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Ubicada en Londres, su vida sigue igual
* Yoga, gym, masajes faciales, andar de shopping * Y la PGR, inmóvil * Reculan ediles de Morena * No se van con Chiquiyunes * A Ana Miriam Ferráez, El Peje le da
“asco” * Tania se enfría * Irritó al Clan de la Succión * Regidor derrocha en el casino
Mussio Cárdenas
Arellano | 09 junio de 2018
Tribuna Libre.- Unas horas para el yoga. Otras horas yendo al
gym, o de shopping, o al spa y la terapia muscular facial, mereciendo
abundancia. Vida de reina la de Karime Macías en Londres, hasta que el
gobernador Yunes la llevó al aparador público, a los medios y las redes, y
acreditó su ubicación. Y ni así la Interpol la quiere aprehender.
Con nuevo look, cabello corto, variando a
menudo el color, Karime Macías sentíase inadvertida en la capital inglesa,
perdida en la mancha humana, en aquella urbe de la que se habló cuando fue
vista por última vez en el aeropuerto de Bogotá, Colombia, tras la aprehensión
de su esposo, el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, el que se quedó
recluido en Guatemala hasta que se allanó a la extradición, traído a México y
refundido en el Reclusorio Norte de la capital.
De mediano perfil, usaba un taxi para moverse
y mover a sus hijos, llevarlos al exclusivo colegio Eaton Square School, todos
los días por la mañana y recogerlos horas después.
Acudía Karime Macías a los cajeros bancarios y
de ahí, sin dejar rastro, retiraba generosas cantidades que le permiten vivir a
todo placer, en el número 10 del edificio Wilbraham Place, situado a un
kilómetro del Palacio de Buckingham, hogar de la reina Isabel.
Ahí, en ese edificio, un depa de cuatro
recámaras se cotiza en 120 millones de pesos y un apartamento de una habitación
se renta hasta en 270 mil pesos mensuales, según información de Televisa.
Tomaba el bus o el taxi. Paseaba y
disfrutaba, no en la periferia de esa urbe donde nadie la pudiera hallar sino
en la zona más exclusiva de Londres, siendo una vecina gentil, agradable,
descrita así por quienes a menudo la veían, alguien con quien era complicado
trabar una charla, menos una amistad.
Sabía que era impune —y aún lo es—, pues
salió indemne, sin un raspón, sin denuncia a cuestas que le pudiera o le
quisiera integrar el gobierno federal priista, donde los Macías se llevan como
hermanos con los Coldwell, y los Coldwell con los Beltrones, y los Beltrones
con los Salinas, y los Salinas con los Peña, los Aspe, los Videgaray.
Sabían los del poder y la gente de a pie que
Karime Macías, el cerebro que operó el destino de miles de millones de pesos
robados a Veracruz, fincó su nuevo hogar en Londres, pero no exactamente en qué
lugar de la capital inglesa.
Hábil, la ex primera dama filtró ser una
perseguida política y “su prensa”, la prensa infame que aún defiende su causa,
lo replicó y dimensionó, intentando ir un paso adelante de quienes pretenden
aplicarle el proceso de extradición.
Deslizó que en breve dejaría Londres y
radicaría en Holanda, pero todo fue bluff.
Londres le gustó para quedarse, y se quedó.
Sentía la presión de Miguel Ángel Yunes Linares, las embestidas del fiscal
Jorge Winckler Ortiz, las traiciones duartistas, aquellos que para salvar el
pellejo hablaron con verdad, hablaron a fondo, hablaron de más.
Fue nota nacional cuando el hallazgo de la
bodega en Córdoba —usada por zetas tiempo atrás— y amén del obvio hurto de
bienes del estado, cuadros de pintores de renombre, obsequios de altísimo
costo, fue hallado un diario, su confidente, su otro yo. Y en él, las líneas
que habrían de describir al cerebro voraz: “Sí, merezco abundancia”.
Y más que la frase locuaz, el diario contiene
el perfil de Karime, el retrato de la tipa que siendo primera dama de Veracruz
le daba “hueva” atender los temas del DIF. No le dio “hueva”, en cambio,
simular licitaciones, pagar a empresas fantasma, saquear en forma brutal.
Y ahí, entre líneas, en ese diario, los
números de cuenta, los bancos, las fechas, los destinos del dinero mal habido,
los miles de millones que le robaron al gobierno de Veracruz.
Se fue de México sin que tuviera en contra
una denuncia federal. Exhibida por los cómplices del saqueo, Moisés Mansur
Cysneiros, Juan José Janeiro, Alfonso Ortega, como la mano que mecía la cuna,
la voz que decía dónde canalizar los recursos hurtados, la creadora de empresas
inmobiliarias de papel, quien detentaba las acciones de las sociedades
mercantiles, Karime Macías Tubilla se supo impune.
Implicada en lavado de dinero, evasión
fiscal, asociación delictuosa, a partir del testimonio de Alfonso Ortega, el
contador clave, ante la PGR, simplemente se fue. Y la PGR nada hizo por
extraditarla, enfrentarla a la ley.
Si alguien conoce las entrañas del monstruo,
es Karime Macías.
Si alguien trazó la ruta del atraco, los
dineros para su bolsillo y para el PRI, para la campaña de Enrique Peña Nieto
en 2012, es Karime Macías.
Si alguien sabe de la dispersión de recursos,
los que financiaron al priismo en la disputa por gobiernos estatales donde
manda la oposición, es Karime Macías.
Y por ello Peña Nieto, la PGR, el aparato de
poder, la dejaron ir.
No le endilgó denuncia alguna —y si lo hizo,
lo ocultó— la Procuraduría General de la República (PGR), pero su acérrimo
enemigo, Miguel Ángel Yunes, sí la implicó.
Con ello arrancó su campaña al gobierno de
Veracruz en 2016, describiendo a una red de operadores, prestanombres, ladrones
que sirvieron para el saqueo descomunal al erario, unos perseguidos por el
yunismo azul y otros perdonados, exorcizados, finalmente aliados.
Sabe Yunes lo que implica extraditar a
Karime. Sabe Winckler que traerla a México es un golpe letal. Saben del impacto
al PRI, al financiamiento ilegal, saben que con ello matan a Meade, el
candidato presidencial del peñismo.
Winckler no asedia a Karime Macías en las
últimas horas. Teje la red para atraparla a partir de la denuncia de Miyuli, en
2016. Y ya como fiscal, la terminó de encuadrar.
Hará seis meses, la esposa de Javier Duarte
tramitó juicios de amparo intentando saber de qué delitos se le acusaba. Respondió
el fiscal que viniera a México a leer la indagatoria.
Así hasta que el domingo 27 de mayo, Winckler
anunció que un juez había girado orden de aprehensión contra Karime Macías por
el desvío de recursos del DIF por un monto de 112 millones de pesos, vía
compras a empresas fantasma, algunas de las cuales ya habían sido detectadas en
el paquete de 400 empresas con las que se perpetró el robo a las arcas durante
el duartismo.
Dos días más tarde, Yunes Linares reveló
datos precisos de Karime Macías, su vida en Londres en un barrio muy exclusivo,
el gasto fastuoso de un millón 620 mil pesos mensuales, sus actividades, su
vida de reina, rodeada de sus hijos y otros familiares. Todo en un video que
sacudió al priismo, a Peña Nieto, al aparato de poder. Pero de ahí no pasó.
Un año lleva Javier Duarte recluido en un penal,
desde aquel 15 de abril de 2017, cuando se le sorprendió en un hotel del
municipio de Panajachel, departamento de Sololá, en Guatemala. Un año hace que
Karime Macías ahí lo dejó, voló a Londres y se dedicó a pasear. Y la PGR nada
hizo para enfrentarla a la ley.
Winckler reveló la existencia de una orden de
aprehensión. Yunes acreditó dónde vive, en qué se divierte, qué sitios
frecuenta, quiénes la acompañan. Y la PGR no carbura.
Obligada por las revelaciones, la PGR realizó
el trámite de detención ante la Interpol a solicitud de la Fiscalía de
Veracruz. Y se emitió la alerta roja con número de control A-5541/5-2018,
expediente 2018/46062, catalogada como “prófugo buscado para un proceso penal”,
acusada de fraude específico, bajo la orden de aprehensión girada por la juez
Alma Aleida Sosa Jiménez, de fecha 25 de mayo de 2018, delito que amerita una
pena máxima de 12 años de prisión.
Y ni así Interpol la quiere aprehender.
La solicitud de detención ocurrió el 29 de
mayo. Nueve días después, Karime Macías vive igual. Evade las preguntas de los
medios de comunicación, pero no cambia de residencia. Sigue en el lujoso barrio
Belgrave.
Yunes, a contrapelo de todos, lanzó las
cartas y mostró su juego. Acreditó la ubicación de Karime Macías, su ritmo de
vida, qué lugares frecuenta, en qué cajeros del banco Barclays retira dinero,
sus prácticas de yoga, sus visitas al gym, su vida de reina, su vida familiar.
E Interpol, como antes la PGR, la deja actuar.
Nueve días después, sabiendo dónde está,
Karime sigue impune.
¿Por qué?
Archivo muerto
José Gabriel Flores Sarabia fue yunista por
un día y reculó hacia Morena. Salustia Anastasio Romero igual. Junto a Indira
Rosales San Román, integraban el grupo de nueve alcaldes de Morena-Encuentro
Social-Partido del Trabajo que anunciaban su adhesión al candidato de la
coalición Por Veracruz al Frente, Miguel Ángel Yunes Márquez. Lo anunciaban y
posaban la foto del recuerdo. Y así transcurrió el domingo 3. Horas después, el
lunes 4, vino el reverzaso. Flores Sarabia, quien es alcalde de Huiloapan, y
Salustia Anastasio, quien es sindica en Texhuacan, dijeron que siempre no, que
se deben a Morena, que apoyan a Andrés Manuel López Obrador, a Cuitláhuac
García y a los candidatos a senadores y diputados. ¿Qué pasó? Ambos se hallaban
con los alcaldes e Indira Rosales cuando se anunció el desprendimiento hacia
Morena y no lo negaron, ni aclararon, ni se deslindaron. Unas cuantas llamadas
y mejor recularon. Y el gozo se fue al pozo. ¿Quién los atrajo pero no los
amarró al proyecto yunista azul? ¿Fue Indira Rosales, la futura senadora del
PAN? Como sea, alguien le tomó el pelo a Chiquiyunes y esas son facturas que se
cobraba con dolor… ¿Qué le provoca El Peje? “Asco”. Una fracción de segundo
media entre la pregunta y su respuesta. Y la suelta: “Asco”. No es un panista,
un priista, un perredista, un verde, uno de Nueva Alianza. Quien expresa su
repugnancia al candidato presidencial de Morena es Ana Miriam Ferráez. Y hoy
aspira a ser la diputada local por Xalapa, bajo las siglas del partido de
Andrés Manuel López Obrador. Un video del programa juvenil Desde el Cascarón,
difundido por Teleclick, registra los 17 segundos en que la hoy morenista
expresa su repudio a Morena y a su dueño, el Dios Peje. ¿Morena?, le preguntan.
Ana Miriam Ferráez endurece el gesto: “Ay”. ¿Peje? “Asco”. Una fecha: 18 de
mayo de 2017. Un momento político: era candidata de la coalición PAN-PRD a la
alcaldía de Xalapa. Expresaba sus diferencias con el hoy presidente municipal
morenista, Hipólito Rodríguez, por su cerrazón en el tema del gasoducto que
atravesaría la capital veracruzana. Y aquel desprecio al Dios Peje y a su
partido político sigue siendo tema que va y viene en Youtube. Mínimo, si a Ana
Miriam Ferráez le provoca “asco” Andrés Manuel López Obrador, Morena debió
excluirla. Pero no. La hizo su candidata a la diputación local por Xalapa. De
risa… Arisco, Víctor Carranza reta al tribunal. Lo ignora. Lo evade.
Olímpicamente manda al diablo al Tribunal Electoral de Veracruz que resolvió
que la elección extraordinaria en Villa Allende, la congregación más importante
de Coatzacoalcos, debía realizarse a más tardar el 10 de junio. Víctor Manuel
Carranza y el equipo que lo tripula —Rocío Nahle por delante— decidieron que
no, y así lo acordaron en una sesión de cabildo que dejó constancia que lo
suyo, lo suyo, es violar la ley. A contrapelo del tribunal, el alcalde y su
pandilla —incluido el priista Felipe Rodríguez Gallegos, el homofóbico—
resolvieron que los comicios se realicen el 10 de julio, o sea, después de la
mega elección del domingo 1. Uno de sus alfiles, el presidente de la Junta
Electoral Municipal, Noé García Joffre, justificó el desacato: no hay tiempo,
dice, para organizar tan relevante elección y se podrían generar condiciones de
violencia como las que provocaron la anulación de los comicios del 8 de abril
en Villa Allende. Más o menos como decir “al diablo con el tribunal”,
parafraseando al Dios Peje. O sea, el tribunal ordena y Morena lo desordena. Y
perdido en su mundo, no dimensiona Carranza que el desacato provoca multa y, si
el tribunal lo estima mejor, la destitución inmediata y su inhabilitación. Y
todo por los votos de Villa Allende para Morena… Una expresión —“El Clan de la
Succión existe”— y Tania Cruz ya valió. Desde esa pifia, la traen entre ceja y
ceja los Robles y su banda, los dueños de Morena en Coatzacoalcos, vía su
alfil, Rocío Nahle, la que por cierto presume una maestría en petroquímica que
jamás estudió. Aquel debate entre candidatos a la diputación federal, en el que
Renato Tronco, del PAN-PRD-Movimiento Ciudadano, usó el doble sentido —“no sabe
lo que hace mi lengüita”— y tácitamente la dejó en estado catatónico, fue su
Waterloo. En un momento la candidata de Morena expresaba que el Clan de la
Succión existe, pero que no se juzgue al morenismo por igual. O sea, la mosca
en la sopa de Morena es Mónica Robles de Hillman, sea por su condición de
servidora y cómplice del duartismo, por el robo del parque del DIF, por su
desprecio a los marginados, por sus ínfulas de marquesa de Pueblo Jodido.
Aquella expresión tácitamente enfrió a Tania Cruz y una vez concluida la
elección del 1 de julio, gane o pierda, saldrá del círculo íntimo del Clan de
la Succión. Faltaba más… ¿Quién es ese edil que gasta su nada mesurado salario
en el juego, como todo un tahúr, sin rubor y sin pudor, asiduo como es al
casino Crown, donde los que tienen, derrochan, y los que no, confían en que la
suerte les sacie el vicio? Una pista: es regidor en el ayuntamiento de
Coatzacoalcos y apuesta fuerte, muy fuerte…