Dr. Hilario Barcelata Chávez | 22 agosto de 2019
Tribuna Libre.- Para llevar a cabo
hoy una nueva reestructuración de la deuda pública del estado, se requiere que
existan condiciones favorables en el mercado financiero del país, mejores que
las que prevalecían en 2017, cuando el gobierno anterior llevó a cabo una
exitosa restructuración. Esa condición no se cumple.
La reestructuración de la deuda pública
realizada en 2017 por el gobierno de Miguel Ángel Yunes, consistió en 10
créditos que se adquirieron con diferentes bancos, por un monto de 37,999.9
millones de pesos (mdp). La Tasa de interés promedio que se obtuvo para estos
créditos (la llamada Tasa Efectiva) fue de 8.73%. Esta tasa se calcula a partir
de: la “Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio” (TIIE) vigente al momento
de empezar a disponer de los recursos obtenidos por el préstamo, a la que se
añade una “Sobretasa” determinada por la calificación que las empresas
calificadoras otorgan a esa deuda.
La TIIE promedio aplicada a los créditos
reestructurados fue de 7.62%, mientras que la Sobretasa promedio aplicada fue
del 1.1% lo que definió una tasa promedio para los créditos reestructurados de
8.73%. (7.62% + 1.1% = 8.73%).
Para llevar a cabo hoy una nueva
reestructuración exitosa se requieren mejores condiciones en los mercados
financieros que las que prevalecían en 2017. Hoy no existen condiciones
favorables en el mercado financiero para una restructuración. Las tasas de
interés se han venido incrementado de manera considerable en los últimos dos
años, por lo que, para este mes de agosto de 2019, la TIIE registra un valor
promedio mensual de 8.43%.
Si se compara este valor actual de la TIIE
con el que se tomó como base para la reestructura de 2017, resulta que hoy esta
tasa es mayor en 0.81%. Considerando que la tasa de interés es el precio del
dinero en el mercado financiero, entonces se puede decir que el dinero que hoy
circula es más caro que el obtenido para reestructurar la deuda en 2017. Por
ello, si hoy se contrataran créditos para reestructurar la deuda, se tendría
que hacer a ese precio más elevado, lo cual sería un sinsentido.
Esto es un indicativo de que no existen
condiciones para reestructurar, porque dadas las condiciones del mercado
financiero, no se pueden conseguir tasas de interés más bajas que las que se
están pagando actualmente, es decir, no es posible conseguir dinero más barato,
porque hoy el dinero es más caro.
Si hoy se contratan nuevos créditos la tasa
de interés sería, por lo menos, de 8.43%, (que es el valor de la TIIE) sin
embargo, no hay que olvidar que los bancos adicionan una Sobretasa, cuyo valor
hará más caros los créditos que se quieren contratar. Dadas las condiciones
actuales esta sobretasa podría ser del 0.7% (considerando la normatividad
establecida por la SHCP relativa a los Ponderadores de Riesgo con los que se
define la Sobretasa mencionada y dado el grado de calificación que tiene la
Deuda de Veracruz). Al sumar esta sobretasa a la TIIE da como resultado una
Tasa Efectiva promedio de 9.13% que es 0.40% superior a la que actualmente
tiene la deuda del estado. En otras palabras, en lugar de pagar menos
intereses, se estaría pagando más.
Un ejercicio simple muestra el costo
adicional que tendría la reestructuración debido a una tasa más alta. Siendo la
deuda que se quiere reestructurar de un valor de 41,769 mdp, con la tasa de
interés actual paga un interés promedio anual de 3,634 mdp; sin embargo, con la
tasa que se obtendría en la nueva restructura, el interés a pagar anualmente
sería de 3,814 mdp, es decir, habría un costo adicional de 180 mdp anuales.
Esto significa que, al finalizar su mandato, el actual gobierno, en lugar de
generar ahorros, habría hecho erogaciones adicionales por un monto de 900 mdp.
Por otra parte, hay que tener en
consideración que la reestructuración propuesta por el gobierno estatal
aumentará el valor actual de la deuda pública porque el Congreso de Veracruz,
además de autorizarle la contratación de deuda por 41,769.3 para llevar a cabo
la reestructura, le ha autorizado adicionalmente lo siguiente:
a.
La
contratación de otro crédito por 996.8 millones de pesos para constituir los
fondos de reserva que garanticen el pago de los créditos que se contraten para
la reestructuración.
b.
La
contratación de otros 12,531 mdp por concepto de garantías de pago oportuno.
c.
La
contratación de 1,044 mdp para el pago de gastos y costos de la
reestructuración.
En total 14,572 mdp de deuda, complementarios
a los 41,769.3, lo cual significa que la deuda pública bancaria alcanzaría la
cantidad de 56,341.10, sin contar otros créditos vigentes que no se están
reestructurando.
FOTO 6
En estas condiciones, no sería posible
obtener un ahorro de 2,700 mdp que el gobierno del estado ha manifestado sería
el resultado y la razón de ser de la reestructuración.