* Hugo
Gutiérrez, otro Duarte * Caerán
“manzanas podridas”, dijo JDO *
Criminales coaccionan a periodistas, dice el titular de Seguridad * No hable, denuncie * Mary Vázquez succiona, solapada por Rocío
Nahle * Síndica vapulea al alcalde de
Coatza * Amado: hacia el desafuero por
el caso Eva Cadena * Gracias,
pejezombies, el video pegó
Mussio Cárdenas
Arellano | 05 enero de
2018
Tribuna Libre.- Duarte y el secretario de Seguridad
desprecian igual. Aquel pregonando que con sacudir el árbol de la prensa,
caerían “manzanas podridas”, reporteros implicados con mafias y capos, y Hugo
Gutiérrez apunta que hay “periodistas malos” que sirven a la delincuencia, que
son coaccionados, presionados para atacar.
Hay “policías malos” —vocifera el secretario—
y “periodistas malos”, los que no reflejan que viene a Veracruz desde su natal
Nuevo León a atacar de frente al crimen organizado.
Son “periodistas malos” —precisa— que se
mueven en la sombra de la delincuencia, “distorsionando información a sueldo”.
Y así criminaliza a los periodistas el
secretario de Seguridad Pública del naciente desgobierno de Cuitláhuac García.
Respira por la herida desde que lo hicieron
trizas los medios de comunicación, exhibido en videos y fotos con la pistola al
cinto, como zeta o chiva, como los matones y los sicarios, hablando a padres y
maestros, y menores de edad, en la escuela Gonzalo Aguirre Beltrán, justamente
de seguridad.
Aquel día —diciembre 11—, en Coatzacoalcos,
lo acompañaba el secretario de Educación, Zenyazen Escobar García. Y su misión
era sofocar el fuego atizado por los malosos, los cobradores de piso, los de la
cuota mensual; atenuar los miedos, negar amagos y amenazas y dar un golpe de
autoridad.
Aquel día, Hugo Gutiérrez Maldonado llegó a
transmitir tranquilidad, pero con el arma al aire, encajada en el cinturón, se
mostró falaz.
Apanicados por el amago de la clase zeta,
padres y maestros contaban entonces que tipos embozados llegaban a los centros
escolares y exigían dinero a cambio de no tomar sus vidas.
Otros relataban historias siniestras: que los
malos pretendían llevarse tres niños, forzando el pago de cuotas, generando un
clima de terror. El audio corrió por las redes sociales sin que nadie lo
pudiera parar.
Maestros y padres acordaban adelantar el
período vacacional de diciembre. Suspendían clases al margen del calendario
escolar, ignorando a Zenyazen, sin fumar al gobernador Cuitláhuac García,
salvando su integridad.
Vivíase, pues, una psicosis brutal.
Y el secretario fue enviado a ofrecer paz.
Y llegó con la pistola al cinto.
Lo que dijo se olvidó. Que si va con todo
contra la delincuencia y su poder letal, que si la fuerza del estado se habrá
de imponer, que si nadie tiene nada que temer.
Dejó en el imaginario colectivo la estampa
del hombre de cabello entrecano, voluminosa figura, que pasa al atril y se
dirige a padres y maestros. Y apenas lo observan nadie pela su rollo mareador.
Todos ven el arma. Todos cuestionan por qué así, armado, en un plantel escolar.
Y Hugo Gutiérrez, cuestionado por la prensa,
por qué el arma al aire, respondió como shérif de pueblo, soberbio, invitando a
verlo en el campo de tiro, más certero y con más tino, todo un campeón.
Al día siguiente, feroz la tormenta en los
portales de internet, atizada en las redes sociales, Hugo Gutiérrez debió
ofrecer una disculpa para atenuar el error.
A la distancia, la herida del secretario de
Seguridad de Veracruz vuelve a supurar.
Notiver recoge sus palabras y refleja sus
rencores. Se queja de la prensa que no consiente, que no adula, que no se hinca
ante el poder. Se duele que en aquel episodio se le haya mostrado con el arma
en la cintura.
“Yo entiendo lo que es la política y cuando
son cuestiones políticas yo ni me mortifico, porque ¿cómo se mata la política?,
trabajando. Al darte cuenta que estás trabajando se mata la política. Yo a
veces lo que tengo miedo que pase es que así cómo hay ‘policías malos’ también
hay ‘periodistas malos’ ”.
Y apunta:
“Entonces yo pienso que a veces la
delincuencia organizada puede estar presionando o puede estar diciéndole algo a
algún periodista que me pregunte o que eche y más cuando venimos con las
intenciones de atacarlos de frente. Entonces en esa situación yo les mencioné
que los iba a atacar de frente y ningún periodista sacó la nota esa. Entonces
eso sí me sorprende”.
Algo miope el secretario de Seguridad. La
nota fue verlo armado frente a alumnos de una escuela, no sus alardes de
combate a la delincuencia.
Hoy, la nota es la criminalización de los
periodistas. “Periodistas malos” que son coaccionados, presionados por el
crimen organizado, según él, para atacarlo. “Periodistas malos, según le reseña
Notiver, “que estarían distorsionando información a sueldo”.
Hará cuatro años otro bruto y procaz habló
como él. Fue Javier Duarte. Asistía en Poza Rica —1 de julio de 2015— al
festejo de la libertad de expresión y ahí, ante periodistas, lanzó el discurso
que lo marcó como un furibundo enemigo de la prensa.
“Pórtense bien —expresó el ex gobernador—.
Todos sabemos quiénes andan en malos pasos, todos sabemos quiénes tienen
vínculos y quienes están metidos con el hampa”.
Y su frase demencial:
“Vamos a sacudir el árbol y se van a caer
muchas ‘manzanas podridas’. Yo espero, verdaderamente se los digo de corazón,
que ningún trabajador de los medios de comunicación se vea afectado por esta
situación; vienen tiempos difíciles, pero sólo afectarán a los reporteros que
tienen una vinculación con grupos criminales”.
Agregó:
“No hay que confundir libertad de expresión
con representar la expresión de los delincuentes a través de los medios”.
Refirió que los criminales son “gente que no
tiene corazón, no tiene alma, son como animales (…) Como dicen en la iglesia,
hagan un examen de contrición, pues cada quien sabe en qué pasos anda”.
Y remató:
“Pórtense bien, háganlo por ustedes pero
también por mí, porque si algo les pasa a ustedes al que crucifican es a mí”.
Un mes después —julio 31—, fue asesinado
Rubén Espinosa Becerril, reportero gráfico que colaboraba con Cuartoscuro, AVC y
Proceso, fundador de Voz Alterna, de imágenes que impactaban, la denuncia
implícita en cada toma, la protesta social.
Había huido de Veracruz, asediado por el
gobierno de Javier Duarte, siguiéndole los pasos sus sabuesos, amedrentado cara
a cara, ubicado en la Ciudad de México.
Se le halló en un departamento de la calle
Luz Saviñón, colonia Narvarte. Presentaba huellas de tortura, disparos de bala.
Con él, cuatro cuerpos de mujeres, entre ellos el de Nadia Vera, activista y
luchadora social, que también emigró de Veracruz y en una entrevista con
Rompeviento TV responsabilizó a Javier Duarte y su gobierno de lo que le
pudiera ocurrir.
Y ocurrió. Y detonó el escándalo que ya no
soltó a Javier Duarte hasta que cayó.
Hugo Gutiérrez Maldonado anda así. Criminaliza
periodistas, los categoriza —“periodistas malos”—, les imputa vínculos con la
delincuencia, que los usan para atacar y que distorsionan la información por
dinero.
Rebasado por la inseguridad, designado en la
SSP sin la dispensa del Congreso por tratarse de un no nacido en Veracruz,
sigue buscando a quien apretar por el show de la pistola al cinto.
Y su mejor carnada es la prensa que lo
criticó.
“Periodistas malos” —fustiga— que sirven a
los malosos.
Archivo muerto
Tras las enaguas de Rocío Nahle, Mary Vázquez
también succiona. Se lleva 464 mil pesos al mes del erario de Coatzacoalcos por
servicios difusos, etéreos, uno que otro diseño gráfico, facturados por la
empresa MARVAZ, de María Cruz Vázquez Guízar, y los 50 mil pesos de su beca
como “coordinadora de asesores” del alcalde Víctor Manuel Carranza. Recauda en
Agua Dulce, admitido ya por el alcalde Sergio Guzmán Ricárdez, quien tiene al
municipio en el olvido mientras su parentela pulula en la nómina y los alardes
de austeridad se mueren con el derroche y el dispendio que distinguen al edil y
a la pandilla real. Succiona doña Mary Vázquez millones al mes en gobiernos y
alcaldías, solapada por Rocío Nahle, la senadora con licencia, hoy titular de
la Secretaría de Energía, adonde la confinó Andrés Manuel López Obrador,
frustrándole la obsesión de dirigir Petróleos Mexicanos, lo que sí habría sido
una desgracia para el país. Desatado el escándalo por el casi medio millón por
mes que cobraba MARVAZ en el ayuntamiento de Coatzacoalcos, Rocío Nahle vio que
el fuego le podía llegar. Y saltó a decir que no tiene voceros y que no es
responsable de lo que otros se lleven del cajón. Pues sí tiene vocera y es Mary
Vázquez. Así consta en el directorio de funcionarios del gobierno federal y en
el historial de la señalada en Linkedin, a quien se le ubica como directora de
Comunicación Social de la Secretaría de Energía del gobierno federal. en la
Sener también se succiona. Mucho pago para tan poca efectividad. Mary Vázquez
recaudaba y el alcalde Víctor Carranza cada vez se empina más… Gobierna Víctor
Carranza con un gang triple A. Unos falsifican actas de cabildo, otros violan
procedimientos administrativos, unos más asignan obras sin licitación, otros
más pagan facturas de manera ilegal. Hay quien realiza negocios al amparo del
poder. Hay un truhán sin gracia, Joel Arellano Torres, que usa a la prensa, que
margina a la prensa, que amenaza a la prensa. Hay otro bribón, el director del
Jurídico Municipal, Agustín Jiménez, que usa el acta apócrifa en un juicio de amparo
y provoca dos denuncias penales, hasta ahora, que ya caminan en la Fiscalía de
Veracruz. Hay otro rufián, el secretario del ayuntamiento de Coatzacoalcos,
Miguel Pintos Guillén, el que junto con su consentida Yolanda y su hermano
Mario, controla la Tesorería Municipal, y es quien certificó el acta de cabildo
falsa. Polémica, atacada por unos, defendida por otros, la síndica Yazmín
Martínez Irigoyen realiza así la disección del ayuntamiento, exhibiendo el
desvío a los postulados de Morena, la traición del grupo de Rocío Nahle a
Andrés Manuel López Obrador, el saqueo en toda su expresión. Su entrevista
corre en las redes sociales, generando dolores y provocando rabietas, sacando
lo peor de muchos, y generalizando la certeza de que Víctor Carranza erosiona a
Morena, le resta votos, lo sume en el caos y lo lleva hacia una debacle de
poder y una segura derrota electoral en la contienda de 2021. Odiada por unos,
defendida por otros, Yazmín Martínez Irigoyen sabe de la hipocresía del
cabildo, de la sonrisa y la puñalada, la peor de todas la que le asestó el
alcalde Carranza. “No me lo esperaba de él”, resume. Vapuleada histórica y,
saben qué, habrá más… Anda en la penumbra política Amado Cruz Malpica y pronto
será en la oscuridad. Lideró una asonada contra Cuitláhuac García, el
desgobernador de Veracruz, intentando arrebatarle el control del Congreso
estatal. Partió la fracción parlamentaria de Morena en dos. Le regateó el
liderazgo en la anterior Legislatura a Zenyazen Escobar García, entonces
diputado, hoy secretario de Educación, el consentido del gobernador —¿será que
le baila en corto?—. Y al final, traicionado hasta por Mónica —La Chupiux—
Robles, quedó en la orfandad. Ya se reactiva una embestida legal, quizá la
denuncia interpuesta por la ex diputada Eva Cadena Sandoval por los videos que
sacudieron a la opinión pública nacional, pero que por su origen ilegal no
pudieron fincarle responsabilidad y volvió sin culpa al Congreso de Veracruz.
Interpuesta el 15 de febrero de 2018, la denuncia de hechos implica a Amado
Cruz Malpica, el diputado por Coatzacoalcos. De proceder, habrá juicio de
desafuero, aleccionados los diputados de Morena de conceder el retiro de la
inmunidad. Ahí se consumará la venganza de Cuitláhuac García contra quien
lideró —aunque Rocío Nahle participó en el complot— la asonada para atar de
manos al gobernador desde el Congreso… Únicos como son, los pejezombies saben
potenciar sus lodos y sus rencores. Y dar rating. Denostando a quien esto
escribe por la entrevista en video a la síndica Yazmín Martínez Irigoyen,
imputando acusaciones de cocainómano, que tendrán que probar, y de tener
vínculos con el crimen organizado, que tendrán que probar, lo único que
provocaron fue una carretada de elogios a la edil de Morena por denunciar la
corrupción y una cascada de condenas al alcalde Víctor Carranza por el caos
político, la ínfima obra municipal, la creciente corrupción, el uso de un acta
falsa de cabildo para echar a las ligas de futbol de la Unidad Deportiva Miguel
Hidalgo, y diversas transgresiones a la ley. De la parte legal, luego les
cuento. Gracias pejetontos, el video causó el efecto planeado…