Ángel Rafael Martínez Alarcón | 14 noviembre de 2014
Tribuna Libre.- Mis primeras lecciones de historia de México, fueron en el hogar
materno. Mi madre Felicitas Bello Alvarado, mi primera gran maestra sobre la
Avilacamachismo, ella como protagonista de primera línea a la lado de su tía
Eufrosina Camacho Bello de Ávila, ambas nacidas en la ciudad de Altotonga
Veracruz; y posteriormente residentes en la ciudad de Teziutlán, Puebla, donde
se funda la familia Ávila Camacho,
formada por el matrimonio de Manuel Ávila Castilla y Eufrosina, donde nacieron
sus hijos: Maximino, Manuel, María Antonio. María, Miguel Eulogio, Rafael,
Gabriel; siendo los varones los mayores quienes se incorporando a la lucha
revolucionarios iniciada el 20 de noviembre de 1910. Mi vocación por la
historia nace justamente con toda ese bagaje histórico que fui escuchando a lo
largo de mi infancia, así como las visitas anuales cada 9 de noviembre al
mausoleo de los Ávila Camacho, para
depositar algún arreglo floral, y luego bajar para visitar a las criptas, así también gracias a un utilitario electoral, un par de discos de 70 revoluciones donde se
narraban la revolución de independencia y la batalla del cinco de mayo de 1862,
y sobre todo como niño el haber asistido al funeral del don Rafael Ávila
Camacho, en marzo de 1975, en la ciudad de Teziutlán.
La sucesión presidencial de 1934, causó
graves problemas al final del gobierno de Cárdenas; para el segundo sexenio,
Ávila Camacho logro ser el candidato del presidente en turno, sacrificando a
militares como Fco. J. Mújica, Juan Almazán y otros más. Los cuatro sectores
del Partido Nacional Revolucionario, unieron sus esfuerzos a favor de Manuel
Ávila Camacho.
La principal fuente fue la consulta de la hemeroteca: el Diario de Puebla,
fundado por Julian Cacho en 1937, quien
fue diputado a la XXXVII legislatura federal y
uno de los principales promotores de la candidatura del General Manuel
Ávila Camacho.
Esta candidatura fue apoyada básicamente por
las legislaturas estatales así como por
los grupos de gobernadores fieles al presidente Cárdenas. Sumándose
primeramente los siguientes estados: Puebla, Veracruz, Hidalgo, Querétaro,
Aguas Calientes, Guanajuato, Tlaxcala, Jalisco,
Nayarit, Nuevo León, Colima, Durango, Campeche, Oaxaca, Michoacán. Pocos días antes del virtual destape de Ávila
Camacho, es ascendido a General
Divisinario por acuerdo del Presidente Cárdenas, por méritos a la antigüedad en
las filas del ejército Mexicano. El 17 de enero de 1939, renuncian los tres
posibles candidatos para suceder a Cárdenas, ellos eran: Manuel Ávila Camacho,
secretario de la Defensa Nacional, Francisco J, Mújica, secretario de
Comunicaciones y Transporte, Rafael Sánchez Tapia, Comandante de la primera
zona militar, todos ellos militares.
Al interior de la República se fueron
formando comités de apoyo a la candidatura de Manuel Ávila Camacho, para el 19
de enero, ya existían 26 comités en el país; particularmente los formados en el
estado de Puebla.
Siendo el diputado Julian Cacho el principal
impulsor, llamó a unirse a todos los avilacamachista para demostrar el apoyo y
respaldo al revolucionario íntegro, quien será el defensor del pueblo; los
sectores obreros, campesinos, militares y el sector popular manifestaron un
total apoyo hacia Ávila Camacho. En
Puebla el control político se encontraba en manos de la familia Ávila Camacho;
puesto que Maximino era el gobernador del Estado y Rafael, presidente municipal de la ciudad capita, ambos fueron los
principales promotores de su hermano Manuel. Entre las declaraciones de los
partidarios de dicho candidato encontramos la del señor Cesar Cervantes, quien señalaba que no se trataba de llevar a
la Presidencia de República a un caudillo militar, sino a un hombre
acostumbrado a respetar las leyes.
En
Puebla se funda el primer sector femenino en pro de Ávila Camacho,
encabezado por las señoritas Ana María Olga, como presidenta Camerina Hernández
y vice presidenta, Josefina Velasco; quienes formaron parte del comité
pro-convención Avilacamachista de Puebla, fundado a finales de enero, con sede en la Avenida Reforma núm.
330.
En la convención de la central campesina, durante
el proceso de elecciones internas hubo cinco candidatos para designar a su
representante; la CTM habia ofrecido su respaldo al candidato del gobierno en
la contienda interna del sector campesinos, los cómputos finales quedaron de la siguiente manera: Manuel Ávila
Camacho con 1,826, 715 votos, Gildardo Magaña con 17, 894 votos, Francisco J.
Mújica 42 votos y Rafael Sánchez Tapia 30
y Vicente Lombardo Toledano sin
ningún sufragio a su favor.
La oposición, al igual que al interior
del PRM, tuvo conflictos para escoger a su candidato, en un primer
momento el General Amaro se destapó con aspirante a la Presidencia de la
República, dando madrúguete al General Juan A. Almazán. Una vez resuelta la
rivalidad entre la oposición, fue nombrado como su postulante el general
Juan A. Almazán; dando paso una de las más reñidas campañas electorales
a la presidencia de México. El Diario de Puebla
nos da cuenta detalladamente de todas las hostilidades por parte de los
simpatizantes de Almazán; desde los atentados dinamiteros en Huauchiango,
Puebla, como asesinatos de simpatizantes de Ávila Camacho, hasta la balacera
que sufrió la casa del diputado federal Julian Cacho, en la Ciudad de
México, faltándole al candidato pasar
por las elecciones de julio de 1940; Lo más insólito fue que los partidarios de
Ávila Camacho no respondiera.
Como parte de la publicidad del mencionado
periódico, a partir del 29 de julio de 1939, inserta en la primera plana un
cintillon con la siguiente leyenda: Solamente
Falta 489 días para que tome posesión a la Presidencia de la República
Mexicana, al Señor General Manuel Ávila Camacho.
Al interior del propio PRM, algunos de sus
militantes se unieron a la candidatura de Almazán, como fue el caso de 4
senadores de la República, quienes fueron expulsados del partido por adherirse
al opositor.
A principios del mes de noviembre se celebró
la Convención nacional del Partido de Revolución Mexicana para designar a su
candidato oficial, donde los cuatro sectores de dicho instituto político le dieron
a Manuel Ávila Camacho un total de 2,678,003 votos.
Luego de la protesta como candidato oficial
del PRM; (cuatro días más tarde) fallecía en la ciudad de México su madre, en
medio del "cariño de la familia" que había fundado a finales del
siglo XIX.
El Partido Revolucionario Anticomunista logró
unificarse con los simpatizantes del General Juan A. Almazán a mediados del mes
de enero de 1940, dando paso a la constitución del Partido Revolucionario de
Unificación Nacional. Para Tobler la burguesía conservadora mantuvo una
oposición al régimen cardenista, evidenciado por el apoyo a la candidatura de Almazán, y por todos los ataques a la figura del
candidato opositor era su alianza con la reacción conservadora .
El presidente Lázaro Cárdenas había prometido
unas elecciones limpias, cosa que se logró. El
7 de julio de 1940, se realizaron los comicios electorales en una las
grandes tensiones políticas; los enfrentamientos entre ambos bandos, costaron antes y en el
día de las elecciones docenas de
muertos, sin contar los que fueron cayendo durante toda la campaña; Krauze,
comenta sobre dicha jornada electoral: La popularidad de Almazán era evidente, pero
la flamante maquinaria del PRM no iba a perder sus primeras elecciones. La CTM
y el Ejército colaboraron con diligencia en la manipulación de las urnas... El
Colegio Electoral tuvo la "desfachatéz" de publicar estas
cifras: 15,101 votos por Almazán, y
2,476, 641 por Ávila Camacho.
La situación que vivió el país, luego de
calificadas las elecciones fue muy
tensa, pues se hablaba de dos
presidentes así como también de dos Congresos, uno presidido por Ávila Camacho
y otro por Almazán. Nunca falta el
tercero que se declaró como el Presidente Único de los Mexicanos: don Ramón de
la Paz, ni Ávila Camacho ni Almazán.
El 10 de septiembre de 1940 se instaló en el
Congreso de la Unión, el Colegio Electoral para dictaminar los resultados del
proceso electoral, donde se declaró al general Manuel Ávila Camacho como
Presidente de la República, para el segundo sexenio de 1940 a 1946; con los
siguientes resultados: 2,476,641 votos para el candidato del Gobierno, para
Almazán tan sólo 151, 101 votos y 9,840 voto en favor del General Rafael
Sánchez Tapia. Krauze parece cometer un ligero error de impresión cuando nos
dice que Almazán recibió un poco más de 15 mil votos a su favor.
Todo un misterio se ha convertido la salida
tan repentina del General Juan A. Almazán del país, su destino fue primero Cuba
y posteriormente los Estados Unidos de América.
Finalmente en octubre, se publica el bando
presidencial declarando Presidente de la República al General Manuel Ávila Camacho. "El presidente caballero" como llamaban al general Ávila Camacho gobernó de 1940 a 1946 en nuestro país; en plena segunda Guerra Mundial.