejos viajo, más mexicano me siento.
Ahí se ven.