José
Miguel Cobián Elías| 03
agosto de 2013
Tribuna Libre.- Tengo un amigo Oaxaqueño, que cuando
la APPO bloqueó la ciudad de Oaxaca se quejaba amargamente de los abusos de los
profesores de la sección 22 de la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores
de la Educación) y el daño económico que se le causó a esa hermosa ciudad ante
los abusos de estos trabajadores de la educación.
Curiosamente
cuando le he comentado que los contadores públicos certificados estamos
obligados a presentar exámenes que demuestren nuestra calidad profesional,
siempre me dice que es lo correcto, que en un mundo competitivo, los
profesionales deben demostrar su calidad antes de ejercer como tales y atender
a sus clientes. Cuando le digo que en
los despachos contables gastamos una buena parte de nuestros ingresos en
capacitación, no sólo para el titular del despacho, sino para los integrantes
del mismo, me felicita, y comenta de la importancia de tener personal
capacitado para atender a nuestros clientes.
Cabe
aclarar que este buen amigo, es simpatizante de ¨Movimiento Ciudadano¨, y por
lo tanto su tendencia política es de izquierda, y como muchos izquierdistas se
dedica a criticar todo lo que pueda hacer o dejar de hacer el gobierno federal.
Ante
la situación que ha generado la reforma laboral educativa, y los bloqueos y
paros a lo largo y ancho de la ciudad de México y últimamente en distintas
zonas del país, ha insistido una y otra vez en una justificación que se publicó
en la revista proceso, que afirma que los integrantes de la CNTE pidieron recursos
al gobierno federal para organizar nueve foros nacionales sobre la reforma
educativa y exigían que los resultados de estos foros fueran incluidos en la
legislación a punto de aprobarse. Pero
como el gobierno federal les falló, pues ni les dio el dinero, ni esperó a que
se hicieran los foros, y mucho menos, va a incluir las propuestas de dichos
foros inexistentes en la reforma educativa, entonces tienen derecho a protestar
de esta y cualquier otra manera posible.
Me
llama mucho la atención su actitud, de crítica irresoluta contra el gobierno de
Peña y de respaldo a sus opositores, en especial a la CNTE, pues siendo de
Oaxaca, es un hombre que a pesar de no vivir allá, sino en Córdoba, conoce
perfectamente el daño que le han causado a la economía de su capital estatal
los señores de la CNTE. Además sabe que
Oaxaca ocupa el honroso último lugar en nivel educativo a nivel nacional,
gracias precisamente al esfuerzo de los profesores integrantes de la CNTE. Si ello no bastara para mirar con recelo lo
que hace esta agrupación magisterial, habría que recordar que año con año
realizan paros en Oaxaca, con el fin de extorsionar al gobierno estatal,
gobierno que también durante muchos años cedió a sus demandas, -al más puro
estilo priísta de considerar que lo que se compra con dinero es barato-. Pero llegó un momento en que ya no alcanzaba
el dinero pues año con año, la sección 22 pide más y más. Si a ello adicionamos el asunto de que los
profesores en general son de los profesionistas que más gozan de asuetos en su
labor, y que adicionalmente gozan de prestaciones inimaginables para la mayoría
de los mexicanos, que en el caso de los maestros de Oaxaca implican ingresos
por cien días adicionales cada año, y si además de lo anterior, consideramos
que estos paros que hoy realizan en el DF están afectando de nueva cuenta a los
niños y jóvenes de Oaxaca… Llega el
momento en que no puedo entender como quien ha sido víctima de los usos y
abusos del magisterio oaxaqueño, se atreva a apoyar desquiciar la capital del
país, como método de protesta y chantaje, única y exclusivamente para conservar
privilegios, que para la CNTE representan alrededor de nueve mil millones de
pesos anuales, derivados del control político de profesores, vidas y ascensos.
Habremos
muchos que estamos hartos del mal gobierno. Del uso y abuso de los recursos
públicos por parte de funcionarios electos o designados, de las corruptelas, de
la falta de justicia, de la absoluta impunidad en la que hoy vivimos, que
favorece tanto los delitos de servidores públicos como la inseguridad que día
con día aumenta. Estamos hartos, pero
debemos saber escoger a quien apoyamos, con quien simpatizamos y a quien
repudiamos. En este caso, aunque el
gobierno sea percibido como el enemigo a vencer, no es posible simpatizar con
grupos tan repugnantes como la CNTE.
He
aplaudido en múltiples ocasiones las protestas ciudadanas. Por una simple
razón, LOS FUNCIONARIOS NO HACEN CASO. A
pocos funcionarios les importan los ciudadanos y sus necesidades. Por ello es
necesario a veces tomar las calles, con el único fin de ser escuchados. Incluso recomiendo a mis amigos, conocidos y
lectores, exigir a los servidores públicos que cumplan con su deber de manera
transparente, y exigirlo incluso con demandas ante tribunales, cuando no se
cumpla con el deber. Pero una cosa es
eso y otra muy diferente simpatizar con quienes están sirviendo incluso a los
fines de Peña. Me explico: En mi opinión,
el gobierno federal está jugando con la desesperación de la ciudadanía, para
que cuando le dé el golpe a los manifestantes, todo mundo aplauda, aún cuando
corra sangre, o resulte algún muerto.
Elevar el nivel de represión pública se está convirtiendo en un clamor
popular, mismo que mañana será una soga que atenace el cuello de muchos
mexicanos, y para eso están sirviendo los manifestantes. Hacen el papel de
tontos útiles…. Y si no me cree…. Al tiempo….
miguelcobian@gmail.com www.josecobian.blogspot.com @jmcmex