Úrsulo Galván, Ver. | 30 julio de 2015
Jorge Mauro Navarro Rivera
Tribuna Libre.- Como de total e
indignante vergüenza para el campesinado nacional debe ser catalogada la
realidad que vive el campo en el municipio de Úrsulo Galván de acuerdo a
habitantes de esta localidad al celebrase el 85 aniversario luctuoso del
llamado padre del agrarismo nacional.
Las cultivos
tradicionales que de antiguo se realizaban en este municipio como la Jamaica,
el ajonjolí, cacahuate, el maicillo para hacer escobas dejaron de
producirse porque ya nadie compra las producciones de los campesinos y en el
caso de la utilización de la cascara del coco para relleno de tapicerías
automotrices, por ser fresca, dejó de utilizarse por el empleo de sintéticos
como rellenos.
Los habitantes
reseñan que en las arenas de Úrsulo Galván todo se da pero los malos gobiernos,
dependencias y los políticos corruptos se encargaron de acabar con la
producción de la tierra y los empleos que esta generaba.
Regiones de Úrsulo
Galván, Cardel, y Actopan, en este último con producción de la malanga
para el comercio extranjero, donde el único cultivo que subsiste es el de la
caña de azúcar con producciones envidiables de entre 100 y 170 toneladas por
hectárea pero donde desafortunadamente el endulzante-gramínea se paga
actualmente alrededor de los 430 pesos por tonelada cuando en el sexenio de
Felipe Calderón llegó a alcanzar los 700 pesos donde ni que decir de los
insumos como fertilizantes y otros que los ingenios el modelo en Cardel y la
gloria en Úrsulo Galván se encargan de cobrar a los productores de caña con
creces por sus altos intereses, dejando solo ganancias muy básica para todo el
trabajo que implica este cultivo.
Detallaron que el
simple hecho de que las tiendas CONASUPO no estén abiertas para la venta de los
productos agropecuarios del campo en beneficio de los campesinos es señal que
el mismo campo está cerrado, sin oportunidades, además de que las tierras al no
poderlas producir el campesino con ellas se están quedando los ricos quienes
tienen todas las facilidades cambiándoles el giro y haciéndolas productivas.
Atrás quedaron,
comentan, los liderazgos campesinos contemporáneos como el de Roque Espinoza
que con su célebre frase "20 machetes caídos, no hay quien corte
caña" se paralizaba el corte del endulzante en la búsqueda de mejores
precios por tonelada de la caña. Feliz aniversario luctuoso del padre del
agrarismo nacional. Apuntaron.