* El gobernador y la negación de la realidad * El narco y su
dominio sobre Veracruz * Pepe Yunes y los millones de Theurel *
Espectaculares del senador por todo Veracruz * Cosechó Fidel el odio que
sembró * Hasta de narco lo trata Tronco * Arma el MP canallada
contra Inés Valladares
Mussio Cárdenas Arellano | 30 octubre de 2014
Tribuna Libre.- Javier
Duarte es insensato. Traduce la descomunal violencia de Veracruz al simplista
robo de Frutsis y Pingüinos en los Oxxo, o se deja devorar por un escándalo, el
de la chica bisexual que de Seguridad Pública salta las redes sociales y ahí
muestra las carnes en fotos picantes, o la ingobernabilidad por miedo en
Acultzingo. Así desgobierna el gordobés.
Frívolo, etéreo, caricaturizó Duarte la figura de
gobernador, su figura, cuando resumió, minimizó, redujo a nada la inseguridad y
el avance del crimen organizado en Veracruz: “Hoy hablamos de robos a negocios,
que se robaron un Frutsi y unos pingüinos en un Oxxo”. Lo demás no existe.
¿Y los secuestros? ¿Y los alcaldes y ediles
asesinados? ¿Y los jóvenes desaparecidos por la policía y luego hallados en
fosas clandestinas? ¿Y los extorsionados, comerciantes y no comerciantes,
dueños de antros, restauranteros, petroleros, médicos, abogados, todo el que
tenga un nivel de vida aceptable? ¿Y los empresarios y periodistas ejecutados?
Hay más que Frutsis robados y Pingüinos plagiados
en los Oxxo, o Sabritas y Fritos sometidos a la extorsión. Insultante, la
declaración del gobernador sólo hace pensar que en Duartilandia lo bueno es
malo y lo malo es bueno, su mundo al revés, peor que si se viviera intoxicado
por alguna droga o embrutecido por el alcohol.
Retumba, sin embargo, la frase del doctor Duarte de
Ochoa y merece la reflexión:“Antes se hablaba de balaceras, de asesinatos, de
participación de la delincuencia organizada y hoy hablamos de robos a negocios,
que se robaron un Frutsi y unos pingüinos en un Oxxo. Es parte de la dinámica
que hemos venido fortaleciendo, hemos avanzado de manera significativa”.
¿Antes?
Se voló don Javier. En su estadística criminal no
hay secuestros, extorsiones, levantones, asesinatos, robos en la calle, asaltos
a domicilios y negocios. Su récord, el récord oficial, lo marcan los Frutsis y
los Pingüinos, el robo de ellos que seguro Los Zetas y los Golfos perpetran en
los Oxxo.
Su lógica es aberrante. Veracruz es rehén del narco
y el gobernador vive en un mundo virtual, la realidad del arco iris, Matrix
versión jarocha.
Sea por cinismo o sea por ignorancia, no se puede
negar la brutalidad de la violencia que agobia a Veracruz. Hay delincuencia por
incapacidad de la policía, o por su complicidad. Hay impunidad porque los
tribunales están al servicio de los infractores de la ley que saben cuánto
pagar. Hay sangre en las calles porque desde los tiempos de Fidel Herrera en el
gobierno se entregó el territorio veracruzano a las bandas criminales. Pero el
gobernador dice que sólo se habla de Frutsis y Pingüinos robados.
Duarte sigue en la luna y no tiene para cuando
regresar. Veracruz se le deshizo entre los dedos, lo pulverizó, lo llevó a
niveles de vergüenza y hoy es segundo lugar nacional en secuestros y uno de los
cuatro estados donde más ediles son ejecutados.
Veracruz es tierra donde el más grande aliado del
crimen organizado es el gobernador. Javier Duarte está de su lado cuando niega
los niveles de violencia que agobian a la sociedad, cuando asegura que ya no se
habla de secuestros, extorsiones y asesinatos, y la realidad nos muestra que la
violencia está igual o peor que antes. Hay omisión pero, sobre todo, un afán
irreflexivo de mostrar a Veracruz como un paraíso cuando está lo más cercano al
infierno.
Duarte es una contradicción esférica. Dice el
gober-bola que ya no se habla de violencia. ¿Entonces qué caso tenía la
conformación de la Fuerza Civil, la corporación de élite que refuerza las
tareas de la policía acreditable? Si ya no hay secuestros y crimen, ¿por qué
vive rodeado de guaruras, sus hijos estudiando en el extranjero, los tíos y la
abuelita de su esposa Karime con vigilancia permanente en Coatzacoalcos, la
policía a su servicio, policía que le cuesta al pueblo?
Inofensivos, los Frutsis y los Pingüinos no
intimidan a nadie, ni a los que se los roban. El peligro son los políticos que
se sirven de las instituciones para agraviar a la sociedad, Javier Duarte a la
cabeza de esa cruzada.
Segundo caso. Reducido a nada, políticamente
reventado, Duarte de Ochoa fue devorado por el escándalo de Michaelle Arano,
una joven empleada de la Secretaría de Seguridad Pública de atropellado
historial, que donde va deja huella.
Con escasa ropa, los glúteos en primer plano, unos
lentes de los cuales pende la figura en plástico de un pene, y una confesión de
bisexualidad, como resumieron los medios de comunicación y su cuenta de
Twitter, Michaelle Arano, Lady SSP pasó de la oscuridad al estrellato y de ahí
al abismo cuando se dijo que sería la nueva directora de Radio y Televisión de
la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz.
Fue viral en las redes sociales, la balconeó la
prensa nacional, mereció espacios y mofas en El Matutino Exprés de Esteban
Arce, en Foro TV, y hasta que crujió el gobierno de Javier Duarte, se aclaró
que no es funcionaria sino encargada de monitoreo de medios en la SSP.
Es lo mismo. Con ese perfil, el bikini, sus
desfiguros, el pene sintético en la nariz y su condición de “funcionaria” en el
equipo del secretario Bermúdez, el escándalo atrapó de nuevo al desgobernador.
“Me da mucha risa cuando les digo que soy bisexual
y me diga: ¿Pero si estás bonita por qué? ¿Acaso tiene eso algo que ver con mis
gustos?”, refirió Lady SSP en su cuenta de Twitter, que luego ocultó al
convertirla en privada, una vez que el mundo se le vino encima.
Michaelle Arano no fue un distractor efectivo ante
el desaire del secretario de Gobernación federal, Miguel Ángel Osorio Chong,
que no llegó a encabezar el inicio de la Fuerza Civil. Ambos hechos, Lady SSP
en las redes y las mofas al gobernador por el vacío del secretario Chong,
cobraron fuerza, se diseminaron, dominaron sus respectivos espacios en redes y
medios de comunicación no controlados. Al final de la jornada, uno y otro
apabullaron a Javier Duarte.
Tercer caso. Veracruz vive ya problemas de
ingobernabilidad. Carecen de solvencia moral sus autoridades. El terror se da
en zonas donde el crimen organizado gobierna a través de los cabildos, la
policía está infiltrada o pagada para informar, encubrir y solapar. Un caso es
Acultzingo.
Acultzingo es el caos. Un alcalde y su antecesor se
esfuman. Uno es visto el 16 de septiembre y luego desaparece. El otro el 4 de
octubre y después no hay más de él.
Ahí, en Acultzingo, fue hallado, el 1 de
septiembre, un campo de adiestramiento de Los Zetas. Lo intervino el Ejército.
Detuvo a quienes eran entrenados y a quienes lo resguardaban. Se supo de él,
según se dijo, por una delación.
Dos semanas después, el 16 de septiembre, el
alcalde Salomón Cid, presidió su último evento y desapareció.
Tres semanas más tarde, el 4 de octubre el ex
alcalde Cándido Morales Andrade, de extracción perredista, se esfumó. Apareció
el domingo 19 en el río Blanco. Tenía tres balazos. Sufrió tortura. Lo
ejecutaron.
Del 16 de septiembre a la fecha, Acultzingo está al
garete. El síndico no asumió el cargo. El alcalde no solicitó licencia. El
Congreso no intervino ni designó autoridad. Y cuando estalló el escándalo —un
ex alcalde ejecutado, un alcalde fugado—, dijo que todo era confusión.
Advirtió que el alcalde Salomón Cid solicitó
licencia el 23 de octubre. O sea, 37 días después de haberse ausentado y justo
cuando se supo de la ejecución de su antecesor.
Maquilla el Congreso el vacío de poder. Disfraza el
caos. Veracruz está en manos del narco, de los narcopolíticos, de la
narcopolicía. Algunos alcaldes son sus halcones, sus informantes, y quienes no
lo son, o se fugan o son ejecutados.
Duartilandia no es un paraíso ni la tierra del
nunca jamás. Duartilandia es un escenario de ingobernabilidad con un Javier
Duarte omiso, rebasado, que niega la realidad porque aceptarla es admitir un
fracaso.
Luis XIV dijo: “El Estado soy yo”.
Javier Duarte dice: “El caos soy yo”.
Archivo muerto
Poderoso caballero es don dinero. Y así, Marco
César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta madre”— compra su espacio en el círculo
de José Francisco Yunes Zorrilla. Pregona que de su cartera salió el recurso
para inundar Veracruz entero de espectaculares alusivos al informe de
actividades del senador, que tanto han irritado a la oposición y que le
permitieron decir que la de Yunes Zorrilla es una campaña adelantada. Muchos
millones hay ahí, en miles de espectaculares a pie de carretera, desde Pánuco hasta
Las Choapas, del fidelismo para el Yunes rojo. Cantidad, pues, y no calidad es
lo que mueve a Pepe Yunes. Que lleguen los millones, sean sucios y de origen
dudoso, pero que lleguen. Cuentan que Pepe Yunes se resistía a tener a Marcos
Theurel como financiero de su pre-pre-precampaña, pero que Luis Videgaray, el
vicepresidente de México, lo animó. Marquitos supo invertir en el proyecto Peña
Nieto —¿80 millones en efectivo?—, obvio con lo que sacó de la Secom en tiempos
de la “plenitud del pinche poder” fidelista y de las arcas del municipio de
Coatzacoalcos cuando fue alcalde. Por lo pronto, ya compró al senador Yunes
Zorrilla, el que decía ser diferente a todos. Sí, como no... Como los malos
agricultores, recogió una cosecha de sinsabores Fidel Herrera Beltrán en su
paso por Veracruz. Lo desairó la clase política, recibió el repudio de la
mayoría y todavía el diputado Renato Tronco Gómez le dio categoría de
narcotraficante. Llegó a Coatzacoalcos el lunes 20 y encabezó la Semana de
Ciencia y Tecnología del CBTIS 85. Fidel ya no prende a los priístas, no
enciende a lo que un día fue el fidelismo ni entusiasma al electorado. Rufián
de marras, dejó a Veracruz con una deuda descomunal —34 mil millones de pesos,
según Javier Duarte—, corrupción a morir, endeudamiento interminable, pobreza
por todas partes, riqueza en unas cuantas manos, la educación en su peor nivel,
analfabetismo, desigualdad social, violencia e inseguridad, y el estado a
merced del crimen organizado, convertido Veracruz en santuario de Los Zetas,
muerte, luto y dolor. Y todavía espera que le prodiguen aplausos. Tiene un
amigo, cuando menos: Renato Tronco, el diputado local, golpeador de su pueblo,
enriquecido a la vista de todos, descarado el inmundo. “Yo no niego a mis
amigos –dijo el legislador—, aunque sean narcotraficantes”. Y lo expresó en
alusión al ex gobernador de Veracruz, el cuate de narcoPancho Colorado. ¿Y en
manos de Fidel estará la suerte del PRI en la próxima elección federal? Por eso
está de plácemes el panismo, y más el yunismo azul. Ya tienen narco a quien
exhibir... En plenas barbas del subprocurador Ricardo Carrillo Almeida, el
Ministerio Público teje otra canallada contra la maestra Inés del Carmen
Valladares Lavín. Oculta una denuncia que la agravia, le conculca su derecho de
audiencia, aduce que está radicada pero no ratificada y la conmina a
presentarse con un abogado con cédula profesional cuando la ley dice que puede
hacerlo con alguien de su confianza. Ya en otro caso, un tribunal le cursó una
notificación a un domicilio que no es el suyo para evitar que declarara y que
perdía ese derecho. Inés del Carmen es la denunciante por falsificación de su
firma que tiene sujeta a juicio a Alicia Mena Brito Trejo, al abogado Julio
Enrique López Valenzuela, ambos amparados, y hasta ahora a salvo María
Amparo Elena Arens Medina (Helen Arens) y Margarita Gómez Ortiz, propietarias
del Instituto Educativo Margarita Olivo Lara. Vaya lío y todavía al
subprocurador Carrillo Almeida le pasan de noche que hay una denuncia contra
Inés Valladares y le conculcan su derecho a defenderse...
twitter: @mussiocardenas