José Miguel Cobián | 21
febrero de 2015
Tribuna Libre.- Se me ocurre entrar a internet, y me encuentro
con un correo de manual de seguridad en el que me invita a revisar la página
web del semáforo delictivo. Inmediatamente
entro, picado por la curiosidad, y busco a Veracruz. Allí me doy cuenta de que en la mayoría de
los rubros ha mejorado en diciembre el índice de delitos, sólo en uno sigue
igual y en ningún caso ha empeorado, con respecto al mes anterior. Eso me llama la atención, entre otras cosas,
porque el pleito que traen dos grupos criminales en Tamaulipas seguramente en
algo debe de influir en el norte del estado.
Leo en las redes sociales muchas quejas
respecto de la seguridad de la zona centro del estado, -algunas de las cuales
considero infundadas o generadas por desinformación-, y esa percepción no
coincide con la información que presenta el semáforo delictivo, que pone en
color verde (25% por debajo de la media nacional) al estado de Veracruz. Esto me hace pensar que algo puede andar mal
en la información o los veracruzanos somos muy chillones. O una combinación de ambas…. O algo peor, la autoridad no ha sabido
modificar la percepción de inseguridad a pesar de sus logros en la contención
de bandas criminales.
El propio semáforo delictivo da una
explicación, la cual me sorprende, porque en ella se menciona específicamente
al estado de Veracruz… Dicen ellos: ¨La veracidad del semáforo depende de la
veracidad con la que reportan la incidencia delictiva las procuradurías
estatales al Sistema Nacional.¨ Y explica las posibles razones: ¨La pgj de tu
estado no reporta con veracidad los datos al Sistema Nacional de Seguridad.-
Algunos delitos de alto impacto son altos en tu estado pero no así el resto de
los delitos evaluados.- No hay confianza para denunciar en tu estado, y las
víctimas denuncian menos los delitos que en otros estados.- Hay zonas del
estado muy inseguras y otras no tanto¨
Estas explicaciones de alguna manera explican porque Veracruz aparece en
color verde. Pero aquí no acaba la cosa,
ellos continúan con sus explicaciones y afirman: ¨Aun cuando los datos no
coincidan con la percepción es útil divulgarlos para propiciar un cambio¨ Esto es absolutamente cierto, y siempre es
mejor un poco de control que ningún control.
Y luego viene la mención a un único estado
entre sus explicaciones. Y ese estado es: (redoble de tambores por favor,
ratatatatatan)…. Veracruz… Ellos
anotan: ¨Veracruz es quizá el caso más claro en donde no coincide la percepción
ciudadana con la estadística¨ Pum!!!!! Así de ese tamaño es el balde de agua fría
que semáforo delictivo le avienta al jarochiestado. El sólo hecho de mencionarlo tiene varias
lecturas. La primera es que los de semáforo delictivo no quieren a Veracruz y
por eso intentan desprestigiarlo…
Aquéllos que confían en la ciudadanización del control de los
funcionarios, y que por lo tanto confían en esta página web, dirán que la
Fiscalía miente en cuanto a la estadística de delitos, o que éstos no se
denuncian debido a la falta de confianza de los ciudadanos en las autoridades
de procuración de justicia.
En mi caso –y que quede claro que he sido muy
crítico con el gobierno actual- creo que es una combinación de mala
comunicación, y lenta eficiencia. Me
explico: Realmente he visto los avances del mando único a cargo de Arturo
Bermúdez. También he visto sus
deficiencias, y su incapacidad sobre todo de combatir delitos del fuero
común. Pero debo reconocer que las zonas
en las que el Mando Único trabaja se han reducido los delitos de alto
impacto. Es decir, en mi opinión, en
cuanto a la operación del mando único, les ha faltado saber cómo ganarse la
confianza de la ciudadanía, cumplir a rajatabla lo que ofrecen pues a veces han
faltado a sus compromisos, y sobre todo lograr acercarse a los ciudadanos… A esos mismos ciudadanos acostumbrados a
temer a los policías municipales, por los abusos y crímenes cometidos por
ellos. Arduo trabajo el del mando
único para ganar esa confianza que se debe de tener en las fuerzas del orden,
confianza que se ha perdido por años y años de abusos y policías incompetentes. Dicho esto, a pesar de que muchas
corporaciones municipales funcionan correctamente y en sus municipios son
apreciados por la ciudadanía.
El caso de la fiscalía del estado a cargo de
Luis Ángel Bravo es más delicado, entre otras razones, porque a pesar de estar
intentando igualar el esfuerzo de Bermúdez en cuanto a limpieza de su
corporación, comenzó varios años después.
Y si no es fácil encontrar policías dignos de serlo, mucho más difícil
es encontrar policías investigadores (los miembros de la policía ministerial),
y técnicos duchos en derecho, lo cual es imprescindible para ser agente del
ministerio público. También Luis Ángel
tomó una corporación totalmente desprestigiada, sin la confianza de los
veracruzanos, y los avances que ha logrado (pues si ha habido avances y apedréenme
si quieren), (ojo en sentido figurativo estimados fundamentalistas islámicos),
éstos han sido muy pocos, muy lentos, y para nada, acordes a lo que Veracruz
requiere en cuanto a una procuración de justicia limpia y rápida. Además, el presupuesto que el congreso
priísta del estado le ha asignado a la fiscalía es mínimo comparado con las
necesidades del propio estado y de la dependencia. Esperemos que el próximo año le asignen más
presupuesto y tengan la posibilidad tanto de salarios dignos y decorosos, como
de contar con el suficiente personal para desahogar todos los asuntos que se
denuncian, mismos que no representan ni el 5% del total de delitos que se
generan en Veracruz.
Un problema de percepción, de comunicación,
de honestidad en dar las cifras, de transparencia, de claridad en los procesos,
e incluso problemas presupuestales, son los que generan esa diferencia de
percepción y que se considere a Veracruz como ejemplo de una información
sesgada (contra la percepción pública) respecto de la incidencia de delitos
reportada al sistema nacional de seguridad.
Hay mucho por hacer, pero la participación
ciudadana puede hacer la diferencia. Participación que vemos en el Observatorio
Ciudadano de Córdoba y en las agrupaciones de industriales y comerciantes
involucradas en los temas de seguridad y procuración de justicia. Ciudadanos
preocupados por vigilar a los funcionarios que buenos o malos, al sentirse
vigilados harán un mejor papel para beneficio de los propios veracruzanos.