José Miguel Cobián | 22 febrero de 2013
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Tribuna Libre.- Ya en un artículo anterior
comentamos sobre los pros y contras del Dr. Rangel como precandidato a la
municipal de Córdoba. En cuanto al PRI
queda nada más la opción de Salvador Abella y la de José Luis Vega. Pues Tomás
López dice que quiere, pero anda muy metido en su diputación federal, y quien
sabe si siga queriendo.
En el caso de
José Luis Vega, vale la pena comentar que le trajo un aire fresco a la
contienda interna del rojo, el apoyo que trae de la profesora Yolanda Monluí es
muy importante, porque ella es de los priístas respetados por tirios y
troyanos, conocida como recta, decente, honorable y muy trabajadora. Curioso,
porque los comentarios de José Luis hicieron pensar a muchos que se trataba de
un tucopp, es decir un grupo de ¨todos contra Paco Portilla¨, pues es público y
conocido que tanto la profesora Yolanda como José Luis se han sentido
agraviados por el comportamiento del precandidato a la diputación federal hacia
ellos.
José Luis ha
sido un priísta de toda la vida, aunque su desempeño en labores partidistas
generalmente ha sido en áreas privadas y de representación, y no ha tenido
mucho contacto con el público. Su
honestidad a toda prueba hace que sea un buen prospecto, si acaso el plan que
dio a conocer el día de su destape me pareció muy pobre en cuanto a metas, que si
bien tres grandes logros son muy importantes, la realidad es que Córdoba
requiere de un plan aún más ambicioso aún, plan que seguramente se irá
cristalizando si José Luis va pasando los filtros del PRI hacia la candidatura.
Llama la
atención la actitud tanto de José Luis como de la Profesora Yolanda Monluí,
pues más que un destape, o evidenciar los defectos de Portilla como funcionario
público, pareciera que quisieran evidenciar al propio partido revolucionario
institucional, en cuanto a la falta de democracia interna. La actitud de
brincarse la proverbial disciplina partidista y no esperar línea, sino provocar
la presencia de alguien nuevo y de quien no se esperaba su intención de
registro, va más en el sentido de evidenciar a los priístas como entes
disciplinados en el interior del partido, pero totalmente ajenos a cualquier
intención democrática en el sentido de que sean las bases las que elijan a los
candidatos a un puesto de elección popular.
La presencia de
la profesora Monluí avala que no hay juego detrás del destape de José Luis Vega
Espinoza de los Monteros, pues algunos detractores comenzaron a hacer circular
la versión de que este destape era la punta de lanza de un plan premeditado y
orquestado por el propio Tomás López Landero con algún fin oscuro y avieso.
Los contras de
José Luis Vega son su falta de conocimiento en la base social de Córdoba y el
alejamiento que tuvo de la política desde que renunció a ser parte de la
primera comuna presidida por Francisco Portilla hace algunos años. Esos contras
juegan a la hora de evaluar la penetración de un candidato en la mente de los
votantes, y sobre todo, la posible intención de voto cuando se junta candidato
y partido en una encuesta que seguramente será la que modifique o reafirme la
voluntad de ungir a tal o cual pre-candidato del PRI.
Mientras tanto,
en Movimiento Ciudadano ya tienen todo definido con la presencia del Dr. Emilio
Sacre, y en el PAN las cosas siguen de pleito interno, entre los aliados de
Miguel Ángel Yunes que impulsan a unos pre candidatos, y los miembros de otros
grupos políticos que quieren ver como candidatos a otros. Allí tampoco hay mucha democracia interna,
pues mientras en el PRI son muy pocos los que realmente deciden las
candidaturas, en el PAN están en la discusión de si hacen una asamblea y corren
el riesgo ya vivido de compra de votos a los panistas previo a la elección
interna, o si deciden por designación desde la cúpula estatal, rompiendo su
tradición democrática, y aplicando la designación vía el dedo, igualito que
aquello que tanto criticaron en los priístas.
Lo curioso es
que el dedo que va a decidir quién es el candidato dentro del PAN, está
sufriendo presiones de todos los grupos políticos del estado e incluso desde el
centro. Ellos también hacen sus encuestas, pero a fin de cuentas, todo parece
indicar que el candidato que resulte abanderado por el azul, será el que tenga
apoyos más fuertes a nivel estatal y federal.