A
propósito de nuestro compromiso responsable el 1 de julio del 2018
Lenin
Torres Antonio | 12 mayo de 2018
Tribuna Libre.- He señalado que, es una condición necesaria e
ineludible que el que gane el poder público el 1 de julio del 2018 no debe ser
un anti demócrata, sectario y excluyente, ni mucho menos un mesías, además debe
ser alguien que demuestre que puede gobernar para todos, y fundamentalmente,
sea capaz de sentar en la mesa de la gobernabilidad a los diferentes, para
reconstruir al Estado Mexicano y comenzar un proceso sincero de Reconciliación
Nacional y Regeneración del Poder Público, propiciando una Nueva Cultura
Política, además que entienda que la Gran Política que ha sido pospuesta,
implica una historia lineal que se alimenta de la acumulación de experiencias
enriquecedoras, y no una cíclica que termina con la sustitución del hombre del
poder en turno y la criminalización de los perdedores.
También he señalado que se necesita,
dimensionar lo que está en juego, esto implica situarnos en lo real, tomar en
cuenta que estamos ante el duelo de miles de desaparecidos, el rescate de la
marginación de miles de pobres cada día en aumento, la recuperación de la
certeza de futuro perdida de nuestros jóvenes y niños, la exigencia del castigo
a los que han hecho de la cultura de la corrupción que lo poco que se haya
tenido haya parado en los bolsos de unos cuantos, el perdón sincero, si es que
puede ocurrir, de la oligarquía que se ha aprovechado para continuar
protegiendo su pequeño mundo de privilegios a expensa del dolor y la
marginación de millones de mexicanos.
Así mismos, he pensado que, desvelar la
decadencia de la “clase política” como el factor determinante de la crisis
social y política que vive el Estado Mexicano no condiciona la posible
emergencia de un posible Proceso Civilizatorio Democrático de Reconciliación
Nacional, aunque éste si entraña la condición de que esa clase política asuma
la total responsabilidad de esa crisis sin excepciones, porque no hay
justificaciones validas, somos historias y nuestra historia nos define. Así que
todos por pasivos o activos somos responsables de esa crisis del Estado
Mexicano, por lo que hoy son tiempos de TODOS. No hay cominos privados. Creonte
emerge en contra de todos los lamentos egoístas de Antígona.
Son tiempos de decisiones responsables, y
fundamentalmente, de un voto razonado y sincero, porque lo que está en juego es
el futuro de nuestra nación y nuestro Veracruz, conscientes de eso, cada uno de
los ciudadanos debemos participar en el proceso electoral del 1 de julio del
2018, y elegir a los mejores hombres y mujeres para concretar el Proceso
Civilizatorio Democrático de Reconciliación Nacional.
He leído notas periodísticas sobre la
sucesión de la gubernatura de Veracruz de algunos aprendices de periodistas e
incluso de un “Premio Nacional de Periodismo”, y dejan entrever empates
técnicos, o hacen alusión de zarpazos del rezagado, influidos quizás por las
fotos de congregaciones tumultuosas de gente al inicio de la campaña, pasando
desapercibido que en los mítines del rezagado siempre son los mismos, o titular
sus notas, como una Final de Tres, e incluso insistir, en una increíble
remontada del rezagado, pero en ese juego de intereses “periodísticos” siempre
falta la veracidad y la investigación profesional.
La verdad es que la elección del próximo
gobernador de Veracruz se inscribirá en una elección entre dos, el candidato de
la coalición “Por Veracruz al Frente”, el joven Miguel Ángel Yunes Márquez y el
candidato de “Juntos Haremos Historia”, Cuitláhuac García Jiménez, y no entre
tres como muchos burócratas desempleados lo desean.
Descarto definitivamente al candidato del
PRI, no tan sólo porque es el representante de la continuación de un partido
con una cultura de la simulación y el engaño, sino también por pertenecer a una
clase política que son los responsables directos de la crisis social y política
que vive el Estado de Veracruz, y eso lo sabe el Pueblo Veracruzano, José Yunes
Zorrilla fue testaferro de Fidel y Duarte, y ahora no puede presentarse limpio
y transparente, porque cuando pudo demostrar su desavenencia contra las
atrocidades que hacían esos nefastos personaje no tan sólo al PRI, sino
principalmente a la sociedad veracruzana, no lo hizo, y fue cómplice activo de
ese periodo oscuro de Veracruz.
Además, que es un candidato sin un proyecto
de Estado, sin una identidad ideológica, y si, representante de esa clase
política perniciosa que quiere volver al poder para servirse de él.
No representa ni un ápice de esa larga
tradición social de izquierda como lo fue el PRI, presentándose ahora como un
partido sin definición ideológica, y peor aún, ejercitando un pragmatismo
pernicioso, ocultando su tradición social, humanista, y ciudadana, resumida en
su principal fundamento, la justicia social, postulado que hereda de la
Revolución Mexicana y que dejó de enarbolar hace mucho tiempo.
Un partido que se desprendió de la realidad
social, de sus bases, que dejó de formar cuadros generacionales decentes y
preparados para el relevo generacional, y que se dejó cautivar por el
mesianismo tecnócrata de Salinas de Gortari que fue su perdición, y aquí en
Veracruz por el vulgar fidelismo y el enfermizo duartismo.
Sobre el candidato “Juntos Haremos Historia”,
Cuitláhuac García Jiménez, estoy en lo cierto que es el resultado de la
influencia mesiánica indirecta de AMLO, y no de un dirigente que tenga sus
propias convicciones políticas e ideológica, es un personaje que dogmáticamente
repite sin ton ni son las frases de su “caudillos”, de su “mesías”, y que esto
cuestiona la calidad de nuestra democracia.
Pero permítanme explicar con más en detalle
mi crítica y sus graves consecuencias. Morena en Veracruz postula nuevamente al
mismo candidato para contender por la gubernatura, y esto, supuestamente
debería darle al candidato cierta popularidad y presencia, situación que en
cierta forma le sumaría un plus, por muy mínimo que fuera, a la avasallante
popularidad de AMLO, pero no es así, para hablar con la verdad, después de ser
candidato en la pasada contienda electoral por la gubernatura de Veracruz, su
presencia ha pasado desapercibida, salvo por algunos exabrupto en el control de
alcoholímetro, no podemos decir que “su trabajo como diputado federal haya sido
exitoso”, pues no se reflejó en beneficios para el distrito de Xalapa, al
contrario no contribuyo al deterioro de nuestra convivencia de los xalapeños ni
a su seguridad y prosperidad, no hay ninguna iniciativa legislativa en sus tres
años como diputado federal que haya beneficiado a los xalapeños, como dicen, se
la llevó en pura “grilla” y “de a muertito”, al igual que sus camaradas las diputadas
en el congreso local, ganaron sin proponer nada, y cuando digo nada, es nada.
Qué pena para los que vivimos en Xalapa.
Ahora nuevamente como candidato por la
gubernatura de Veracruz, hace unos días, en un espacio que se dio de su
“apretada agenda” al acompañar a AMLO en una de sus giras por Veracruz, el
candidato Cuitláhuac García se dio un tiempo y anduvo de compras en una
concurrida Plaza Comercial de Xalapa de Enríquez, y se observó el trágico
fenómeno que nadie se acercó a saludarlo ni a expresar su apoyo, es decir,
“nadie pelo al candidato” de “Juntos Haremos Historia”.
Al observar esa escena trágica se puede leer
esto desde un único lugar, AMLO carga con la campaña de todos y cada uno de los
candidatos de la coalición “Juntos Haremos Historia” a lo largo y ancho de
nuestro país, y esto considero que es sumamente grave puesto que, en el caso
que estoy escribiendo, su candidato no tiene ningún proyecto de gobierno ni de
mundo ni sociedad que necesita Veracruz, y sólo repite los eslóganes de Sr. López
Obrador.
Cuidado Sociedad Mexicana, México no es para
jugar al poder por el poder, puesto que cada uno de los Estados en México, cada
Pueblo tienen sus circunstancias y no puede ser tratadas a la ligera, con el
mismo pobre rasero de la pragmática política, cada uno de los Candidatos tiene
a parte de un Marco General desde donde hablar, un proyecto específico que
aplicar a cada una de las circunstancias de nuestros pueblos, tan simple, la
situación socioeconómica del México del Norte no es la misma que la del México
del Sur. Están jugando con fuego y esto puede ser sumamente peligroso y grave,
porque ahora como lo he dicho, la Ciencia Política no tiene margen para la
contingencia y debe tratarse como una Ciencia Exacta, donde no hay margen para
la equivocación, para el error, es la Gran Cirugía que necesita el cuerpo
enfermo mexicano, en consecuencia, se necesita un gran cirujano y un
diagnóstico preciso, y sinceramente, no creo que el Sr. Cuitláhuac sea ese
Cirujano que necesita Veracruz.
Veracruz no necesita regresar al pasado, ese
pasado oscuro, ominoso y de irresponsabilidad que representa el candidato del
PRI, ni a la aventura mesiánica de un candidato que no tiene ni la experiencia
ni el Proyecto de Estado que resuelva los graves problemas que vive Veracruz,
que representa el candidato de Morena, Cuitláhuac García.
Además, por salud democrática debemos darle
continuidad a una Transición Democrática que ha encabeza estos dos años que
transcurren, Miguel Ángel Yunes Linares, y que creo no pueden ser juzgados a
priori, puesto que el monumental escenario de rezagos históricos en materia de
combate a la pobreza, marginación, procuración de justicia e inseguridad que
heredó de los gobiernos priistas que lo antecedieron no podían ser resueltos en
tan corto tiempo.
Es imposible que en dos años se pueda
componer la degradación que vivió el Estado de Veracruz de 86 años de gobiernos
priistas.
Por eso creo que la mejor opción para
gobernar nuestro Estado de Veracruz es el candidato de la coalición “Por
Veracruz al Frente”, el joven Miguel Ángel Yunes Márquez, y lo creo:
Porque debemos dar continuidad la Transición
Democrática que representa la coalición “Por Veracruz al Frente”.
Porque el candidato Miguel Ángel Yunes
Márquez tiene la experiencia de un gobierno municipal exitoso.
Boca del Rio es otro a partir de los
gobiernos que encabezó el candidato Yunes Márquez, y Veracruz puede ser otro
con él al frente del Gobierno de Veracruz.
Todavía recuerdo el Boca del Río con su
colonias y barrios marginados con calles arenosas, sin pavimentar, con sus
casas de madera y muchas a punto de caerse, un pueblo alegre con gobiernos que
no les importaba su gente; el Boca del Río donde los Pardiños priistas y su
grupo se relevaban el poder como si fuera un Botín, sin importar el desarrollo
de su gente, de su ciudad, de sus jóvenes; que se mantenían en el poder público
a base de complicidades con algunos pesudo-líderes de colonias que timaban y
engañaban a su gente, con una retórica que pronto el desarrollo iba a llegar y
la justicia social iba a aplicarse a todos, y nunca llegó.
Y hay que decirlo, cuando el pueblo boqueño
dijo hasta ahí, y se efectuó la transición democrática en Boca del Río, la
justicia social llegó para todos los boqueños, y el Boca del Río con sus calles
arenosas, y sus casas paupérrimas cambió, y Boca del Rio se ha convertido en un
Municipio en franco desarrollo industrial y comercial, y eso hay que
reconocerlo.
Por su experiencia exitosa como Alcalde de un
Municipio altamente poblado, es innegable que esa experiencia nos da la
garantía que Veracruz será otro en las manos de Miguel Ángel Yunes Márquez,
seguro su visión progresista, empresarial y democrática resolverá la grave
crisis por la que atraviesan nuestros pueblos veracruzanos.
Porque el Proyecto de Estado que propone el
candidato Miguel Ángel Yunes Márquez contempla un Estado Municipalista, esto
implica el empoderamiento de los Municipios Veracruzanos y gobernar desde y con
los municipios.
Porque la opción obradorista en Veracruz
carece de Proyecto de Estado, y no podemos permitir que la improvisación y la
ocurrencia producto del mesianismo indirecto gobierne un Estado que necesita
respuestas inmediatas.
Porque la vuelta al pasado de la opción
priista está cancelada para los veracruzanos.
No podemos negar nuestra triste historia de
un Veracruz en un franco proceso de degeneración de sus instituciones, y que
Miguel Ángel Yunes Márquez merece gobernar Veracruz, y que nos demuestre que
puede hacerlo desde la honestidad y eficiencia, desde la inclusión y desde la
pluralidad.
No podemos juzgar en tan corto tiempo la
Transición Democrática del gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, por eso
debemos darle una oportunidad que se consolide esa Transición Democrática con
el candidato de la coalición “Por Veracruz al Frente”, Miguel Ángel Yunes
Márquez.
Mi apuesta por Veracruz es el joven Miguel
Ángel Yunes Márquez, y no es una contradicción, es pluralismo e inclusión
democrática, que creo será sano para la regeneración del poder público, la
reconciliación de los veracruzanos y el bienestar de nuestra gente.