Córdoba, Veracruz- México | 29 noviembre
de 2014
Tribuna Libre.- La sencillez y la
lucha en la cancha de la selección mexicana de Voleibol varonil ha permitido un
encuentro constante y una mayor admiración de la afición de los Juegos
Centroamericanos y del Caribe en Arena Córdoba.
En forma previa al
partido contra Venezuela, familias que asistieron a presenciar este viernes 28
los cuartos de final del voleibol de sala en la rama varonil vieron con agrado
el acercamiento que los jugadores tuvieron con los niños, al permitir que vean en
los atletas un modelo a seguir.
Los seleccionados
mexicanos recibieron esta tarde una cálida bienvenida, después de que la
afición vio su entrega un día anterior, en su encuentro contra Colombia, al
ganar al cabo de cinco sets.
Vicente Delfín,
vecino de Alvarado adquirió una playera de los XXII Juegos Centroamericanos y
del Caribe Veracruz 2014 y pidió autógrafo a cada uno de los integrantes de la
selección de México, ya que como seguidor buscará conservar el recuerdo de este
joven equipo, mismo que podrá dar buenos resultados a la afición.
Ángel, de 7 años,
buscó desesperadamente un pedazo de papel para pedirle un autógrafo a Jorge
Alejandro Barajas, jugador con el número 11, así como la foto del recuerdo, que
conservará su mamá para motivarlo a practicar algún deporte.
Douglas y Máximo,
guiados por su mamá y acompañándose de banderas de México, esperaban que los
atletas se tomaran fotos, pues la familia ansiaba un recuerdo de los Juegos
Centroamericanos y del Caribe.
Por varios
minutos, integrantes de la delegación de México posaron para las fotografías de
niños, jovencitas y adultas, mostrando sencillez para quienes se acercaron.
Jorge Alejandro
Barajas atendió a un gran número de simpatizantes y dijo que él, de niño
también tuvo sus héroes y espera llegar a jugar en unas olimpiadas: “falta
mucho, somos un equipo joven, pero seguiremos buscando alcanzar nuestros
sueños”.
La afición
cordobesa es noble, pues en todos los partidos “nos acompañan. Hemos jugado en
otras partes del país y pero no hay tanta gente como aquí”.