Córdoba, Veracruz- México | 27 noviembre
de 2014
Tribuna Libre.- Los Juegos
Centroamericanos y del Caribe-Veracruz 2014 fomentan la convivencia y unión
entre deportistas y aficionados, como se refleja en cancha y tribunas de la
Arena Córdoba con el voleibol de sala varonil.
El voleibol
demuestra la rivalidad en la cancha, como en otras disciplinas, pero da
testimonio de la unión y hermandad entre atletas de diferentes países y con los
mismos aficionados.
En el segundo día
de jornada, en forma inicial, alumnos de escuelas primarias y secundarias
tuvieron la oportunidad de saludar a los integrantes de los equipos del
voleibol de sala.
Los jugadores de
Trinidad y Tobago y Colombia, así como de Puerto Rico y Bahamas, se dieron
tiempo para acercarse a sus seguidores y en momentos convirtieron la Arena
Córdoba en un centro de unión, pues se rompieron las barreras entre aficionados
y deportistas para tomarse fotografías e intercambiar algunos comentarios y
saludos.
Los estudiantes
emocionados comentaron que no esperaban tener la oportunidad de acercarse a los
jugadores y disfrutaron cada instante cerca de ellos, ya que no esperaban
verlos, conversar y saludarlos.
La emoción crecía
cada vez que el balón llegaba a las gradas y buscaban atraparlo para tenerlo
entre sus manos por unos instantes y devolverlo a la cancha, sin antes demostrar
el gusto de haberlo sostenido.
Para la noche, el
ambiente fue de algarabía al ver en la cancha a la delegación de Cuba y
Venezuela, quienes además de dar un buen espectáculo escucharon los consejos de
aficionados que desde la tribuna les hacían sus consejos deportivos.
Y más aún cuando
llegó al centro de la Arena Córdoba el equipo mexicano, junto con el de
República Dominicana, quienes desde un inicio brindaron un buen espectáculo que
invadió de emoción a todos los aficionados.