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Elogia la democracia en el sindicato petrolero
* Y la elección es una farsa *
Disidentes la tildan de traidora *
“Vendida y renegada” * Los golpistas y
el Congreso de Veracruz * Eric Cisneros
y su vocación por lo ilegal *
¿Desobedecer la ley o reformarla? *
Adiós a Rosy Escobosa
Tribuna Libre.- Llueven sobre Rocío Nahle las iras y el fuego
de un gremio iluso, el de los petroleros, que un día la oían arengar contra la
corrupción y luego la ve complacida con la promesa del charrismo sindical, el
voto libre y secreto, la democracia al estilo Deschamps que no es más que una
burda e insultante simulación.
Le llaman vendida y traidora. Le dicen
corrupta y falaz. Son hirientes con la senadora, vaciando insultos que duelen,
aborrecida con el denuesto, golpeada con el agravio, con los odios del empleado
y el obrero, la base de un sindicato que creyó en la falsa promesa de que esta
vez la voz de la disidencia se podría imponer.
Rocío Nahle es sórdida en todo. Habla de su
vida en Pemex sin hurgar en su esencia, su llegada de su natal Zacatecas, el
respaldo de su padrino y protector, el ingeniero Basualdo, los contratos de
trabajo que fluían y fluían en la petroquímica de Coatzacoalcos hasta que su
suerte cambió, migrando a la industria privada, convertida en comadre de
proveedores, millonarios de dudosa reputación.
Arrojada del reino, se vendió en lo que El
Peje la quiso comprar. Le vendió una bandera, la de la defensa de Pemex, la
estridencia en el Congreso, construyendo un discurso sobre verdades de sobra
conocidas, la lucha de muchos otros que aún luchan desde el interior de la
empresa, enfatizando en el despojo de la riqueza nacional, la corrupción del
PRIAN, las manos sucias y el despojo impune. Que si Odebrecht, que si la
reforma energética al gusto de la mafia del poder, que si el salinismo
incrustado en las empresas que ganaron contratos por perforar en aguas someras
y profundas, robando resultados previos de exploraciones exitosas, obra de
técnicos de Pemex, con recursos de Pemex, con inversión de Pemex.
Iba bien hasta que un día se metió en el tema
sindical. Vio el fuego y lo tocó.
Cinco meses antes que el Dios Peje ganara la
elección, en enero, decía que desde la Secretaría de Energía suprimiría el
dispendio de recursos a Carlos Romero Deschamps y a la cúpula del STPRM.
Cerraría las válvulas de dinero pero que fueran los trabajadores los que
depusieran a sus líderes.
Se acabará el charrismo, decía López Obrador.
Reformaría la ley. Nunca más el voto a mano alzada. Nunca más el voto bajo
presión de los caciques. Nunca más el voto condicionado. Para eso se había reformado
la Constitución.
Decía, en cambio, Rocío Nahle que en el tema
sindical Morena y el nuevo gobierno no tendrían injerencia alguna. Y que nadie
implicara a Morena en apoyo alguno, menos en la vida interna del sindicato
petrolero. Por encima de todo la autonomía sindical.
O sea, el Dios Peje pregonaba que le habría
de cortar la uñas a los líderes y Rocío Nahle afirmaba que Morena no se iba a
meter.
Día clave, el 17 de octubre. Tras el
“acuerdo” entre la Secretaría del Trabajo y la cúpula petrolera, las senadoras
Olga Sánchez Cordero, futura secretaria de Gobernación, y Rocío Nahle dieron
por hecha la redención y la rendición de Romero Deschamps.
“Festejamos la convocatoria —pregonaba la ex
ministra Olga Sánchez Cordero— que ha hecho el sindicato de trabajadores
petroleros, en donde se establece el voto secreto y libre. Festejamos esta
situación y compartimos con ustedes que esta elección va a ser sin nombre y sin
ficha del trabajador en la cédula”.
Es un “avance histórico”, puntualizaba Rocío
Nahle. Habría “elecciones secretas, democráticas, lo cual nosotros festejamos,
qué bueno. Festejamos que se vaya a llevar una elección democrática, una
elección directa, porque así lo han pedido los trabajadores”.
Y nada fue así. Se volvió al escrutinio. Por
ello se alejaron los disidentes, advirtiendo que impugnarían la elección, que
no avalarían la farsa. Otros quisieron registrar sus planillas y los excluyeron
de forma arbitraria.
Hoy le llueve leña a Rocío Nahle y Olga
Sánchez Cordero, la que se regocija por la próxima legalización de la
marihuana, la despenalización del aborto, el perdón de las víctimas a sus
verdugos, la que impulsa la amnistía a un sector de los narcos con el señuelo
de la pacificación de México y el fin del baño de sangre.
“Ustedes dos —le refuta la disidencia desde
Ciudad del Carmen, en video— no tenían por qué pronunciarse de hechos que
desconocen, por qué avalar o pretender
avalar una elección que es fraudulenta, basada en artículos anticonstitucionales”.
Agregan:
Carlos Romero las engañó y les vendió la idea
de que se trataría de “voto libre y secreto, cuando a las seis ya habían
cerrado la convocatorias para las planillas, porque no nos registramos porque
el estatuto es ilegal, si no estamos indignados con ustedes dos”.
¿Las engañó? ¿O hay pacto entre el Dios Peje
y Romero Deschamps? ¿O hubo operación electoral de los charros hacia Morena en
la elección presidencial y AMLO paga la factura? Léase el voto petrolero en los
feudos de los caciques en Minatitlán, en Agua Dulce, en Coatzacoalcos, en
Nanchital, en Las Choapas, en Poza Rica. Ahí donde ganó López Obrador se siente
la mano de Romero Deschamps.
Otros más —¿Traición o ignorancia?, texto
divulgado en redes sociales— tildan a Rocío Nahle de “vendida, traidora y
renegada”. “Se vendió al gángster número uno de México; avaló la toma de nota
ilegítima hasta el 2024 de Romero Deschamps”.
Luego apuntan:
“¿Acaso no sabe como petrolera que agreden y
violentan a los trabajadores para votar por los mismos de siempre. Ya se le
olvidó cuando le informaron que si no votaban por ellos, no les daban sus
préstamos, y créditos hipotecarios, les mandan a investigación con la empresa
que, por cierto, los funcionarios de Pemex son cómplices de ellos?
“No les dan trabajo a sus hijos o les jubilan
anticipadamente y lo que es más, Rocío Nahle sabe que a muchos de sus
compañeros no los encuentran aún.
“¿Por qué quieres destruir la confianza que
tenemos en nuestro presidente electo. Nosotros estaremos con el licenciado
Andrés Manuel López Obrador siempre… porque él siempre ha estado con nosotros…
porque él nos ha ayudado a olvidar la soledad…
“Poner urnas, poner boletas, no es ser
libres, Rocío. Emitir una convocatoria no te hace demócrata, tal como presentas
a tu cómplice Carlos Romero Deschamps. Está claro que nuestros sueños de
libertad y de transformación que vivimos, a partir del 1 de julio de este año,
los echas a la basura…. Tú ya no eres nuestra, ni lo serás… y para ser francos,
te desconocemos, te compraron con poco…”.
Son los hedores de la furia. Es la reacción
de los agraviados. Son los fuegos que quiso tocar y arde en ellos.
Larga su lengua, corta su memoria, Rocío
Nahle suele acelerar a unos, engañar a otros y provocar a los demás.
Así detona —y destripa— la opción por la
democracia sindical.
Así se vendió y el Dios Peje la quiso
comprar.
Archivo muerto
Bajo el puño de los golpistas, el Congreso de
Veracruz culmina un ciclo. Candados en sus puertas, no vallas metálicas pero sí
barreras humanas —unos 200 morenistas, refieren las crónicas periodísticas—,
consignas irreductibles, imputaciones de Morena a los Yunes azules, a la
bancada panista, amagando con radicalizar la protesta, congelar todo, impedir
la clausura de los trabajos de la Diputación Permanente, los últimos acuerdos,
las últimas propuestas, hasta la acreditación de los diputados del PRI, PAN,
Movimiento Ciudadano y Verde que asumen sus cargos este lunes 5. Bajo el puño
de los golpistas había caído el Congreso de Veracruz a la medianoche del lunes
29 de octubre. Aducían la creación del municipio 213, el de Tres Zapotes,
congregación de Santiago Tuxtla; la cesión de bienes públicos del estado a tres
municipios: un terreno para la construcción de un estadio de futbol en Orizaba,
la casa de Agustín Lara y el Balneario Mocambo en Boca del Río, y el auditorio
Benito Juárez, en Veracruz. Lo de Tres Zapotes no pasó a ser dictamen y por
ello no fue más que un embuste; nunca se consideró en la orden del día. Lo de
Veracruz y Boca del Río, Morena lo esgrimía como obsequio del gobernador Miguel
Ángel Yunes Linares “a sus hijos”. Miyuli los atajó: es donación institucional,
no a particulares. Así Fernando Yunes Márquez sea alcalde de Veracruz, la
donación no es a título personal. En Boca del Río el presidente municipal es
Humberto Alonso Moreli, panista, del equipo yunista, pero no es hijo del
gobernador. A los golpistas cualquier pretexto les viene bien. Y puede ser su
razón, su argumento, el motor de sus golpes, pero lo que esgrimían fue una
falacia. Políticamente así enfrentan a Yunes. Pero el Congreso no es suyo. El
Congreso es la casa de los veracruzanos. Ahí se expresan las voces de quienes
los representan. Sean de mayoría o pluris, sean buenos o malos, o peores o
mezquinos y vividores, si el pueblo los llevó al Congreso, a ese pueblo dicen
representar. Y tomar por asalto su sede es un acto delincuencial. A la
medianoche del lunes 30 de octubre, jefaturados por Roberto Zenyazen Escobar
García, a su lado una que ya ni era diputada local, Tania Carola Viveros
Cházaro —solicitó licencia por el resto de su gestión y se convirtió en
diputada federal—, unidos a ellos diputados electos, los golpistas consumaron
el secuestro del Congreso de Veracruz. Pobres diablos. olvidan que el que a
hierro mata, a hierro muere. Cuando otros grupos, esos sí radicales, les
asalten las instituciones, les encadenen la puertas, los echen y no los dejen
trabajar, que no apelen a la legalidad ni reclamen el estado de derecho…
“Cuando la ley es injusta, lo correcto es desobedecerla”. ¿Lo correcto es
desobedecerla? Si lo dijera un delincuente, se entendería. Pero no. Acuña la
frase Eric Cisneros Burgos, cuasi secretario de Gobierno de Veracruz, el que
compra diputados con tarjetas Saldazo, como lo evidenciara Maleno Rosales,
legislador de Morena por el distrito de Medellín, su compañero de partido.
Siendo injusta una ley, lo correcto es modificarla. Es un principio ético.
Desobedecerla es equiparable a violarla, a romper el estado de derecho. ¿Quién
y bajo qué argumento determina si es injusta o no? Y pensar que un tránsfuga de
la ley en potencia, con mentalidad ilegal, será quien conduzca los destinos de
la Secretaría de Gobierno en tiempos Cuitláhuac García Jiménez, el futuro
gobernador. Para Ripley… Afable, alegre, Rosa Aurora Escobosa Licona —mi
adorada tía Rosy— tenía un don: hacer feliz a los demás. Su sonrisa permanente,
su voz de aliento, la suavidad de sus palabras, le ganaron afecto y cariño.
Cultivaba una virtud que no a todos se les da: aliviar las penas de otros con
frases cargadas de amor, actitud positiva, energía que sana. Hará cinco años se
fue su eterno amor, su amado Emilio Cárdenas Cruz, periodista y
publirrelacionista sin par. Hará tres años perdió a su hijo Ricardo y a su
hermana Teté. Hará dos años se fue Jorge, su hermano, periodista de deportes en
Excélsior y El Universal. Este 2 de noviembre, tía Rosy se nos ha ido. Va al
encuentro con los suyos y a gozar de la plenitud del amor de Dios, al que se
entregó con inmensa fe. Solidaridad y cariño fraterno a José Emilio Cárdenas
Escobosa, a su esposa Yuri, a Patty y Jorge Girón, a Oralia Lajud, a quienes
conforman la tercera y cuarta generación de esa familia ejemplar. Que el tiempo
les conceda la resignación y Dios sea el bálsamo para aliviar el dolor por la
partida de nuestra inolvidable tía Rosy…