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La primera reunión de cardenales será el 4 de marzo


Cardenales y camarlengo asumen el gobierno del Vaticano y la preparación para la elección del nuevo papa  
Roma | 01 marzo de 2013 
  www.tribunalibrenoticias.com 
Tribuna Libre.- EP/EFE Roma. La primera congregación de cardenales preparatoria del cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI se celebrará el próximo lunes, 4 de marzo, anunció hoy el arzobispo de Nápoles, cardenal Crescenzio Sepe.

Sepe hizo el anuncio durante la adoración eucarística en el Duomo (catedral) de Nápoles, celebrada para despedir a Benedicto XVI, quien desde las 20.00 horas de hoy (19.00 gmt) ha dejado oficialmente de ser papa.

La Iglesia Católica ha entrado en periodo de sede vacante y ya mañana, viernes, el cardenal decano, Angelo Sodano, comenzará a llamar a los cardenales para preparar el cónclave y participar en las congregaciones preparatorias.

A partir de la celebración de la primera congregación de cardenales, ya se podrá anunciar la fecha del cónclave, según explicó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

El pasado 25 de febrero, el papa dio libertad a los cardenales para que pudieran anticipar el próximo cónclave con la aprobación de un "motu proprio" (documento papal).

La normativa vaticana establece que el cónclave debe comenzar entre 15 y 20 días después del inicio de la sede vacante, con el objetivo de permitir a todos los cardenales del mundo acudir a Roma.

Pero puesto que muchos cardenales viajaron a Roma para acompañar a Benedicto XVI en sus últimos días de pontificado, el papa Ratzinger publicó un "motu proprio", que mantenía esas fechas, pero abría la puerta a anticiparlo.


Cardenales y camarlengo asumen el gobierno del Vaticano

La Sede Vacante, el periodo que media desde que se hace efectiva la renuncia del pontífice hasta la elección del nuevo Papa por el Colegio Cardenalicio, ha comenzado a las 20.00 horas de este jueves. La Iglesia Universal se queda sin cabeza visible y serán el camarlengo y el Colegio de Cardenales los que se encarguen del gobierno del Vaticano.

Así, los cardenales podrán encargarse del despacho de los asuntos ordinarios o los inaplazables, así como de la preparación de lo necesario para la elección del nuevo Pontífice. Concretamente, se formarán dos clases de congregaciones, una general, formada por todo el Colegio, que se encargará de los asuntos más importantes, y otra particular integrada por el camarlengo, que es Tarcisio Bertone, y por tres cardenales extraídos por sorteo, que se ocupará de los asuntos ordinarios, según precisa la Constitución Apostólica 'Universi Domini Gregis'.

Estas reuniones, conocidas como "preparatorias", deben celebrarse a diario a partir del día establecido. En este caso, el cardenal decano del Colegio Angelo Sodano, que presidirá dichas congregaciones, ha avisado a los cardenales que han acudido a la despedida del Papa Benedicto XVI, de que este viernes enviará la convocatoria para el inicio de las congregaciones generales para convocar el Cónclave la próxima semana, por lo que éstas podrían comenzar el próximo lunes 4 de marzo.

En las primeras congregaciones todos los cardenales deberán prestar juramento de observar las disposiciones contenidas en la Constitución Apostólica y de guardar el secreto. "Prometemos, nos obligamos y juramos, todos y cada uno, observar exacta y fielmente todas las normas contenidas en la Constitución apostólica Universi Domini Gregis del Supo Pontífice Juan Pablo II, y mantener escrupulosamente el secreto sobre cualquier cosa que de algún modo tenga que ver con la elección del Romano Pontífice", leerá Sodano delante de todos los cardenales. A continuación, cada purpurado dirá: "Yo prometo, me obligo y juro" poniendo la mano sobre los Evangelios.

En una de las Congregaciones inmediatamente posteriores, los cardenales deberán decidir, entre otros asuntos, el sorteo de las habitaciones en la Domus Sanctae Marthae, la preparación de la Capilla Sixtina, confiar a dos eclesiásticos de clara doctrina el encargo de predicar a los cardenales dos ponderadas meditaciones sobre los problemas de la Iglesia en este momento, cuidar que sea anulado el anillo del Pescador y fijar el día y la hora del comienzo de las operaciones de voto.

Desde las 20,00 horas de este jueves, los jefes de los Dicasterios de la Curia Romana, el secretario de Estado del Vaticano, los cardenales prefectos y los presidentes arzobispos, así como los miembros de los dicasterios, cesan en el ejercicio de sus cargos, excepto el camarlengo y el penitenciario mayor que se encargan de los asuntos ordinarios. Tampoco cesan en su cargo durante la Sede Vacante el vicario general de la diócesis de Roma ni el arcipreste de la Basílica Vaticana.

El Cónclave comenzará en la fecha establecida por los cardenales y aunque suele celebrarse entre 15 y 20 días después de la muerte o renuncia del Pontífice, según el Motu Proprio publicado por Benedicto XVI antes de su renuncia, podrá adelantarse si así lo estima oportuno el Colegio Cardenalicio. Los cardenales se alojarán en la Domus Sanctae Marthae que permanecerá cerrada al igual que la Capilla Sixtina. Durante este tiempo, los electores no podrán mantener correspondencia epistolar, telefónica o por otros medios como las redes sociales.

El derecho a elegir al Romano Pontífice corresponde únicamente a los cardenales electores, es decir, aquellos que antes del día en que la Sede quede vacante no hayan cumplido los 80 años. Además, el número de cardenales no podrá superar en ningún caso los 120. Concretamente, en el Cónclave de 2013 habrá 115 cardenales, de los cuales más de la mitad han sido nombrados por el Papa emérito Benedicto XVI.

La elección

En la mañana del día fijado para el comienzo del Cónclave, los cardenales electores se dirigirán a la Basílica de San Pedro en el Vaticano para participar en la Misa Solemne 'Pro eligiendo Papa'. Desde allí, se trasladarán en solemne procesión, invocando con el canto del Veni Creator la venida del Espíritu Santo, hasta la Capilla Sixtina del Palacio Apostólico, lugar del desarrollo de la elección. Dentro de la sede, se comprobará que no sean instalados dolosamente medios de grabación o transmisión.

Una vez allí, el cardenal decano, Angelo Sodano, leerá el juramento que deberán hacer todos los cardenales. "Todos y cada uno de nosotros Cardenales electores presentes en esta elección del Sumo Pontífice prometemos, nos obligamos y juramos observar fiel y escrupulosamente todas las prescripciones contenidas en la Constitución Apostólica (...). Igualmente, prometemos, nos obligamos y juramos que quienquiera de nosotros que, por disposición divina, sea elegido Romano Pontífice, se comprometerá a desempeñar fielmente el 'munus petrinum' de Pastor de la Iglesia universal y no dejará de afirmar y defender denodadamente los derechos espirituales y temporales, así como la libertad de la Santa Sede".

"Sobre todo, prometemos y juramos --continúa-- observar con la máxima fidelidad y con todos, tanto clérigos como laicos, el secreto sobre todo lo relacionado de algún modo con la elección del Romano Pontífice y sobre lo que ocurre en el lugar de la elección concerniente directa o indirectamente al escrutinio; no violar de ningún modo este secreto tanto durante como después de la elección del nuevo Pontífice, a menos que sea dada autorización explícita por el mismo Pontífice; no apoyar o favorecer ninguna interferencia, oposición o cualquier otra forma de intervención". Los cardenales juran poniendo la mano sobre los Evangelios.

Concretamente, los números 56 y 57 de la Constitución insisten en la observancia del secreto al establecer que los cardenales electores deberán abstenerse durante el proceso de elección de enviar o recibir mensajes de fuera de la Ciudad del Vaticano. En este sentido, el número 58 remarca que "quienes directa o indirectamente pudieran violar el secreto ya se trate de palabras, escritos, señales o cualquier otro medio, incurrirían en la pena de excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica". Además, en los números 81 y 82, se dice que los cardenales se abstendrán de toda forma de pactos y compromisos de común acuerdo.

La forma de elección se realizará únicamente por escrutinio y se necesitarán dos tercios de los votos para la elección del nuevo Pontífice. Si eso no ocurre en la tarde del primer día, es decir, en la primera votación, se continuará en la segunda jornada con cuatro escrutinios más, dos por la mañana y dos por la tarde. Si ningún cardenal consigue los dos tercios en las votaciones matutinas, habrá una fumata negra y lo mismo ocurrirá por la tarde. Así, hasta tres días consecutivos. Si en el tercero tampoco sale elegido el nuevo Sumo Pontífice, el proceso de elección se suspende por un día para realizar una pausa de oración y de libre coloquio entre los cardenales electores.

Si tras cuatro series de escrutinios no se obtuviera resultado positivo, entonces, según el Motu Proprio publicado por Benedicto XVI tendrá que procederse a la votación no por mayoría sino que de nuevo se deberán alcanzar "al menos" dos tercios. Finalmente, cuando sea elegido el nuevo Papa, el cardenal decano le pedirá su consentimiento y le preguntará cómo quiere ser llamado y el Maestro de Celebraciones Litúrgicas Pontificias levantará acta. Los fieles presentes en la Plaza de San Pedro podrán ver la fumata blanca. (farodevigo.es)