* Universitarios analfabetas y la vuelta a lo
fundamental porque “el gran problema de la lectura no tiene que ver con las
masas pobres y analfabetas que no saben leer ni escribir, sino con una enorme
cantidad de universitarios que, aun teniendo recursos para comprar libros, no
quieren leer. Por muy mal que estén, tienen medios adquisitivos suficientes”
Pachuca de Soto, Hgo. | 14 septiembre de
2015
Tribuna Libre.- De las reflexiones que la Feria Universitaria del Libro aporta
constantemente sobre el valor del libro y del fomento a la lectura en todos sus
niveles, la presentación de la doctora Elsa Margarita Ramírez Leyva de la obra
colectiva “Tendencias de la lectura en la universidad”, es una iluminación para
los amantes del análisis, el conocimiento y los libros.
Por eso, en la 28
edición de la Feria Universitaria del Libro (FUL 2015), llevada a cabo en la
ciudad de Pachuca, a instancias y bajo el cobijo de la Universidad Autónoma del
Estado, de su Patronato y Conaculta, trabajos como el que coordinó la doctora
Elsa Margarita Ramírez Leyva, de un alto nivel académico, intelectual y
analítico acumula y difunde saberes de otros tantos expertos en el tema de la
lectura, la información y las tendencias actuales del cómo se lee, para qué se
lee y cuáles son los retos en la revolución digital que se vive actualmente.
A primera vista
parecería que cualquiera que arribase a estudiar el nivel universitario tiene
desarrolladas las destrezas suficientes para decodificar cualquier texto, pero
no es así, como puede concluirse tras la recopilación de 18 ensayos al
respecto, contenidos en el mencionado volumen.
A decir de la doctora
Elsa Margarita Ramírez Leyva, “los antecedentes del tema y base del seminario
‘Leer en la universidad’, que dio origen a esta compilación, surgieron desde
hace poco más de una década. La preocupación sobre la lectura y la escritura en
la universidad dio inició en los años 70 en países donde uno pensaría que está
todo resuelto, como Inglaterra y Estados Unidos, los primeros en percatarse de
que había ciertos problemas en los alumnos en la lecto-escritura y que
repercutía en su proceso académico y de aprendizaje”.
La también miembro
de la Academia Mexicana de las Ciencias y del Consejo Técnico del Programa de
Lectura de la Universidad Autónoma de México, realizó la presentación del libro
de 280 páginas, frente a una audiencia de más de un centenar de personas
integrada por estudiantes, académicos, periodistas y público en general.
En su propia
aportación al documento, la doctora Ramírez Leyva, resalta en su ensayo:
“Dichos problemas no se resuelven en el proceso educativo, y en las últimas
décadas se han identificado deficiencias en el uso de la lengua, que se
manifiestan en las habilidades de lectura, escritura e incluso en la
comunicación oral en los ámbitos universitarios, lo que ha dado lugar a
estudios en los que se ha identificado la necesidad de enseñar dichas
habilidades en el contexto de cada disciplina, ya que cada una tiene
especificidades que los alumnos deben aprender para apropiarse y generar
conocimientos, como parte de su formación profesional; incluso se ha empezado
a promover en la educación básica y media, la enseñanza del uso de la lengua
en las diferentes asignaturas”.
De tal modo que el
libro editado por la UNAM y por su Instituto de Investigaciones
Bibliotecológicas y de la Información ilustra sobre cómo, qué y de qué manera
la forma, calidad y cantidad de acceder al proceso de lectura ha ido mutando y
cómo se han realizado experiencias beneficiosas para replicar y sostenerlas.
“En lo referente a investigación y docencia, por ejemplo, el ensayo de Isabel
Morales Sánchez, realiza un análisis sobre el detrimento de esa competencia
lectora, potenciado desde los primeros niveles de la formación de las personas
y los motivos de tal letargo o algo más peligroso, la casi disolución de tal
destreza. Para ello, despliega argumentos respecto al valor de la literatura
como materia transversal que coadyuva a la formación integral del universitario
de cualquier la especialidad y resalta la continuación de la formación lectora
también en el espacio digital”.
Así que el libro
puede dividirse en cinco grandes apartados: 1)Ensayos que se encargan de
analizar las diferentes perspectivas sobre la lectura, la escritura y la
alfabetización informacional en el ámbito de la educación superior; 2) Los
que se encargan de identificar la formación de los formadores de lectores; 3)
De explorar el potencial de la biblioteca universitaria como espacio para la
formación de lectores; 4) Intercambiar experiencias de los programas y
actividades relacionados con la lectura, la escritura y la alfabetización
informacional que se derivan de actividades dirigidas a las comunidades
universitarias y a diferentes sectores de la sociedad y 5) Los que se enfocan
en la identificación de problemáticas y temas de interés para la
investigación, la docencia y las actividades de extensión de la cultura.
La última parte,
sobre todo, presenta los programas de formación y promoción de la lectura que
han resultado exitosos y de ahí replicar las mejores prácticas, por ejemplo las
de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, “Abuelos Lectores
Cuentacuentos” y “Regaladores de Palabras”, con el objetivo principal de formar
mediadores entre la población de adultos mayores para dotarlos de habilidades
y conocimientos que los habiliten para coadyuvar en el desarrollo por el gusto
por la lectura y, sobre todo, por la palabra.
Y, la recopilación
tiene un arranque certero y lapidario con el ensayo de Juan Domingo Argüelles,
el segundo del libro y que puede considerarse el sustento de todos los demás,
titulado “Por una universidad lectora” en el que dice, citando a Gabriel Zaid:
“el gran problema de la lectura no tiene que ver con las masas pobres y
analfabetas que no saben leer ni escribir, sino con una enorme cantidad de
universitarios que, aun teniendo recursos para comprar libros, no quieren leer.
Por muy mal que estén, tienen medios adquisitivos suficientes”.