Poza Rica, Ver. | 11 octubre 2025
Tribuna
Libre.- Entre lágrimas y desesperación, un padre clama consuelo frente al
cuerpo sin vida de su hija, estudiante de enfermería, quien perdió la vida tras
quedar atrapada en el cuarto que rentaba junto a sus compañeros.
El agua
llegó sin aviso, la creciente del río Cazones arrasó con todo a su paso, sin
dar tiempo de reaccionar.
Vecinos
relatan que los jóvenes intentaron salir, pero la corriente fue más fuerte.
Se
presume que podría haber más personas atrapadas entre los escombros y el lodo.
Amigas
y profesores de la joven se acercaron al lugar, con la esperanza de que las
noticias fueran distintas.
El
llanto, el silencio y la impotencia se mezclan en una escena que duele y marca
el alma de Poza Rica.
El
padre, entre sollozos, denunció que pidió auxilio durante la creciente, pero
que nadie respondió a tiempo.
Su voz,
quebrada por la pérdida, resuena como un grito de dolor y de reclamo ante una
tragedia que pudo evitarse.
Hoy,
Poza Rica no solo enfrenta la furia del agua, sino también la de un pueblo que
sufre por sus hijos.
Porque
detrás de cada cifra, hay nombres, hay sueños… hay familias rotas que merecen
ser escuchadas.
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