* Once crímenes en cuestión de horas *
Denuncia contra el gobierno de Javier Duarte * Retiene recursos para
seguridad * 45 alcaldes panistas reclaman dinero * Ediles del PRD
retenidos en carretera * Pavón y la mala imagen del gober * ¿Quién
es Arturo Delgadillo? * PRD: ¿alguien conoce a Paco Valencia?
Mussio Cárdenas Arellano | 05 diciembre de 2015
Tribuna Libre.- Terrible y brutal,
el Veracruz violento cuenta más víctimas, más tragedia, más sangre, de malosos
o inocentes, sea por levantón o ejecución, apabullado Javier Duarte y su
gobierno, incapaz o cómplice su policía, averiado el sistema de seguridad.
Veracruz no es
Tamaulipas, pero parece. No es Guerrero, pero parece. No es Morelos, pero
parece. Incluso, los supera.
Y nada hace, sólo
observa, el gobernador de Veracruz cuando las balas y la saña hablan de nuevo,
cuando el miedo corroe las entrañas de la sociedad, cuando se impone la voz de
los que andan fuera de la ley.
Fracaso histórico
el del duartismo, que arrancó militarizando a Veracruz, dejando en manos del
Ejército y la Naval la seguridad, el combate al hampa, la desarticulación de
las bandas delictivas, los Golfos, los Zetas, los de Jalisco, los Matazetas, y
cinco años después la muerte acecha, la delincuencia avanza, la ley se tuerce y
la impunidad domina al aparato judicial.
Ideó el operativo
Veracruz Seguro y de ahí replicaron en municipios y zonas conurbadas. Luego
vendría el Mando Único Policial, que ha sido un fracaso.
Cinco años en el
fracaso total, mientras a los veracruzanos se los carga la muerte, y si no, el
miedo, robada su tranquilidad y sin saber si hay mañana, a expensas de la
extorsión, de la delincuencia común o del crimen organizado.
Así ocurre en el
reino de la violencia que es Veracruz.
Así ocurre en el
santuario de los Zetas, por obra y gracia de Fidel Herrera Beltrán, por enredos
de campaña y negocio en las sombras del aparato de seguridad duartista.
No se esfuman los
humores de la masacre de Puente Nacional o la de Rodríguez Clara, cuando el sur
de Veracruz se sacude por la violencia brutal, por la impunidad con que actúan
los enemigos de la ley, por la pasividad, que resulta complicidad por omisión,
del gobierno de Javier Duarte.
En un lapso de 48
horas, fueron ultimadas once personas en diversos hechos violentos, rememorando
los primeros días de Javier Duarte en el poder, cuando los malosos arrojaban 35
cadáveres en la zona turística de Boca del Río, o hallaban otros 32 en una casa
de seguridad en el puerto de Veracruz.
Esta vez es el
sur, de nuevo el sur.
Tres de ellas
vivían en la localidad El Manantial, municipio de Tierra Blanca. Fueron Sacadas
de sus viviendas por un comando armado que se los llevó. Aparecieron a
dos kilómetros del lugar, sin vida, entre el monte.
Sus nombres:
Lamberto Rivera Muñoz, de 50 años; Bulmaro Rivera Sanjuan, de 51, y Francisco
Javier Rivera Rodríguez.
Sobre la autopista
Cosoleacaque-Sayula de Alemán, a la altura del poblado La Cruz del Milagro, un
grupo de asaltantes colocó un falso retén —una versión indica que sólo eran
palos y troncos sobre la vía— y ahí perpetró el ataque. Era entre las 8:30 y 9
de la noche del martes 1.
Por el pésimo
estado de la autopista, llena de baches, los vehículos que debieran transitar a
un máximo de 110 kilómetros por hora, se mueven a vuelta de rueda. Eso facilitó
el asalto a nueve autos y un camión ADO.
Uno de los
vehículos, procedente de Puebla y con destino a Cárdenas, Tabasco, ignoró el
retén. Fue alcanzado por las balas disparadas por los criminales. Murió en el
acto Fabián Alejo Barrales, quien viajaba de copiloto, y el conductor Feliciano
Arcos Mendoza, resultó herido. Ambos se dedican al comercio.
Al trascender el
hecho, se realizó un operativo para detener a los criminales. De los siete que
participaron, sólo se halló a uno, quien fue arrancado de manos de la policía y
a punto estuvo de ser linchado por las víctimas del asalto.
Justo cuando se
realizaba el operativo, el miércoles 2, aparecieron cuatro ejecutados sobre la
autopista Sayula-La Tinaja. Dos de los cadáveres se hallaban en bolsas de
plástico negras. Testigos afirman que los sicarios los ejecutaron a pie de
carretera, en la parte baja del puente que conduce al municipio de Zaragoza.
En Puente
Nacional, de nuevo, cerca de Xalapa, en la localidad Cabezas, hallaron dos
osamentas en medio de un corte de caña. Ambos cadáveres se encontraban
carbonizados.
En el municipio
Medellín de Bravo, en la comunidad Mozambique, una persona de sexo masculino
fue hallado en una zanja que era usada como tiradero de basura a cielo abierto.
Vuelve el Veracruz
violento. Es el sello de Javier Duarte, que sólo simula que su prioridad es la
seguridad, pregonando que “Veracruz ya cambió” como antes fue “En Veracruz no
pasa nada”.
No, la seguridad
no es prioridad. La prioridad es el negocio. Es negocio la compra de armas, las
unidades motorizadas, los equipos de radiocomunicación.
Javier Duarte no
le cumple a la Naval. No les paga a los elementos de la Armada, como en su
momento denunció el entonces síndico del ayuntamiento de Coatzacoalcos, Roberto
Chagra Nacif, alias Beto Coca, y de ahí la deserción. Y a la fecha todo sigue
igual.
Viven en
condiciones insalubres, hacinados en instalaciones improvisadas, causando pena,
sin capacidad de reacción, pues los vehículos asignados al Mando Único Policial
son chatarra pura, que para que arranquen hay que darles un empujón.
Viven los navales
un infierno en Veracruz, mientras la Fuerza Civil araña el cielo. Es la segunda
corporación de su tipo mejor equipada del país, no sólo en armamento, sino en
unidades vehiculares y equipos de radio. Cuenta con dos unidades Gurka, con
blindaje nivel 6, importadas de Canadá. Ahí hay jauja. Y a la Naval la trata
con desdén.
Donde hay pobreza
es en los municipios de Veracruz. Les son retenidos los recursos federales en
la Secretaría de Finanzas y Planeación, hasta provocar la protesta de los
ediles priístas de Veracruz y Minatitlán, y del alcalde panista de Boca del
Río.
Su reclamo cundió.
El Secretariado Nacional de Seguridad Pública (SNSP) notificó el 19 de
noviembre a la Auditoría Superior de la Federación la retención de recursos por
parte del gobierno de Veracruz, unos 94 millones de pesos, correspondiente a la
segunda ministración del Subsidio para la Seguridad de los Municipios
(Subsemun), catalogado de “prioridad nacional”.
Su titular, Juan
Antonio Nemi Dib, alias “Delicatesen”, había notificado al SNSP la retención de
los recursos del Subsemun a 16 municipios, fondos que habían sido trasferidos a
la Sefiplan los días 7, 10, 15 y 19 de octubre.
Nemi Dib respondió
al SNSP que desde el 26 de octubre había instado al titular de Sefiplan,
Antonio Gómez Pellegrín, a entregar los 94 millones 47 mil 103.50 pesos y que
debía haberlo a mas tardar en cinco días. Sin embargo, Sefiplan siguió
reteniéndolos.
Entre los
municipios a los que se les retuvo el dinero del Subsemun, están: Veracruz, 14
millones 745 mil 958.50; Coatzacoalcos, 6 millones 248 mil 636.50; Poza Rica, 6
millones 12 mil 54 pesos, y y Boca del Río con 5 millones 900 mil 990 pesos;
Córdoba, 5 millones 341 mil 186 pesos. Otros once municipios, entre ellos
Fortín, promedian los 5 millones de pesos.
¿Por qué retiene
Javier Duarte los recursos que debieran destinarse a la seguridad en los
municipios? ¿Acaso para facilitarle la tarea a los malosos, ellos bien armados
y la policía atada de manos? ¿ Es omisión o es dolo?
Todo indica que
ese es el plan. Funciona a los tumbos la policía en Veracruz, sus unidades
convertidas en chatarra, arrumbadas en talleres mecánicos de donde ya no salen,
un auténtico cementerio, como lo denunció el abogado Rodolfo Zapata, asesinado
el 2 de noviembre a unos metros de la sede del Mando Único Policial.
Medio opera, medio
funciona, medio atrapa criminales y desmantela bandas. Carece de recursos, los
de origen federal, que son retenidos indebidamente en Sefiplan.
Es perverso Javier
Duarte. El rejuego de los billetes produce riqueza. La omisión, en cambio,
provoca muerte.
Por ello, de los
violentos es el reino de Veracruz.
Archivo muerto
Que 45 alcaldes
panistas reclamen 250 millones de pesos de origen federal y que 15 presidentes
municipales del PRD exijan 100 millones también de origen federal y los
recursos de la bursatilización 2015, simplemente revela que el duartismo es un
ladrón de cuello blanco. Habrá acciones legales, acusan los panistas,
acuerpados por el diputado federal Miguel Ángel Yunes Linares y legisladores
locales. Habrá acciones legales contra el gobernador. Por su parte, los perredistas
se dirigían a Xalapa cuando fueron interceptados, este jueves 3, por elementos
de la Policía Estatal y la Marina. Los retuvieron en Gutiérrez Zamora, Vega de
Alatorre y Paso de Ovejas. Durante la madrugada, los desalojaron de la
autopista, en Ixhuatlán del Sureste. Al contingente de Zacualpan lo retuvieron
en Banderilla. Es una violación a la garantía constitucional de libertad de
tránsito, pero en Veracruz eso y más puede ocurrir, pues así se conduce el gang
que lidera Javier Duarte. Rogelio Franco Castán, líder estatal perredista,
movilizó entonces al perredismo en Xalapa. Bloqueó la calle Enríquez, frente al
palacio de gobierno, y forzó una negociación con el secretario de Gobierno,
Flavino Ríos Alvarado. Finalmente la Secretaría de Finanzas y Planeación
ofreció liberar los recursos. Días atrás, el alcalde de Cosoleacaque, Ponciano
Vázquez Parissi, priísta, tomó la Sefiplan y logró que así liberaran los
recursos retenidos. O sea, al gobierno duartista hay que cachetearlo, escupirlo
y patearlo, y así camina del lado de la ley… Mucho ruido y magros resultados. Y
un lamento vacuo por la violencia contra la prensa, apaleada por la policía
duartista, los de uniforme y los porros y halcones que visten de civil,
infiltrados y provocadores. Presume Juan Octavio Pavón González una
reingeniería plus en el área de comunicación del gobierno duartista; que si se
reduce el tiempo del proceso informativo, que si llega mejor el mensaje del
gobernador a los medios de comunicación, que si se optimizan los recursos. Dice
Pavón que con menos presupuesto se realiza más. Y de las agresiones a la
prensa, sólo expresa: “Lamentamos las agresiones y por parte del gobierno del
estado hemos dado todas las garantías para su trabajo en cualquier rincón del
estado”. Y hasta ahí. ¿Cuáles garantías si aporrear reporteros es política del
desgobierno duartista, asediarlos y hostigarlos hasta forzar su exilio de
Veracruz, como ocurrió con Rubén Espinosa Becerril, el fotógrafo de Proceso,
Cuartoscuro y AVC, asesinado en el DF, donde fue ubicado por la mano criminal.
Infumable, el vocero del gobernador Javier Duarte apenas si encaró a siete
diputados en el Congreso de Veracruz. De 50 legisladores, sólo siete
estaban ahí y sus respuestas fueron una vacilada. ¿Reingeniería para qué? Si un
gobernador es repudiado, ese es Javier Duarte. Si un gobernador tiene imagen de
represor y torpe, ese es Javier Duarte. Si un gobernador hunde a su estado en
deudas, ese es Javier Duarte. Si un gobernador está denunciado ante la PGR por
desvío de recursos federales, ese es Javier Duarte. Así que don Octavio Pavón
pierde el tiempo en “reingenierías”. Lo que no sirve es el producto que se
quiere promover. O sea, Javier Duarte… Con cara de “¿what?”, se preguntan los
perredistas ¿quién es ese tal Arturo Delgadillo, operador de Paco Grasa, alias
Francisco Valencia, que dizque construye su candidatura por “las izquierdas” en
el sur de Veracruz? Si a Valencia no lo conocen, a Delgadillo menos. Anduvo con
Paco Grasa en la Secretaría de Comunicaciones y luego en la Comisión de Agua
del Estado de Veracruz, tejiendo negocios, para lo que Valencia fue puesto ahí.
Y ahora lo habilita para hacer talacha en las bases del Partido de la
Revolución Democrática para sabotear la alianza PAN-PRD. Delgadillo sabe de
contratos, de obra pública y de enredos y desenredos en el gobierno de
Veracruz. Pero de cómo piensan y razonan los perredistas, cómo se mueven y cómo
se confrontan, nomás no. Paco Valencia es bluff, un cartucho mojado con mala
reputación. No, pues así ni cómo ayuDuarte, Javier…