Tribuna Libre.- Andrés Manuel López Obrador, presidente
electo, anunció este lunes la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de
México (NAIM) y en su lugar construir dos pistas en la base aérea de Santa
Lucía.
Esta decisión la tomó luego de que la mayor
parte de los participantes en la consulta ciudadana así lo decidió (69.9%
contra 29.1%); sin embargo, la noticia generó molestia entre un amplio sector
de la iniciativa privada y algunos funcionarios del actual gobierno federal,
quienes dieron sus propias teorías sobre el verdadero motivo de AMLO para echar
abajo la obra.
AMLO revela el verdadero negocio detrás del
aeropuerto de Texcoco
Por ello, aquí te dejamos las distintas
versiones de estos políticos, analistas, columnistas y periodistas mexicanos.
MENSAJE
A EMPRESARIOS
Varios periodistas y analistas leyeron la
decisión de AMLO como un claro mensaje a los empresarios, en el cual, les haría
saber que México ya cambió y que el poder económico ya no será factor decisivo
en la toma de decisiones del gobierno, por lo tanto, ya no tendrán poder.
Así lo interpretó Denise Maerker, conductora
y periodista de Televisa, pues para ella, la decisión de López Obrador fue un
mensaje a los empresarios para que sepan que ya no mandan en México.
En el programa Tercer Grado emitido el pasado
24 de octubre, dijo lo siguiente:
“Justo antes de entrar voy a mandarles un
mensaje de que ellos ya no mandan. No será mi error de octubre, sino mi acierto
de octubre”, señaló la periodista interpretando la decisión de López Obrador.
“Tienen que entender que esto ya no es igual”, agregó Maerker.
El economista Enrique Quintana, también
consideró en su columna Coordenadasen El Financiero, que lo que se encuentra
detrás de la decisión del tabasqueño es un mensaje a los empresarios sobre cómo
serán las cosas durante el sexenio que empieza.
“Insisto, no es el tema de las consultas,
aunque veamos otras en el futuro, sino la definición de quién tiene la sartén
por el mango, lo que se define en el caso del aeropuerto” «Enrique Quintana»
El periodista René Delgado hizo una lectura
similar en su columna en Reforma, en donde afirmó que había dos temas en la
discusión sobre el NAIM y Santa Lucía: uno “formal y otro sustancial”, el
primero era analizar la consulta, mientras que el sustancial es “convertir el
tema en la arena para medir fuerzas de poder entre el gobierno entrante y el
sector empresarial, ocasión para fijar los términos de la relación entre sí”,
escribió en su columna Sobreaviso.
Por su parte, Carlos Loret de Mola,
columnista de El Universal, consideró que el debilitamiento del peso frente al
dólar se debió más “la idea del manotazo de poder (estilo Salinas con La Quina,
Zedillo con Raúl,Peña con Elba Esther) que la singular oferta de catafixiar los
contratos de Texcoco por unos en Santa Lucía y alguna otra obra pública como
método para evitar el golpe a las empresas”.
El propio López Obrador reforzó esta idea con
una de las frases que utilizó durante un video publicado el 30 de octubre, en
el que, entre otras cosas, aseguró:
“Ya se hizo un cambio en el país, hay que
notificarles a algunos que ya es otro México; que yo no voy a ser florero, no
estoy de adorno. Yo traigo un mandato de los mexicanos, los mexicanos quieren
que se destierre la corrupción y la impunidad”, agregó López Obrador.
Pero los empresarios no guardaron silencio, y
a través de Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, hicieron llegar el
siguiente mensaje:
“(AMLO) Prometió que de haber una consulta
popular, sería con apego a la ley, en cumplimiento de la Ley de Consulta
Popular. Nos mintió, esto no ocurrió”, indicó en conferencia de prensa tras el
anuncio por parte del equipo de transición de la cancelación de la obra.
FRENAR
EL VERDADERO NEGOCIO
AMLO reveló este martes las que, de acuerdo
con él, serían las razones por las que los inversionistas querían construir el
nuevo aeropuerto en Texcoco y cerrar las operaciones del Aeropuerto
Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México.
“Esto tiene que ver con negocios que se
proyectaron hacia futuro. Ahora puedo decirlo, durante la consulta tenía que
actuar con imparcialidad, pero en el fondo lo que estaba de por medio en la
construcción del aeropuerto de Texcoco era quedarse con los terrenos del actual
aeropuerto porque tenían pensado hacer una especie de Santa Fe”, aseguró el
presidente electo en un video difundido en su cuenta de Facebook.
Sin embargo, tanto la exembajadora y
exdiputada federal, Cecilia Soto, como el político, Fernando Belaunzarán,
negaron esta versión pues, de acuerdo con ellos, sería Claudia Sheinbaum la
encargada de autorizar el uso de suelo.
FAVORECER
A RIOBÓO
Otra de las teorías es que Andrés Manuel
López Obrador estuvo aconsejado por el empresario José María Riobóo, quien
buscaba tener concesiones en el nuevo aeropuerto; sin embargo, el actual
gobierno federal optó por otros inversionistas como Carlos Slim.
“Riobóo, quien convenció a López Obrador que
Texcoco no era el camino sino una nueva terminal en Santa Lucía y subordinó a
sus deseos a Jiménez Espriú, era el gran ganador. Si no pudo ganar una
licitación en Texcoco, nadie haría negocio en ese lugar. Romo fue perdedor,
pero el que más sufrirá la derrota en el mediano plazo fue quien no estuvo
siquiera invitado a la fiesta: Carlos Urzúa, próximo secretario de Hacienda”,
escribió Raymundo Riva Palacio sobre el tema.
Rioboó fue beneficiado con cuatro
adjudicaciones directas, de 2002 a 2005 por un monto de 171 millones de pesos
cuando AMLO fue jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal.
Además, recientemente la empresa del ingeniero
mexicano, Grupo Riobóo, supuestamente proporcionó documentación y datos a la empresa Navblue,la cual
determinó que la operación simultánea del Aeropuerto Internacional de la Ciudad
de México (AICM) y el proyecto en Santa Lucía sí era factible.
El columnista Pablo Hiriart coincide con la
teoría de que Riobóo está detrás de la cancelación de la obra en Texcoco.
“La idea de acabar con Texcoco fue de un
contratista privado, José María Riobóo, que había concursado para ese
aeropuerto y perdió en la licitación. Ese mismo contratista se encontraba ayer
con López Obrador en el anuncio de que se cancelaba Texcoco y se pondrían dos
pistas en Santa Lucía”, escribió su columna para El Financiero.
La analista Denise Dresser así expresó sus
dudas sobre la parcialidad del estudio relacionado con el aeropuerto en el que
participó Riobóo.
Y fue precisamente ese tuit el que no solo
reposteó sino hasta comentó el expresidente Felipe Calderón, mientras teorizaba
sobre la presencia del empresario en la conferencia de prensa.
Valeria Moy, directora general de la
organización México, ¿cómo vamos?, tuiteó que Riobóo representa un “enorme
conflicto de interés” en el tema de la cancelación del aeropuerto de Texcoco.
El perredista Guadalupe Acosta Naranjo
infirió que si bien el ingeniero mexicano no será contratista en Santa Lucía
“para eso existen los prestanombres”.
En
tanto, la periodista Katia D’Artigues preguntó si era correcto felicitar al
ingeniero Riobóo por la cancelación del aeropuerto de Texcoco.
Por su parte, el empresario Arne Aus den
Ruthen Haag incluso ironizó en su red social sobre la consulta y el empresario.
Sin embargo, AMLO afirmó este lunes que José
María Riobóo “no va a ser contratista” en las nuevas obras del aeropuerto de
Santa Lucía.
“El ingeniero Riobóo no tiene nada que ver
con el NAIM. Siempre me ha apoyado y lo considero uno de los mejores técnicos
en este tema”, afirmó López Obrador acompañado del ingeniero mexicano.
El tabasqueño señaló que se revisarán los
actuales contratos para ver si se puede llegar a un arreglo. Reiteró que con su
gobierno terminará la corrupción y el beneficio a unos cuantos grupos.
ACABAR
CON LA OBRA CUMBRE DE PEÑA
Cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de
México implica también poner fin a la obra más grande que anunció Enrique Peña
Nieto durante su sexenio, el 3 de septiembre de 2014.
Al menos así lo expresó el columnista
Salvador García Soto, quien escribió:
“Falta un mes para que acabe la actual
administración y pareciera que al presidente electo le corre prisa no sólo por
mandar la señal a sus 30 millones de votantes de que cumplirá con sus promesas
de campaña y con el mandato claro que le dieron las urnas de hacer un cambio
total en la política y la vida pública, algo que al entender del presidente
electo pasa por desmantelar todo lo que huela al peñismo, desde obras de
infraestructura, como el aeropuerto en Texcoco, hasta reformas como la
educativa y la energética”, escribió García Soto.
El periodista Álvaro Delgado escribió en El
Heraldo de México que el mensaje de AMLO, a un mes de tomar posesión como
presidente de México, es “inequívoco”: reducir a cascajo la obra insignia de
Enrique Peña Nieto.
Esto, con el fin de “reafirmar la autonomía
del Estado y trazar los linderos entre el poder económico y el poder político.
Es el estilo personal de ejercer el poder de López Obrador y que contrasta con
las formas de la política tradicional, como el Pacto por México, que no
consultó ni a partidos ni al Congreso, menos a los ciudadanos”, comentó Delgado.