México, D.F. | 05 septiembre de 2015
David Lee
Tribuna Libre.- La marihuana es la
sustancia ilegal mayormente consumida entre los jóvenes. El consumo y
actitudes, respecto de esta droga, están directamente relacionadas con la
percepción del nivel de riesgo que las personas tienen en relación con ella y,
considerando que la percepción se convierte en realidad, es preciso resaltar
algunos hechos.
En la actualidad,
la percepción del riesgo de fumar marihuana está disminuyendo, pese a la
evidencia científica de que el consumo crónico de esta droga, durante la
adolescencia, puede reducir permanentemente el coeficiente intelectual de una
persona e interferir con otros aspectos de su funcionamiento y bienestar.
La marihuana, en
el presente, no es la misma que la del pasado: la concentración de THC
(ingrediente psicoactivo de la marihuana), en la actualidad, llega hasta un
30%, en comparación con el 4% que contenía en la década de los ochenta. Ello
significa que un consumidor es más vulnerable a tener una reacción adversa o
impredecible, así como un mayor riesgo de adicción.
En los Estados
Unidos, uno de los países con mayor nivel de consumo de esta droga, se han
realizado importantes estudios, a lo largo de los años, que evidencian entre
otras cosas que la marihuana:
Puede ser
adictiva.
Se estima que
produce adicción en 9% de los que la consumen por primera vez. Dicha tasa
aumenta a un 17% para quienes comienzan a consumirla en la adolescencia y entre
un 25 a un 50% entre quienes la consumen a diario.
Está vinculada con
el fracaso escolar.
Los efectos
negativos en la atención, motivación, memoria y aprendizaje, pueden persistir
aún después de que los efectos de la droga hayan desparecido. Quienes inician
su consumo en grandes cantidades, en la adolescencia, podrían perder un
promedio de 8 puntos en su coeficiente intelectual de manera permanente.
En dosis altas,
puede causar psicosis o pánico durante la intoxicación.
Pese a que
científicamente no se sabe si su consumo puede causar alguna enfermedad mental,
las dosis elevadas pueden inducir percepciones y pensamientos perturbados,
paranoia o ataques de pánico. En esquizofrénicos, puede empeorar los síntomas
psicóticos y su consumo, en edades tempranas, representa un mayor riesgo de
sufrir psicosis.
Disminuye las
habilidades para conducir un vehículo de forma segura.
Al afectar la
atención, concentración, coordinación y el tiempo de reacción, así como
dificultar el poder juzgar las distancias y reaccionar antes las señales
visuales y auditivas, amén de la variables en el camino, se considera que la
marihuana duplica la posibilidad de que un conductor sufra un accidente
automovilístico.
Si bien resulta
cierto que estamos ante un cambio de paradigma, al observar que se comienza a
legalizar el uso de la marihuana, resulta asimismo cierto que, su uso, resulta
peligroso para los menores y adolescentes, quienes pueden alterar la
trayectoria de sus vidas e impedir que desarrollen su máximo potencial.
Hablar de drogas
con los jóvenes puede no ser fácil para muchos padres, no obstante, es un tema
obligado para que, antes de que tengan en sus manos un cigarro de marihuana,
tengan claros en su mente los riesgos asociados a su consumo.
Para ello, ponemos
a tus disposición el documento Marihuana: Hechos que los padres deben saber.
Publicado por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas; Institutos
Nacionales de Salud; Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados
Unidos, publicado desde 1997 y revisado a lo largo de los años hasta 2014.