* El gran Tzompantli permite anticipar nuevos e
importantes hallazgos, comparte el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma en la FUL
2015
Pachuca de Soto, Hgo | 26 agosto de 2015
Tribuna Libre.- Tras el hallazgo
del gran Tzompantli, el arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma confirmó
que a través del Programa de Arquitectura Urbana (PAU), el proyecto Templo
Mayor extenderá su búsqueda hacia lo que era el antiguo gran recinto ceremonial
de la cultura Mexica.
En entrevista
posterior a su participación en la Feria Universitaria del Libro, FUL 2015, que
organiza la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) y su Patronato,
donde recibió un reconocimiento por su labor, el prestigiado investigador
anticipó que esperan encontrar otros hallazgos tan importantes como la
estructura donde se colocaban los postes y los cráneos atravesados, conocida
como Tzompantli y descubierta a mediados de agosto.
"Seguimos
trabajando, seguimos excavando y desde luego que pensamos va a haber todavía
algunos hallazgos importantes. En ocasiones, gracias a la fuente escrita
podemos prevenir qué tipo de vestigio habrá pero en tanto no se excave, no
podemos dar fe exacta de lo que encontraremos", expresó luego de impartir
la ponencia "Excavaciones en el Templo Mayor" donde presentó un
resumen de los logros alcanzados en 38 años de exploración.
En este sentido,
enfatizó que gracias al trabajo de arqueólogos, físicos, químicos,
restauradores, geólogos, entre otros especialistas, quienes conforman el equipo
del Proyecto Templo Mayor, hoy es posible aportar mayor información sobre la
cultura mexica, una de las seis civilizaciones originarias del mundo.
No obstante,
subrayó las dificultades que implica un proyecto de tal envergadura toda vez
que la ciudad de Tenochtitlan se ubica bajo la actual Ciudad de México,
"por lo tanto es difícil acceder a ella. Tenemos mucha información en las
crónicas escritas, los relatos de los cronistas pero falta encontrar el dato
arqueológico para complementar ambas fuentes de información".
Además, recordó
que entre 1991 y 1998 el programa de arqueología urbana se extendió no sólo
para ver el Templo Mayor sino también para conocer la Gran Plaza.
El proyecto que
nació en 1978, luego del hallazgo de la escultura de Coyolxauhqui, la diosa de
la Luna, se ha mantenido activo durante 38 años y consta de tres fases: la
recopilación de información, el proceso técnico de excavación y la fase de
interpretación, "un hallazgo por sí sólo no dice nada, se requiere la
interpretación a partir de la información recolectada durante la primera
fase", comentó.
Durante la
ponencia, Matos Moctezuma explicó que uno de los mayores retos radicó en la
búsqueda bajo la Catedral de la Ciudad de México, donde generaron pozos de
excavación para preservar los hallazgos prehispánicos y coloniales que
encontraron en la zona, entre ellas medallas de ánimas y cruces, como ofrendas
a las almas del purgatorio.
También destacó el
hallazgo de la ofrenda 102, donde encontraron telas y elementos de papel, así
como un disco donde aparecen 7 deidades, elementos en madera y era todo el atavismo
de un sacerdote del Dios Tláloc.
"Desde que
comenzamos en 1978, el impacto fue muy importante no sólo a nivel nacional sino
también mundial; en 1983, por ejemplo, se llevó a cabo un simposio en
Washinghton y se abrieron las puertas a más de 250 investigadores presentes
para escuchar que era lo que estaba encontrándose en el lugar", recordó
Matos Moctezuma y destacó la importancia histórica y cultural que estos
hallazgos han tenido para México y el mundo.