* La otra historia, contada por el blog de Luis Velázquez * Un
militar, el crimen organizado y el silencio oficial * La lengua larga del
Cisne Silva * Gina enlodaba con correos electrónicos a los periodistas,
admite * Carlos Vasconcelos trina contra el alcalde * Poncho’s Gym
hace competencia desleal * Alianza por Coatzacoalcos se va por la
libre * Amante hoy, primera dama después.
Mussio Cárdenas Arellano | 27 febrero de 2014
Tribuna Libre.- A nadie lo matan por llamarle “cantina de mala
muerte” a una cantina de mala muerte. Los matan, como a Goyo Jiménez de la
Cruz, por indagar y meter la nariz en un negocio más sórdido: la trata de
blancas, el comercio de carne, el tráfico de migrantes, la esclavitud sexual.
Goyo Jiménez, el reportero de Notisur, Liberal del
Sur y La Red, atesoró esa información y documentó el secuestro de
indocumentados, los hechos de sangre, las agresiones, pero también la impunidad
que nace de la complicidad y el disimulo oficial; la falta de acción de la
policía, pues más vale un “entre” que cumplir con el deber legal.
Ahí, en El Palmar, la cantina de Teresa de Jesús
Hernández Cruz, autora intelectual del levantón y crimen, según el gobierno
duartista, hubo de todo y hasta lo impensable: ofrecían refugio a migrantes
centroamericanos y luego los retenían; a las mujeres las convertían en meseras,
una opción de trabajo mientras proseguían su camino a la frontera, y después
debían vender sexo.
Sabida, conocida la historia, a la vista de todos,
Goyo Jiménez penetró como pocos en las entrañas de El Palmar y el bajo mundo en
que se movía su dueña, hasta que la mañana del miércoles 5, a las puertas de su
hogar, en Villa Allende, municipio de Coatzacoalcos, un comando lo “levantó”.
Desaparecido, nada se pudo hacer para hallarlo. La
policía actuó con pasmosa lentitud. Se le habló pero llegó dos horas después,
según la viuda, Carmela Hernández.
Goyo Jiménez provocó que la prensa se uniera, que
saliera a las calles, que ejerciera presión, que apretara al gobierno de
Veracruz. Exigió acciones, motivó reacciones, marchas y manifestaciones en todo
México y actos de solidaridad a nivel mundial.
Se sabría luego que al periodista lo mataron el
jueves 6, un día después de su plagio, que fue torturado, que imploraba perdón,
que lo trataron con saña y finalmente lo degollaron. Su cadáver fue hallado en
una fosa clandestina, el martes 11, en el poblado Polanco, en la colonia J. Mario
Rosado del municipio de Las Choapas, zona de tráfico de migrantes, de robo de
ganado, refugio de delincuentes y matones, el feudo del diputado local Renato
Tronco.
Ignorada por la Procuraduría de Veracruz, por el
gobernador Javier Duarte de Ochoa, esa pista va más allá de la venganza
personal que se reduce a que Goyo Jiménez escribió que El Palmar era una “lugar
de mala muerte” y que hubo un conflicto amoroso entre la hija del periodista y
el hermano de la dueña de la cantina, con una agresión perpetrada por Teresa de
Jesús Hernández Cruz.
Trata de blancas, privación ilegal de migrantes,
prostitución obligada, la complicidad de la policía y el encubrimiento político
al crimen organizado, conforman la pista que el gobierno duartista no quiere
tocar.
De ese tema habló el portal blog.expediente.mx,
del periodista Luis Velázquez, en su sección Crónicas, el 13 de febrero, dos
días después del hallazgo del cadáver.
Teresa de Jesús Hernández, “la mesera”, “Mamá
Tere”, como le llaman, había enfurecido por la nota de Goyo Jiménez en que
reseñaba un pleito en la cantina El Palmar, con saldo de un herido, Gilberto
Torres Reyes, vecino de la colonia Miramar, que pudo salir y pedir auxilio.
Juró la mujer cobrarse el “agravio” porque en el voceo le enlodaban su congal.
Lanzó amenazas y luego se las escupió a Goyo Jiménez cara a cara.
No era esa información el motivo de sus rencores,
de su ira, sino saberse descubierta en su negocio real: el tráfico de
indocumentados y los servicios sexuales obligados.
Dice blog.expediente.mx
“Y es que para muchos vecinos, no es extraño que la
mesera empleara a mujeres con nacionalidad salvadoreña, hondureña,
guatemalteca; mujeres que llegaban ahí con la promesa de ir al norte del país,
para luego conquistar el sueño americano, pero en ese andar, se topaban con
este tipo de trabajos, mesereaban, daban servicios sexuales y luego se las
volvían a llevar. Sin embargo, las autoridades a pesar que se enteraban de la
situación, nunca hicieron nada. Quizá, recibían dádivas, descuentos, por no
ejercer acción legal en contra de los administradores del bar.
“Goyo Jiménez, siempre denunció en sus notas
informativas lo que sucedía en el Allende que lo vio nacer, crecer y hacerse un
hombre de trabajo, ahí en esa comunidad, donde estudiaban sus hijos, y donde el
ambiente de ilegalidad es lo que impera; en ese nido —dicen los vecinos— de
delincuentes, pero que ninguna autoridad se ha detenido a frenar.
“No sólo contó lo que pasó esa vez en el bar, la
riña que dejó ver que en esa palapa había ilegalidad. Existía una lucha de
poder y una venta de sexo irracional; también denunció que en el bar escondían
a ilegales, que eran llevados, para luego continuar su camino al norte de
México. Es decir, Teresa, la presunta autora intelectual, era pollera”.
Refiere el texto blog.expediente.mx que
una de las hijas de “Mamá Tere” se hizo amante de un militar avecindado en
Hueyapan de Ocampo. Vivieron su amorío. Él, Sergio Servando Montalvo, pasaba
más tiempo con la hija de Teresa Hernández que en su casa grande, pero en 2011,
un amigo suyo, Gaspar Gómez Jiménez, llegó a la alcaldía de aquel municipio. Lo
nombró inspector de policía, en cuya gestión proliferaron asaltos, robos y
secuestros. Luego rompieron.
“Sergio Servando Montalvo, el soldado, regresó a
Coatzacoalcos. Volvió a Allende, en busca del amor que encontró en la hija de
‘Mamá Tere’ y al que nunca renunció, ya no como parte del Ejército Mexicano,
como elemento municipal. Volvió —según él— como un integrante de la
delincuencia organizada y si su suegra antes se sentía protegida, ahora era
peor. Tenía el campo libre, todo a la disposición para cometer actos delictivos
en el bar ‘El Palmar’, actos que el reportero Goyo Jiménez, narraba en sus
notas informativas para los medios La Red y Notisur, para los que trabajaba”,
refiere blog.expediente.mx.
Citlali Sáenz Hernández, hija de “Mamá Tere”, dice
el blog del periodista Luis Velázquez, también profirió amenazas contra Goyo
Jiménez de la Cruz. Citlali era la amasia del soldado Sergio Servando Montalvo.
Soberbia y engreída, “le advirtió a toda la familia, que no se siguieran
metiendo con ellas, porque les iba a pesar y que ellos más que nadie sabían
quien era su marido, donde trabajaba y lo que era capaz de hacer”.
Remata blog.expediente.mx:
“Así fueron las amenazas en contra de Gregorio
Jiménez de la Cruz por parte de un par de mujeres, que dieron cobijo al crimen
organizado, que vivieron toda su vida en la ilegalidad, protegidas por las
autoridades, sin que nadie pudiera hacer y detenerlas”.
Teresa de Jesús Hernández está en prisión, sujeta a
juicio, acusada de ser la autora intelectual del levantón y muerte del
periodista. ¿Y su hija Citlali, por qué no?
A nadie lo matan por llamarle “cantina de mala
muerte” a un tugurio como El Palmar, pero sí por descubrirle a “Mamá Tere”, la
pollera, su negocio de trata de blancas, de tráfico de ilegales, de comercio y
esclavitud sexual, del que hizo víctimas a decenas de mujeres indocumentadas
que vieron frustrado su viaje a la frontera.
Goyo Jiménez lo investigó y documentó. Pero de esa
pista nadie quiere saber.
¿Por qué?
Archivo muerto
Cola larga y lengua más larga, la de Alberto Silva
Ramos, nuevo coordinador de Comunicación Social en el gobierno de Veracruz: en
los tiempos de María Gina Domínguez Colío, su antecesora, hubo guerra de lodo,
vía correos electrónicos, contra la prensa incómoda. Sabíalo medio estado, pero
ahora sí, oficialmente y por primera vez, admitido. No era aún Silva el vocero
del desastre duartista. Faltaban horas y en confianza, lejos de las cámaras y
las grabadoras, en Coatzacoalcos, el Cisne de Tuxpan incurría en una delación
reveladora, impresa en las páginas de Notiver, nota de Víctor Pineda, el jueves
20: “las redes sociales seguirán pero se eliminarán los ‘bots’ que difunden
acciones de gobierno y los correos que golpean a periodistas”. Gina Domínguez,
Madame Perversa, exhibida por su sucesor como la mente manipuladora que a
partir de tretas informáticas daba rienda a la descalificación de los
periodistas críticos, los que cuestionan los desatinos y zarandajas del
gobernador de Veracruz. Vaya pues con el nuevo vocero que a horas de ser
designado ya hablaba de más y ponía a la luz las suciedades de Gina, una joya
de revelación, y también de indiscreción, usados los recursos públicos para
arremeter contra la prensa incontrolable, obviamente desde la cobardía del
anonimato, con tufo fiel y mano duartista. Algo de semejanza tiene con lo que
ocurre en Quintana Roo, allá donde opera Othón González, el de las maletas de
Fidel hacia Panamá; algo que Lydia Cacho ya documentó y de lo que aún dará
mucho de qué hablar. Es malo tener la cola larga, pero tener la lengua larga es
peor. Don Cisne ya comenzó… Trina Carlos Vasconcelos Guevara, líder de la CTM
regional, contra el alcalde Joaquín Caballero Rosiñol, falto de palabra, sin
nada que honre la cuna que lo vio nacer. Había prometido el alcalde de
Coatzacoalcos que su regidor primero, Juan Pablo Sosa González, vasconcelista,
tendría la comisión de hacienda; no fue así, pues se la confirió a Felipe Ángel
Hernández Pulido, orgullo del nepotismo de Ramón Hernández Toledo, líder de la
Sección 11 del sindicato petrolero, marcelista, que por lo que se ve ya no
tiene de quien echar mano y opta por la familia y por alguien que sí se preste
a los cochupos que suelen hacerse con los recursos municipales. Para José Luis
Vasconcelos Ramos, sobrino del líder de la CTM, sería la Dirección de Comercio;
al final le salió que iría a Atención Ciudadana. Irritado, Carlos Vasconcelos
expresó: ni eso ni nada. Arrió las velas y zarpó a surcar otros mares. Se quedó
el alcalde Joaquín Caballero sin el apoyo de la CTM, uno de los tres sectores
del PRI, políticamente una mala señal. Cuentan los insiders que allá, en su
residencia de Zamora, en vivo, un florido repertorio de mentadas profirió
Vasconcelos… Arranca su programa de acción Alianza por Coatzacoalcos, incluida
su base legal y la afiliación de gestores en colonias y congregaciones.
Jefaturado por Víctor Márquez Fernández y José Manuel Villegas Pérez, Alianza
por Coatzacoalcos tendrá en 2015 propuesta independiente para la diputación
federal. Por lo pronto, hay en su corto historial cuatro figuras que impulsaron
en la contienda municipal y que pudieron llegar al ayuntamiento de
Coatzacoalcos: Juan Manuel Rodríguez Caamaño, Noriel Prot Álvarez, José Antonio
Chagra Nacif y Gersaín Hidalgo Cruz, el primero secretario del ayuntamiento y
los otros tres, regidores. El próximo año, según sus dirigentes, Alianza por
Coatzacoalcos se va por la libre… Queja justificada del propietario de un
gimnasio ubicado en la segunda calle de Quevedo: en el edificio de tesorería le
hacen competencia desleal. Ahí, en el quinto piso, funciona el Poncho’s Gym,
zona reservada para musculosos y metropuñales, los de abdomen marcado, al gusto
de la cofradía reinante. A diario hay pasarela, observados tras un cristal
polarizado, con expresión única: este sí, este no, este sí, este no. ¿Cuánto le
cuestan al erario esos caprichos y tanta excentricidad?… Sentencia municipal:
amante hoy, primera dama después. Recuérdese a la secretarias del funcionario de
obras o a la asesora del secretario, y por ahí se apuntan las bailarinas del
síndico, las damas de hierro. Para dignificar la política…
twitter: @mussiocardenas