Héctor Yunes Landa | 29 abril
de 2013
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Tribuna
Libre.- Confundir
el ánimo de cooperación que existe entre las diversas bancadas del Poder
Legislativo Federal con desvíos de recursos o con dádivas, solo lo puede
concebir una mente acostumbrada a
descalificar y acusar sin pruebas.
En el Congreso Federal repito, lo que existe
es un gran acuerdo por olvidar el pasado y construir juntos el marco jurídico
que permita a México tener una economía sana y en crecimiento, tener paz social
y continuar reforzando su procesos democráticos, así como posicionarse como una
potencia en el mundo. El camino para lograr los objetivos planteados por el
Presidente es difícil, pero con la cooperación entre las fuerzas políticas
y la participación de la sociedad se
puede lograr en menor tiempo y con menores costos humanos, políticos y
económicos.
Me parece que es tiempo de abandonar las
actitudes contestarias y defensivas donde se está intentando conjugar esfuerzo,
trabajo y entendimiento. Sería bueno que los que tengan una percepción desviada
de la realidad declaren con fundamento acompañando su dicho con pruebas, ya que
se ha vuelto una práctica regular soltar declaraciones inciertas con el afán
perverso de echar a andar un rumor; esto
va en contra de los principios que debe tener cualquier actor político, actor
social o, incluso, cualquier ciudadano responsable.
Las reformas que se han aprobado en el
Congreso de la Unión, son reformas que se han construido con fundamentos
sólidos y en las cuales se convocó a los actores políticos y sociales, además
de abrir la participación a los ciudadanos. El Presidente Enrique Peña Nieto en
ningún momento intenta proyectar reformas de manera unilateral, sino aquellas
que puedan gozar del consenso político y del respaldo de la mayoría, como la Reforma Hacendaria misma que será presentada hasta que exista la
disposición y una coyuntura política que permita su sana discusión sin
apasionamientos.
Sin embargo, existen hay otras dos reformas prioritarias para nuestro país y el bienestar general de
sus ciudadanos: una de ellas es la reforma financiera sobre la cual la banca del país respondió de manera inmediata, mostrándose
dispuesta a cooperar para que se desarrolle de manera plena y arroje los
resultados deseados.
El apunte del Presidente fue preciso: “el
sistema financiero ha evolucionado mucho desde los 90´s y además es la primera
ocasión en la cual México puede realizar cambios financieros estructurales sin
encontrarse supeditado a una crisis económica”. Nuestro país se encuentra en un
ambiente de crecimiento sostenido y con una economía sana, lo que significa que
los cambios se pueden realizar con una perspectiva de mejorar nuestro sistema
actual y no como respuesta inmediata a una situación de crisis.
Un punto desde luego de suma importancia es
la capacidad del Ejecutivo Federal para sumar los esfuerzos de los grandes
empresarios y la banca del país para incentivar el ahorro y el crédito dirigido
a zonas prioritarias de desarrollo y sectores específicos donde existen mayores
oportunidades.
En otro sentido,
tenemos la Reforma Energética, que además de necesaria es vital para activar el
gran potencial que tiene nuestro país en esta
materia pero con especial énfasis en el papel que desarrolla PEMEX en la vida
de los mexicanos. No se está pensando en privatizar ni en dejar el patrimonio
del país en manos de extranjeros o de empresas privadas, esto es infundado, lo que se busca es contar con un esquema de
operación acorde
a las necesidades de nuestra economía.
Si realizamos una evaluación de las reformas
que se han aprobado y de las que se están proyectando, podremos observar la trascendencia de las decisiones del Presidente Peña Nieto y la importancia del
trabajo legislativo del Congreso de la Unión.
Sin embargo, debemos reconocer que falta mucho por
realizar, por eso desde
aquí hago un llamado a los ciudadanos para que sean más participativos y hagan
propuestas que
coadyuven con el proyecto de nación que estamos definiendo.
México está dando pasos trascedentes
para lograr un auténtico despegue hacia el crecimiento económico que nos ubique
en la senda del desarrollo para generar más
oportunidades y mayor bienestar a los mexicanos, pero depende de que participemos todos, gobernantes y ciudadanos. Que los hombres públicos hagamos lo que nos corresponde
hacer, y que la sociedad también participe,
opine y se sume a esta gran convocatoria que está realizando el
Presidente Peña Nieto para hacer de
nuestro México, un
país más próspero, más justo y con mayores oportunidades de progreso para
todos.
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