Xalapa, Ver. | 30 Diciembre de 2014
Tribuna Libre.- Ya que en el
estado de Veracruz es una costumbre la tradicional quema de El Viejo, la
Secretaría de Protección Civil (PC) recomienda realizarlo con todas las medidas
precautorias necesarias, como efectuarlo lejos de lugares donde se puedan
provocar incendios y, principalmente, con la supervisión de personas adultas.
El director
general de Administración a Emergencias de PC, Ricardo Maza Limón, destacó que
se trata de mantener a salvo a los veracruzanos y de hacer un buen uso de la
pirotecnia. “Lo primero es no quemarlo bajo un alero o techo, así como junto a
una casa”.
Señaló que este
tipo de acciones debe llevarse a cabo preferentemente en una superficie plana y
lisa, ausente de vegetación o de material inflamable, así como contar con un
extintor cerca o, en su defecto, una cubeta de agua o arena.
El servidor
público destacó que la presencia de los adultos es imprescindible, por lo que
es recomendable que los distribuidores sólo vendan material pirotécnico a
mayores de edad y no permitir que los niños los prendan solos; además, indicó
que se debe contar con un círculo de entre seis y ocho metros de alejamiento.
Si se realiza la
quema de El Viejo, se encomienda notificar a los vecinos para evitar molestias
por el excesivo ruido que provoca la detonación de cohetes y tomar las
precauciones pertinentes; exhortó a la población no encenderlo con gasolina y
mucho menos arrojarla si ya se encuentra prendido.
Maza Limón reiteró
que los ayuntamientos son los únicos autorizados para permitir la venta de
pirotecnia, por lo que les solicitó revisar los permisos que presentan quienes
los suministran, puesto que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) es la
única instancia que puede otorgarlos, así como requisar o neutralizar los
fuegos artificiales.
Finalmente,
exhortó a las autoridades municipales colaborar con el Ejército, Policía
Federal, Marina-Armada de México, Seguridad Pública, Protección Civil y todas
las dependencias involucradas en las revisiones y operativos conjuntos que se
efectuarán en los lugares donde se venden los cohetes, a fin de evitar riesgos
a la población.