* Compra, plancha, somete en Acayucan * Los
herederos de Cirilo, una comparsa * Los 30 millones de Los Zetas *
Fredy Ayala: los 300 mil y “un kilito de mota” * Una paternidad no
reconocida * Moisés Sánchez: el desafuero y las pruebas inconsistentes
del fiscal * Adán Escobedo, el rival más débil * Notisur:
violaciones laborales.
Mussio Cárdenas Arellano | 31 enero de 2015
Tribuna Libre.- Entre el
fidelismo, nadie como Erick Lagos Hernández para la tenebra, la ruindad
partidista, la creación de conflictos donde no los hay para luego sofocarlos y
lucrar con ellos, las artes oscuras y para sacudirse, como sea y al precio que
sea, una acusación por vínculos con la banda del narcotráfico que goza de la
plenitud del pinche poder en Veracruz: Los Zetas. Como Erick, nadie.
Erick Lagos es
único. Es el alumno predilecto de Fidel Herrera. Es quien pastorea, somete,
apalea y amarra a los enemigos. Es quien suplanta a Javier Duarte de Ochoa en
la tarea de desgobernar. Es quien vende candidaturas. Es quien será diputado
federal.
Plancha a todos el
ex secretario de Gobierno, pues si en Isla y los Tuxtlas, de donde procede,
siente el repudio hasta en el aire que respira, más en Acayucan que no es su distrito
y su solo nombre agravia al priísmo. A unos les da, a otros los pone donde hay
que para eso son las arcas públicas.
Su historial es de
miedo, marcado por los fierros del fidelismo, forjado en la tarea transar e
imponer, involucrado con lo peor del priísmo y con lo más dócil de la
oposición.
Acayucan es un
reto. Por eso se allegó los afectos de las hermanas Vázquez, Regina y Fabiola,
y de los hermanos Vázquez, José Jesús y Abel, la estirpe del ex cacique Cirilo
Vázquez Lagunes, muerto por las balas del narco en una emboscada al estilo
Colombia, dizque por la renta de los territorios rurales a una banda enemiga de
Los Zetas.
Regina y Fabiola,
políticas inventadas por las ocurrencias de su padre, simplemente lo dejaron
pasar, comprometidos sus votos, su operación, el cobro de favores a los
campesinos y ganaderos, quienes aun teniendo otros candidatos tendrán que
rendirse a Erick Lagos.
Regina, dos veces
diputada federal, una vez alcaldesa; Fabiola dos veces alcaldesa, una vez
diputada local, son la viva imagen del pragmatismo, la ideología inexistente,
la política para incrementar la fortuna, sus relaciones con los hombres de
poder, en una intimidad nunca antes sabida. Ricardo Landa, ex líder del PRI,
máscara de Fidel, es un caso en su haber.
José Jesús,
diputado federal por el PAN, hoy diputado local por el Partido Verde, que no es
más que la careta del PRI, dispara bala y también elogios. Sometido, pregona
que Erick Lagos es la octava maravilla veracruzana, “un candidato de lujo”
predestinado para la diputación federal en ese distrito donde nadie lo conoce y
ahora muchos lo repudian.
Abel Vázquez,
alcalde de San Juan Evangelista, el premio de consolación de la familia
Vázquez, no pudo ser algo en Acayucan, sojuzgado por las sobrinas que a la
muerte de Cirilo fueron mejores vistas —¡y cómo no!— por Fidel Herrera Beltrán.
Nadie más inquieta
a Erick Lagos. Tiene sometido al PRD, a la familia Condado, pues tres de sus
figuras relevantes, Brenda Abigail Reyes, Martha Patraca y Clemente Nagasaki
Condado Escamilla, son perredistas rojos, del clan de la fidelidad. El show lo
completa Rogelio Franco, líder estatal del PRD, dándole cuerda otros seis
aspirantes sin ninguna posibilidad.
Gregorio Barradas
Miravete, hechura de Cirilo Vázquez, fue diputado federal por Acayucan cuando
el cacique y su corte veían todo azul. Goyo estuvo en San Lázaro, vapuleaba a
Fidel Herrera, lo exhibía, le decía que en la elección para renovar el Congreso
estatal, en 2007, hubo dinero sucio y que la única fidelidad que se veía en Veracruz
era al narcotráfico.
Goyo fue electo en
2013 alcalde de Rodríguez Clara. Días antes de tomar posesión fue levantado y
asesinado. Lo mató el crimen organizado, supuestamente por operar para una
banda rival, supuestamente por su pleito con el PRI.
Su esposa, Xóchitl
Tress Rodríguez, quiso seguir sus pasos. Compitió por la diputación federal en
2012. Llenó expectativas, el cirilismo, el barradismo, el pueblo a su lado. Era
la candidata del PAN.
Tronó cuando se
difundieron las fotografías donde se besuqueaba con su amante, el diputado
federal priísta, Rafael Rodríguez. Posaba en poca ropa y una de ellas, una
selfie mostrando los senos al aire.
No ganó la
diputación. Tampoco la alcaldía de San Juan Evangelista en 2013, derrotada por
Abel Vázquez, en crisis los herederos del cirilismo.
Absorbida por
Javier Duarte, la viuda alegre llegó al gobierno de Veracruz, nueva directora
de Espacios Educativos, millones a su alcance, consentida por el gobernador, su
nueva joya. Un día, súbitamente, antes de concluir 2014, fue despedida y se
perdió en el olvido.
Allanado el
camino, poco le preocupa a Erick Lagos la oposición. Alfredo Tress, líder de
Alternativa Veracruzana, es su compadre. Los alcaldes de AVE en Acayucan y
Chacaltianguis ya operan a favor del ex secretario de Gobierno. Venció las
inercias en el PRI, sometió a las Vázquez, ignoró a los Vázquez, conquistó a
los perredistas, cooptó a los partidos de la chiquillada y sólo le inquieta el
Partido Acción Nacional.
Lo acusan de haber
comprado a César Misael Reyes Alcántara para que por 500 mil pesos, desistiera
de pujar por la candidatura del PAN. Erick Lagos lo niega, dice que ni lo
conoce. Parafrasea a Fidel Herrera: “El respeto al partido ajeno es la paz”. Y
Reyes Alcántara reaparece pero como candidato del Partido Encuentro Social, un
partido que orbita en torno al gobernador Javier Duarte. Más obvio no puede
ser. Quedan en la contienda Federico Salomón Molina y Rómulo Rayo.
En el bajo mundo
se mueve bien Erik Lagos. Sus amigos también. Uno de ellos, Fredy Ayala,
chiapaneco, su operador en el PRD, ex diputado local en Veracruz, fue detenido
—3 de agosto de 2012— con 300 mil pesos que no supo, no pudo o no quiso
explicar su procedencia. Una versión periodística señala que en el auto
apareció “un kilito de mariguana”. Pero Fredy la libró. Un poderoso funcionario
fidelista tomó el teléfono y fue liberado con disculpas al por mayor.
Su paso por la
Secretaría de Gobierno permitió conocer su peor faceta. Donde no habían
conflictos, los creaba, los atizaba, los olvidaba, y luego los sofocaba. Seguía
la máxima de Galio Bermúdez, en La Guerra de Galio, de Camín: los políticos no
están para resolver problemas sino para crearlos, acrecentarlos y luego
extinguirlos, previo lucro de ellos.
Pesa sobre el
terrible Erick una imputación explosiva: vínculos con Los Zetas. Surgió de una
declaración de un jefe regional de esa organización, Rafael Lucio Hernández,
alias “El Lucky”, el 20 de mayo de 2012. Dijo que un político de alto nivel en
el gobierno de Veracruz, de apellido Lagos, recibía sobornos por 30 millones de
pesos al mes para dejar que operaran y traficaran. El tal Lagos era su enlace
con el gobierno estatal.
Lo publicó el
periódico Reforma. Lo desmintió Erick Lagos. Dijo que en el reportaje se
menciona su nombre aunque el Lucky solo se refiriera a un personaje de apellido
Lagos.
Pacta con Dios y
con el Diablo Erick Lagos. Lo vinculan con el bajo mundo, con Los Zetas.
Plancha a sus enemigos, seduce a sus amigos, y su vida personal es objeto de
escarnio, incluida una acusación de paternidad fuera de matrimonio que no quiso
reconocer.
Acomodador de
“nachas” en el besamanos de Fidel Herrera, cuando era su secretario particular,
Erick Lagos va a ser candidato, luego diputado y desde ahí, con esa plataforma,
intentará ser gobernador de dos años en 2016.
Del pantano fiel a
una diputación. Lo que hay que ver.
Archivo muerto
Día 28. Inicia el
análisis de la solicitud de desafuero del alcalde de Medellín de Bravo, Omar
Cruz Reyes, en el Congreso de Veracruz. Le imputa la Procuraduría estatal la
autoría intelectual del plagio y crimen del periodista Moisés Sánchez Cerezo,
director y reportero del semanario “La Unión”. Este viernes la tendrá en sus
manos la Sección Instructora, presidida por el priísta Juan Manuel Velázquez
Yunes, uno de los vetados por el duartismo para ser candidato a diputado
federal por el distrito de Coatepec. Tramitó la solicitud de desafuero el
fiscal Bravo, alias “Culín”, el lunes 26. Omar Cruz Reyes será citado a
comparecer y ahí presentar sus alegatos para evitar que le sea retirado el
fuero. Va el expediente cargado de inconsistencias, acusaciones “de oídas”,
señalamientos de un sicario que no recibió la orden el alcalde ni del escolta,
Martín López Meneses, para “desaparecer” al periodista sino que, dice, es un
cómplice prófugo, “El Harry”, quien, asegura, le pidieron “el favor” de matar a
Moisés Sánchez. Complicado el camino para el fiscal “Culín”, pues en su
declaración preparatoria, este jueves 29, el escolta del alcalde niega que haya
ordenado el crimen, ni que se lo hubiera instruido Omar Cruz. En 25 días
quedará resuelto el desafuero, cuando en una sesión ordinaria o extraordinaria,
resuelva por votación de mayoría calificada, o sea 34 de los 50 votos. Ahí se
sabrá si el alcalde panista queda o no, en las garras del fiscal veracruzano.
Van 28 días desde aquel 2 de enero en que Moisés Sánchez fue levantado y
asesinado por ejercer su oficio periodístico... Adán Escobedo llegó, se acomodó
y ya es el virtual candidato del Partido Nueva Alianza a la diputación federal
por Coatzacoalcos. O sea, otro cartucho quemado para no complicarle la
contienda al priísta Rafael García Bringas, hasta hace año y medio panista, a
quien ni en su cuadra lo quieren. Adán Escobedo no inquieta ni a Adán Escobedo.
No es gris porque es transparente. No pinta ni, políticamente, existe. Fue
director de Comercio con Iván Hillman Chapoy, de cuya alcaldía salió chispado a
las primeras de cambio; fue presidente del Concejo Municipal Electoral en 2010,
elección que a duras penas ganó Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta
madre”—, quien de inmediato lo nombre integrante del cuerpo de asesores de la
Dirección Jurídica Municipal, o sea aviador; en la elección municipal de 2013,
volvió a ser presidente, pero ahora de la casilla 804 básica de Coatzacoalcos.
Llega a la candidatura del PANAL, que no es más que un partido fantoche,
satélite del PRI, herencia de Elba Esther Gordillo, la tirana del magisterio,
como el rival más débil, para restarle votos al PAN y a Morena, que son los dos
únicos partidos que le competirán al tricolor... Notisur no es un periódico. Es
un negocio, un aparato político de infames resultados para liderar a la opinión
pública y un dolor de cabeza para sus empleados. Sus reporteros no tienen
libertad. Si protestan por el plagio o muerte de un compañero los echan a la
calle. Sayda Chiñas Córdova es el caso más reciente, despedida por exigir que
el gobierno actuara para dar con el paradero de Moisés Sánchez Cerezo,
levantado el 2 de enero en Medellín. Sayda salió a las calles, suscribió
desplegados, dio entrevistas y por eso dejó de ser coordinadora de Información.
Tenía un año así, desde que organizó la movilización por el secuestro de
Gregorio Jiménez de la Cruz, reportero de Notisur al que le pagan una miseria,
hallado decapitado en una fosa clandestina en la colonia J. Mario Rosado, en
Las Choapas. Otros compañeros se han ido por razones laborales: en seis años no
les aumentaron un peso de salario; les disminuyeron sus prestaciones laborales;
no les otorgaron o les suprimieron el Seguro Social, y ahora peor porque el
director del IMSS, José Antonio González Anaya, es primo del dueño formal,
Marco Antonio Anaya Huerta, “y háganle como quieran”; les pagaban por mes,
ahora es por nota; se han ido por lo menos cinco reporteros y tres editores.
Largo historial del periódico de tres periodistas sui géneris: Marcelo Montiel,
Marcos Theurel y Rafael Anaya, tres ex alcaldes de Coatzacoalcos que si acaso
saben escribir su nombre. Notisur, un periódico que no es periódico, es
negocio, zona de impunidad, de tráfico de influencias y arma política. Y a todo
esto ¿qué dice la Asociación de Periodistas de Coatzacoalcos ante el agravio al
gremio? Hay más...
twitter:
@mussiocardenas