José
Miguel Cobián | 06 septiembre de 2018
Tribuna Libre.- ¿Qué es más importante? ¿Dar gusto a un grupo
de descontentos con todo? ó ¿Allanar el camino para que la cuarta
transformación llegue suavemente?
Las preguntas vienen a colación por el asunto
de Manuel Velazco, ex gobernador de Chiapas, hoy senador con licencia y
gobernador sustituto en Chiapas. Las
visiones han sido totalmente divergentes según quien se exprese, por ejemplo:
Los enemigos acérrimos de Morena afirman que
Morena se convirtió en lo mismo que criticaba.
Insisten en que jamás debió de otorgar la licencia al senador
chiapaneco, ya que en las urnas fue rechazado, como rechazado es en la mayoría
de la población ese negocio particular denominado Partido Verde Ecologista de
México, que ha tenido más tino que nuestros competidores olímpicos de pistola,
escopeta y arco. Normalmente atinan a
quien será el ganador presidencial, se alían con él de manera clara o soterrada
y al final ganan un sexenio más para sus integrantes gozando de las mieles del
poder, pero sobre todo, gracias a una enorme cantidad de incautos que siguen
votando por ellos.
Hubo ciertos aplausos en las redes cuando
morena negó en primera solicitud la licencia al senador Velazco. Hubo terribles reacciones o tristeza a la
callada, cuando en segunda solicitud fue aceptada dicha licencia, para que el
ex gobernador se convirtiera en sustituto de él mismo, después de haber pasado
una reforma constitucional en su estado, que fue votada y aprobada el mismo día
por el congreso y por los cabildos necesarios para hacerla efectiva,
demostrando un control político absoluto, y una capacidad política digna de
libro de texto.
Otro sector, el de los priístas ha comentado
que faltó sensibilidad, que si bien, a todos nos queda claro que es necesario
tener los votos suficientes para llevar a cabo las reformas constitucionales
ofrecidas en campaña, cuando menos había que guardar las formas. Según ese sector de la población, morena y
el verde debieron negociar en lo oscurito, tal como siempre se ha acostumbrado,
y desde la primera votación el senado debió de haber otorgado la licencia. Los beneficios debían de recibirse también
soterradamente, no a la luz de toda la población. Pero, tal como vimos no fue así, todo quedó
como el rey y su vestido nuevo, desnudo a la vista de todos.
En el caso de los morenistas y quienes
disfrutamos del quehacer de los políticos como simples espectadores, la
situación se tornó por demás divertida y digna también de los grandes maestros
del ajedrez político, sólo que con un final a la vista de todos, que también
implica un mensaje.
En principio parece que Manuel metió su
solicitud tratando de sorprender a propios y extraños, sin haber cabildeado y
negociado el precio de la misma con quien hoy manda en la cámara de senadores,
que es la bancada de morena y particularmente su coordinador. Ante una afrenta de ese tipo, de inmediato
se mostró el poder de la unidad y su petición fue rechazada sin mayor
trámite. El mensaje fue muy claro,
¨cualquier cosa que necesiten del senado, tiene que ser autorizada por la gente
de morena. No permitiremos que nadie nos sorprenda y te apuras a negociar o se
te acaba el tiempo y no regresas a tu señorío feudal conocido como estado de
Chiapas¨.
La negociación se llevó a cabo, podemos
imaginar el regateo dónde morena requería más diputados y el compromiso de los
senadores del verde de votar a favor de cualquier iniciativa presentada por el
próximo presidente, con la amenaza velada de que si no se cumplen los
compromisos, de inmediato la aplanadora podrá hacer papilla a cualquier senador
o grupo parlamentario con el apoyo del ejecutivo federal.
El verde ecologista de inmediato entendió el
mensaje, valoró lo que ganaba o perdía según se mantuviera en negativo la
solicitud de licencia o cambiara a positivo, y una vez evaluadas ventajas y
desventajas se ofrecieron tres diputados federales. Morena pidió siete, por cualquier falta o
enfermedad de alguno de la bancada y al final quedaron que cinco diputados
federales del partido verde ecologista cambiarían de bancada y se sumarían a la
de morena.
El equipo de morena se reservó el derecho de
admisión, y de entre los pocos verdes en la cámara baja, escogieron los que
consideraron más afines, con lo cual, por una simple votación, morena obtuvo
mayoría simple en la cámara de diputados y el compromiso de apoyo a las
reformas sustantivas que propondrá López Obrador, apoyo que vendrá de parte de
diputados y senadores del partido verde ecologista.
Para el partido verde, el intento de sorpresa
costó muy caro, pues cedieron mucho, a cambio de…. ¿De qué? ¿Qué habrá en
Chiapas que urgía que Manuelito regresara a su puesto? Eso quizá jamás lo sabremos, pero es un hecho
que era muy importante para el verde que su hijo pródigo lograra lo que al
final obtuvo.
Para morena fue una verdadera ganga la
obtención de mayoría simple en la cámara
baja, y apoyo absoluto en la cámara alta. Es mejor tener los votos de los propios
diputados, que verse en la penosa necesidad de hacer lo que todos han hecho,
mandar maletas de efectivo a los diputados cuyo voto se pretende obtener para
cualquier reforma. La honestidad
valiente no puede darse el lujo de comprar diputados… o cuando menos no muy
seguido, así que la opción fue la mejor.
Todo
un juego político, que manda un mensaje muy serio de que morena no se detendrá
ante nada, si alguien o algún partido pretende hacerle una jugarreta. Sólo Dante ha jugado el papel de un mediano
opositor, pues Noroña que es del mismo equipo ha quedado minimizad ante un
soberbio Muñoz Ledo. México cambia.