* Los
cinco niños inocentes asesinados *
Vendettas fuera de control * Y seguirá
la sangre * A Dante le da hueva * Que los duartistas vengan a mí * Fernando Carrillo, a gobernar con
Morena * Pastora Lucy, ahora con
Margarita * Cuatro marcelistas en la SEV * Y con doble salario * La regidora y sus “aviadores”
Mussio
Cárdenas Arellano
| 30 agosto de 2017
Tribuna Libre.- Mata a sangre fría el sicario, sea por
encargo o por venganza. Mata a hombres y mujeres por igual. O a los niños
inocentes, asestando el golpe donde duele más, detonando la ira social,
mostrando que el poder de las balas es un lenguaje brutal.
Fuera de control, las vendettas no son sólo
por las plazas y el negocio de las drogas, la trata de personas, el
combustible, el secuestro o la extorsión. Son para que el terror no mitigue.
Son para dejar constancia que en Veracruz no manda la justicia sino el que anda
fuera de la ley.
Sus odios siguen calentando a Veracruz. Se
hablan con plomo los matones. Así van definiendo quien manda y quien debe
partir, insensibles todos hasta con los inocentes que no debían morir.
Así es la mano insensible del sicario que
cercena la vida de inocentes y malosos, a unos para imponer el miedo, a otros
sólo para quitarlos del camino.
Así, desde los días en que Fidel Herrera
gobernaba y convirtió a Veracruz en el santuario de Los Zetas. Y con Javier
Duarte no sólo afianzaron su poder sino que ejercieron un cogobierno, permeando
el aparato judicial, corrompiendo las corporaciones policíacas, imponiendo su
ley incluso en las estructuras políticas.
Es la violencia que heredó el docenato
trágico, la fidelidad y el duartismo, que dejaron pasar al crimen organizado,
generando la mayor ola de violencia y sangre, el éxodo de muchos, el miedo de
quienes viven con el miedo en la piel.
Córdoba y todo Veracruz se cimbró el sábado
26, al saber de la ejecución de una niña en el estacionamiento de una plaza
comercial. Otra vez una inocente. Otra vez alguien que no debía morir.
Cinco niños ejecutados, una en Córdoba y
antes cuatro en Coatzacoalcos, refieren el nivel de confrontación y la
violencia demencial que impera en la guerra de cárteles, que por detentar el
negocio de las drogas, el de los combustibles y otras formas de criminalidad,
matan sin reparar a quien.
Se hallaba la menor de cinco años en el
vehículo de su padrastro y madre, dentro de una plaza comercial, en Córdoba, en
región montañosa central de Veracruz, cuando su vida se apagó. De acuerdo con
la versión oficial, dos adultos, Luis Rey Mendoza Miguel, y su madre, Ana Lucía
Flores Ortega, ocupaban los asientos delanteros. La menor, en la parte de
atrás.
Un grupo armado los atacó. La menor recibió
varios impactos de bala, uno de ellos en la cabeza. Se trató de una agresión
contra el padrastro de la menor, quien también murió.
De acuerdo con el gobernador Miguel Ángel
Yunes Linares, quien dio a conocer pormenores del caso en la reunión del Grupo
de Coordinación Veracruz, la muerte de la niña fue un daño colateral,
propiciada por la imprudencia de su madre, quien conducía el auto mientras el
padre empuñaba un arma.
Mendoza Miguel era un criminal. Y el ex
marido de su mujer, abatido cuatro meses atrás, otro matón.
Dice Yunes mientras expone a la prensa,
apoyado en una proyección con fotografías:
“La persona ejecutada el día de ayer llevaba
por nombre Luis Rey Mendoza Miguel y tenía diversos antecedentes penales;
reitero, Luis Rey Mendoza Miguel, y tenía diversos antecedentes penales.
“Desde 2010, se registran distintas
investigaciones ministeriales que lo vinculan en delitos diversos, desde
violación, vehículos robados de alto impacto, estuvo procesado también en el
Centro Federal de Readaptación Social Número 5 Oriente de Villa Aldama, y en
2012 fue presentado por la SIEDO, en un hecho vinculado a actividades de
delincuencia organizada.
“Esta persona tenía distintos tatuajes en su
cuerpo; este tatuaje de la Santa Muerte, uno más de un tigre; uno más, que
aparenta ser un águila imperial.
“Uno más; y esto es muy relevante: él no
conducía el vehículo, iba del lado derecho de quien conducía el vehículo, que
era una señora, cuyo nombre es conocido ya y reiteraremos el día de hoy, y
portaba un arma de fuego en el momento en que fue atacado.
“Esta foto es de minutos después de que fue
abatido y esto consta ya en la carpeta de investigación que se ha iniciado
inmediatamente.
“La persona que conducía el vehículo es Ana
Lucía Flores Ortega. Ana Lucía Flores Ortega es pareja del actual occiso Luis
Rey Mendoza, o era pareja del actual occiso Luis Rey Mendoza, y madre biológica
de la menor que ayer perdiera la vida.
“Ana Lucía Flores Ortega estuvo casada con
Víctor Manuel Juárez Contreras, quien fue ejecutado el día 25 de abril pasado
en el bar La Botana, y quien de acuerdo a todos los datos que tenemos, indican
que era jefe de plaza, aquí en Córdoba, de una peligrosa organización delictiva
que operaba en esta zona; responsable de diversos delitos y quien resulta ser,
como ya lo mencioné, el padre biológico de la menor que ayer perdiera la vida.
“Víctor Manuel Juárez Contreras, ejecutado en
el bar La Botana, el 25 de abril de este año, era el padre biológico de la
menor que ayer perdiera la vida y actual pareja de Ana Lucía Flores Ortega,
quien se encuentra lesionada.
“Esta es la fotografía de Víctor Manuel
Juárez Contreras y algunos tatuajes que se encontraron en su cuerpo cuando fue
abatido”.
Otro que actuó con saña fue el Comandante H,
ícono en el jet-set de Coatzacoalcos y mecenas de políticos y empresarios. Su
hito fue el crimen de cuatro niños y sus padres, a mansalva, ejecutados como si
la sangre de los inocentes sirviera para llegar al infierno. O quizá sí.
Su vendetta inició el viernes 23 de junio. Un
comando llegó al hogar de Bernardo Cruz Mota, su hombre de confianza, y lo
ultimó. Y desató la ira del jefe zeta.
Irritado por la muerte de quien era visto
como un entrañable amigo, Hernán Martínez Zavaleta, alias el Comandante H o El
H, habría ordenado un ataque directo contra uno de los participantes en el
crimen del “Berna”, un taxista que habría participado en la ejecución.
Al día siguiente, el 24 de junio, en la
colonia Nueva Calzadas, un comando ultimó a cuatro menores, de 3, 4, 5 y 6
años, así como a su padre, Clemente N y su esposa Martidiana N.
Irritó a todos El H. Desató la furia de una
sociedad electrizada por la violencia, alterada porque los niños inocentes no
tenían por qué pagar. Y hay quien jura que Hernán Martínez se equivocó.
A partir de ahí se generó una cacería contra
El H. Huyó el jefe zeta como, se supone, no deben actuar los criminales de alto
nivel. Esperaba a su familia para evadir el asedio cuando su plan se frustró.
Fue detenido en Cárdenas, Tabasco, el 29 de
junio, por elementos de la Policía Federal y remitido a la Ciudad de México, a
disposición de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de
Delincuencia Organizada (SEIDO), donde se le estableció un arraigo, mientras se
nutren las carpetas de investigación.
Así es el carnaval de ejecuciones. O la
carnicería de los matones.
Un año antes los sicarios se dieron con todo
en Coatzacoalcos. La célula zeta se confrontó y fracturó y varios de sus
integrantes terminaron en el panteón.
Uno de ellos, Julio César Rodríguez Briones,
alias El Caballero o El Moto, se emancipó. Y con él El Tony, que tenía a su
cargo el municipio de Nanchital.
Desataron una oleada de secuestros y
crímenes, calentando la plaza, generando protestas sociales, motivando la
intervención del gobierno federal, mientras el líder de todos, El H, huía. ¿Así
huyen los líderes zetas?
Dejaba en sus víctimas cartulinas con
narcomensajes. Y en ellas los nombres el H y sus matones. Y con ellos el
apellido Chagra, los empresarios a los que Fidel Herrera, en sus días de gloria
política, la “plenitud del pinche poder” les dio todo.
Y así la violencia hasta que el Caballero fue
abatido. Lo ultimó un comando zeta, enviado a sofocar el caos.
Hace dos semanas, los allegados al Caballero,
reabsorbidos por el Comandante H, dedicados al secuestro y la extorsión, fueron
desmantelados en un operativo en la zona de tolerancia de Coatzacoalcos.
Nueve de sus integrantes fueron confinados en
el penal Duport Ostión. Sin embargo, un juez le permitió a tres de los
integrantes de la banda enfrentar su proceso en libertad.
Uno de ellos, Zeferino Almendra Delgado,
alias El Sicario, pese a estar confeso de crímenes y secuestros, un alma negra y
sangre fría, salió de prisión a eso de las 4 de la tarde. Tres horas después,
mientras viajaba en un taxi, un comando lo interceptó y lo mató.
Así operan los sicarios, enfrentados y
derramando sangre.
Y si es la de los niños inocentes, no
reparan. Es su misión.
Archivo muerto
Grande, la hueva de Dante. Grande su hueva
para responder por la incorporación del duartista Eduardo Sánchez Macías al
círculo de poder de Movimiento Ciudadano en Veracruz. “Me da hueva hablar de
eso —dice soberbio el ex gobernador—. Por eso no vengo a Xalapa. No me hagan
responsable de lo que la mayoría de los veracruzanos hicieron para que llegaran
al poder —¿la mayoría?—. Entonces que haya personas que tomen decisiones de
participar de ninguna manera significa que en lo personal ellos estén
comprometidos en toda una mafia de organización pervertida que toda una
administración generó y será la historia de Veracruz la que ponga a todos los
servidores públicos o ex servidores en su lugar”. Hueva da entender los
galimatías verbales de Dante Delgado Rannauro, la justificación del oprobio, la
evasión a la realidad brutal que dejó el duartismo, la complicidad, no de “la mayoría de los
veracruzanos” sino la de los rufianes que succionaron las arcas públicas
aliados con Javier Duarte. Y receta el dueño de Movimiento Ciudadano “que haya
personas tomen decisiones de participar de ninguna manera significa que en lo
personal ellos estén comprometidos en toda una mafia de organización pervertida
que toda una administración generó”. Hueva le da a los veracruzanos Dante,
pontífice de la rectitud, sus sandeces para justificar que los Sánchez Macías,
los Pablo Anaya y muchos otros que sirvieron a Javier Duarte, sirvieron a ese
régimen nefasto y de eso, según el ex gobernador, mejor ni hablar. Dante y
Héctor Yunes son de los que rescatan a los Sánchez Macías y no calculan el
impacto y el descrédito. O sea, duartistas todos Lo que no da hueva es recordar
cuando Dante, siendo gobernador, adquiría millones y más millones en Cementos
Veracruz con recursos del Pronasol. Dio hasta para reconstruir burdeles. Eso no
da hueva… Sabrá cómo les vaya a los pejefans, pero a Fernando Carrillo Vázquez
seguro que bien. Será él parte del nuevo ayuntamiento de Coatzacoalcos, en
Gobernación municipal, según trasciende, en un área sensible para el manejo de
los conflictos sociales, donde todos los alcaldes han mordido el polvo y se han
quebrado ante el reclamo de colonias y congregaciones. Viene Fernando Carrillo
del extinto Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, luego del Partido de
la Revolución Democrática, en el equipo del reconocido periodista y político,
Jesús Hernández Tea, al que Rocío Nahle le inventó una transgresión a los
estatutos de Morena cuando Morena aún no era partido político sino asociación
política, para impedirle contender por la candidatura del pejepartido a la
alcaldía de Coatzacoalcos. Finalmente la inhabilitación no se aplicó y ahora
Fernando Carrillo entra al equipo de Víctor Manuel Carranza en la presidencia
municipal de Coatzacoalcos… Como el Cid, Claudio Martínez sigue en la guerra
tras morir. Lo lleva de estandarte su viuda, la pastora Lucy Enríquez, que
sitúa a la Fundación Claudio Martínez en la órbita de Margarita Zavala,
aspirante presidencial, panista de cepa, con trayectoria y abolengo en el
albiazul, cuyo mayor lastre es ser la esposa de Felipe Calderón, presidente de
aciertos y errores, según se le quiera ver. Lucy, la pastora, se toma la selfie
con Margarita Zavala y la sube a las redes sociales. Y desata un
dime-que-te-diré de antología. Claudio Martínez, su marido, fue asesinado a
mansalva hace ya tres años, golpeado y apuñalado en su fastuosa residencia de
la colonia Petrolera de Coatzacoalcos, a unos metros de su iglesia, la
Comunidad de Dios, filial de la de Cash Luna, que tantos adeptos tenía. No hace
mucho, posaba la pastora Lucy en los eventos de campaña del priísta Carlos
Vasconcelos Guevara, candidato derrotado a la alcaldía. O sea, con quien sea
pero que el nombre de Claudio Martínez siga siendo su ariete… Más detalles para
el gobernador Yunes: en la SEV de Coatzacoalcos hay por lo menos cuatro
operadores del marcelismo. Ellos son: Manuel Alejandro Gómez Martínez, Humberto
Díaz, Antonio Bustamante y Ana Luisa Cruz. Todos están inscritos en la nómina
de la Secretaría de Educación de Veracruz y en la del ayuntamiento de
Coatzacoalcos. Manuel Alejandro está asignado al área de Deportes con Silviano
Delgado; Ana Luisa Cruz está adscrita a una de las bibliotecas y es protegida y
cercanísima al tesorero municipal, Alfonso Morales Bustamante. Son trabajadores
de la SEV bajo contrato y pese a que debieron ser dados de baja al concluir el
gobierno duartista, el yunismo los sigue teniendo en sus filas… ¿Quién es esa
regidora que tiene en la nómina a su hijo y a su nuera, cuyos jugosos salarios
van a dar íntegros a los bolsillos, cuentas e inversiones de la ilustre y
educada edil? Para ella y para todos, una buena y una mala: la buenas es que
esto se acaba ya el 31 de diciembre; la mala es que se va impune…