*Hay cabildos en los que conflictos e intereses
personales impiden trabajar en beneficio de la población, afirmó Alejandro
Zairick Morante.
Xalapa, Ver. | 08 septiembre de 2015
Tribuna Libre.- Las
administraciones municipales están por llegar a la primera mitad de su
ejercicio constitucional y en algunas existen serios conflictos internos que
impiden que los cabildos se consoliden y trabajen en armonía para buscar el
bien común de la población, afirmó el diputado local Alejandro Zairick Morante,
presidente de la Comisión permanente de Desarrollo y Fortalecimiento Municipal
de la LXIII Legislatura del Estado.
Dijo que al
prevalecer intereses personales y conflictos, difícilmente lograrán ofrecer
servicios de calidad, así como obras y acciones en beneficio de los ciudadanos.
Puso como ejemplo
el Ayuntamiento de Nogales, un Cabildo que no ha podido conformarse de manera
óptima, pues la relación entre los funcionarios del Ayuntamiento ha sido muy
complicada: “Existen serias diferencias, a pesar de que el Presidente Municipal
tiene la voluntad de lograr que se trabaje en equipo y en una misma dirección”.
También hay casos
en los que los funcionarios municipales no se han presentado a trabajar o han
solicitado al Congreso del Estado que instruya la práctica de una auditoría y
hasta intervenir las finanzas públicas, porque no hay transparencia en el
manejo presupuestal.
En contraparte,
Alejandro Zairick habló de ayuntamientos del Distrito XV, al que representa,
que trabajan con buenos resultados, como Ixtaczoquitlán y Orizaba: “Pero cada
caso es específico e irrepetible. Lo deseable es que exista armonía en las 212
administraciones municipales y esto permita hacer más eficientes las políticas
y la administración pública”.
Expuso que
funcionarios de Castillo de Teayo solicitaron suplir al Presidente Municipal,
quien no se ha presentado a laborar como resultado de una orden de aprehensión
girada por el Juzgado Federal de Distrito, con sede en Poza Rica.
En el caso de San
Rafael –continuó– el Síndico Único y un Regidor solicitaron a la LXIII
Legislatura local implementar acciones de fiscalización y examinar la
contabilidad del Ayuntamiento, mientras que funcionarios de Jilotepec piden una
auditoría financiera y técnica de la obra pública correspondiente al ejercicio
fiscal 2015.
“Con ese tipo de
conflictos y desacuerdos entre ediles no se puede trabajar bien y las
consecuencias las pagan los ciudadanos. Los cabildos deben funcionar como una
maquinaria bien engrasada y en una misma dirección, y tener bien claro que
están para servir, jerarquizar prioridades y siempre buscar lo mejor para la
población”, finalizó.