Informe rojo… Héctor Yunes y Javier Duarte: impunidad garantizada

* La embestida de Yunes azul  * Quiere Héctor “darle continuidad al desastre”  * Los piquetes del senador  * El bufete y los frijoles fríos  * HYL sirvió con “disciplina” a Fidel  * La CEAPP y el caso Jorge Torres  * ¿Burocracia o engaño?  * Potter afiliando abuelitos  * De chofer a Sedesol  * Protección Civil en campaña 


Mussio Cárdenas Arellano | 11 enero de 2016
Tribuna Libre.- Con Héctor Yunes, Javier Duarte respira. Le garantiza impunidad, revitaliza al duartismo, preserva al fidelismo, avala el desastre que devora a Veracruz y se afana por ser el candidato del gobernador. Tal para cual.
Sangre de su sangre, lo desuella en tres palabras Miguel Ángel Yunes Linares, en stand by el amor filial que se dicen profesar, de primos, porque en político hay que darse con todo si se quiere ser, trenzados en una lucha férrea por el gobierno de Veracruz, uno en el priismo y otro desde las filas del PAN.

“Héctor garantiza impunidad a Javier Duarte y a su banda”, le dice el diputado panista en respuesta a los piquetes que el senador del PRI lanzara, asediado por la prensa que inquiría si permanecerá en el priismo o emigraría de no concedérsele la candidatura al gobierno estatal.

Y lo asocia con el fidelismo, con el desastre al que llevó Javier Duarte a Veracruz y a la “gran disciplina” con que sirvió Héctor Yunes a Fidel Herrera y al duartazgo.
Pega Yunes Linares. Es un contragolpe a las alusiones del senador del PRI, que aporrea a la alianza entre PRD y PAN, y a la que le augura una derrota en la próxima elección. Con alianza PAN-PRD, o sin ella, el PRI retendrá el poder, suyo otra vez el gobierno de Veracruz, dice Héctor Yunes.

Ufano como es, había expresado el senador que no tendría por qué ir a buscar frijoles fríos en otro partido —o en otra alianza— cuando tiene ahí, en el PRI, bufet y platillos de alta cocina.

Cuestionado si buscaría ser candidato fuera del PRI, Héctor Yunes recurrió a esa analogía que en redes sociales se catalogó de insultante:
“Imagina que tienes camarón, langosta y champán, y hay enfrente una fondita con los frijoles fríos y el arroz aposcaguado. ¿Dónde te sientas?… Yo tengo el bufet puesto; ¿para qué le voy a buscar a otro lado?”.

Le llama camarón, langosta y champán al PRI, su partido. Le dice fondita de frijoles fríos a la alianza PAN-PRD.
¿Supo lo que decía o fue un lapsus mental? 

Hasta ahora había camuflado el senador el vértigo del poder. Ya no. Imita el tono de Javier Duarte. Para los de arriba el caviar; para los de abajo el taco frío.

Lo menos grave para el PRI es que PAN y PRD son una fondita. Con eso les basta. Con sus frijoles fríos y el arroz aposcaguado tienen apanicado al gobernador. ¿Y si fueran un bufet?

Héctor Yunes le llama bufet al hervidero de pasiones en que está convertido el PRI, a los  odios y rencores en que se conduce el priismo, confrontados los duartistas y los no duartistas, la altivos y los otros altivos, las ratas y las otras ratas, todos tras una candidatura, la de gobernador, que como nunca antes, está en riesgo de pasar a manos de la oposición.

Por lo dicho, tunden a Héctor Yunes en la redes sociales. Cuestionan su visión del pobre, el alimento del necesitado, el senador en la vida de rey.

No mide la afrenta al pobre. Por eso va a Casa Veracruz, obviando el agravio de la caña de pescar y los “peces gordobeses”, degusta platillos del chef y vinos de lo mejor. Ahí no hay comida de fonda, ni frijoles fríos, ni arroz aposcaguado. Hay burlas y carcajadas, indignidad y sometimiento. Y de postre, el Pacto de la Complicidad con galletas de animalotes.

Va Héctor Yunes de la política gastronómica a teología del Dios me cumple. De su candidatura dice: “Si Dios quiere… y creo que va a querer”.

Dos soltó el senador y encontró respuesta. Dijo que con alianza entre el PAN y el PRD, o sin ella, el PRI, o sea él, ganará la elección de gobernador de Veracruz. Se refirió a la alianza PAN-PRD como una fondita que sirve frijoles fríos y arroz aposcaguado.

Miguel Ángel Yunes no va con las analogías ni habla en parábolas. Eso se lo deja a Jesús.

Lo tomó de frente, habló de su cariño de primos, pero en política son como Caín y Abel.

Le dijo a la prensa:
“Héctor es mi primo hermano, nacimos y crecimos en el mismo pueblo, hay una relación consanguínea y una muy buena relación personal.

“Sin embargo, nuestra visión acerca del futuro de Veracruz es radicalmente distinta.

“Héctor propone la continuidad, yo propongo el cambio.
“Héctor busca ser el candidato de Javier Duarte a Gobernador, mientras yo busco ser candidato del pueblo de Veracruz.

“Héctor garantiza impunidad a Javier Duarte y a su banda, mientras yo estoy decidido a hacer justicia, fincarles responsabilidad y obligarlos a devolver lo robado.

“Héctor sostiene que Duarte es el primer priísta de Veracruz y un gran activo político, y yo sostengo que los propios priístas seguramente se avergüenzan de que el pillo que llevó a Veracruz al desastre sea su compañero.

“El propone darle continuidad al desastre que nos llevaron el Fidelazgo y el Duartazgo a los cuales sirvió con gran disciplina, mientras yo planteo llevar a Veracruz por el camino de la seguridad, la honestidad, la transparencia, el desarrollo económico, y el imperio del Estado de Derecho.

“Esas son nuestras diferencias sustantivas, que no lesionarán el afecto familiar”.
Tibio, respondió el senador del PRI. Expresó que a él sí lo enseñaron a respetar a la familia.
La crítica de Yunes Linares, según Yunes Landa, es porque el senador va adelante en las encuestas, superando a los contendientes del PRI y a los de otros partidos. 

Pero su argumento es de risa:
“A ver, en las encuestas yo voy adelante. Esto es como la canción de la víbora de la mar y si no cántenla y verán de lo que les hablo”.

Tan filosófico andaba que recordó que por defender a los Yunes azules cuando Javier Duarte le obsequió una caña de pescar para atrapar a los “peces gordos” del Estero, donde vive el alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, se enfrentó al gobernador.

“Les consta que yo siempre he defendido a la familia y hasta me he peleado con ellos. Ustedes lo saben. Yo sí sé respetar a la familia, a mi sí me enseñaron”, dice.
Uno de los dardos que trae atravesado Héctor Yunes fue el de su sobrino Fernando Yunes Márquez, hijo de Miguel Ángel. En Twitter publicó el joven panista —diciembre 14— la fotografía del consejo político del PRI en que los seis precandidatos priistas, su tío Héctor y el senador Pepe Yunes incluidos, le aplauden al gobernador Javier Duarte. Remata diciendo: “Aquí los precandidato a gober del PRI. ¿Alguien les cree que van a llevar ante la justicia a Duarte? ¡Están unidos!”.

Caín y Abel son light. A Caín lo dominó el egoísmo y terminó matando a Abel, que agradaba con sus ofrendas a Dios. 

Entre los Yunes los odios son peores. No se matan pero se arañan. Son familia pero la política los distancia. 

Miguel Ángel es tormentoso, pero no vacila. Promueve su discurso carcelario y no lo varía. Ofrece encarcelar a Javier Duarte y no modifica el tono ni la contundencia de sus denuncias.

Héctor Yunes es una veleta. Se mueve según el viento. Un día pacta con el gobernador, al otro lo manda al diablo, al siguiente vuelve al redil, al otro promete pescarlo y someterlo a la ley, al final come carne, pescado y champán en Casa Veracruz.

Héctor, según Yunes azul, le garantiza impunidad a Javier Duarte y su banda, quiere ser el candidato del gobernador, ofrece la continuidad del duartismo, categoriza al gordobés de “gran activo político” y sirvió con “gran disciplina” a Fidel Herrera Beltrán.

Con Héctor, Javier Duarte está de plácemes. Tendrá impunidad.

Archivo muerto

¿Cómo se le llama eso? ¿Burocracia? ¿Engaño? Recibe una llamada el periodista Jorge Luis Torres Marcos y una joven dice hablar por encargo de Benita González Morales, presidenta de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas. Lo instruyen: recibirá un formulario, lo llenará y le darán curso a su queja por la amenaza sufrida. Cumple así el director de Radio Sur Veracruz con el protocolo. Se ciñe al mecanismo luego de recibir un “regalo”, en su interior un mensaje, una amenaza de muerte, tras revelar actos de corrupción en la tesorería municipal de Minatitlán, abuso de autoridad del tesorero, Saúl Wade León, el alcalde real, el hijo del cacique petrolero, Jorge Wade González, y un serial de extorsión y terrorismo fiscal a la empresa Pylsa a manos del funcionariete de marras. Eso fue el martes 5. Dos días después, el jueves 7, le llaman de nuevo. Le piden que envíe las fotografías del regalo y los mensajes amenazantes. Y que espere. Jorge Luis Torres cumple porque el protocolo es protocolo, antes de que su caso se tenga que llevar a otras instancias más serias, menos tramposas, alejadas del contubernio en que se conduce la CEAPP con el gobierno de Javier Duarte, el régimen más hostil a la prensa. Evidente que la amenaza proviene de Saúl Wade y su pandilla, todo lo que hace la CEAPP, pareciera tener una explicación múltiple: Benita González le debe su salto al fango del poder al titular de la Unidad de Desarrollo Social y Humano de la Sedesol federal en Veracruz, Miguel Ángel Luna Modesto, asesor de Marcelo Montiel, el aún delegado; la esposa de Miguel Luna, María Victoria Baruch, es regidora en el ayuntamiento de Minatitlán, y los insiders sostienen que Miguel es asesor del alcalde de opereta, Héctor Damián Cheng Barragán. O sea, todos en el pantano. El caso es que la CEAPP no se mueve mientras la vida de Jorge Luis Torres Marcos está en riesgo. ¿Es burocracia? ¿Es engaño? ¿O es que la CEAPP, como es sabido, sólo sirve para simular que el gobierno de Veracruz se preocupa por la suerte de las “manzanas podridas”, como les dice Javier Duarte a los periodistas, pero al final es cómplice de los que odian a la prensa?…Suerte de chofer, la de Potter. Le condujo el auto a Joaquín Caballero en la campaña a la alcaldía de Coatzacoalcos. Le manejó el vehículo a Rafael García Bringas en la fallida campaña por la diputación federal. Y hoy es coordinador regional del programa 65 y Más de la Sedesol, el de la ayuda a los adultos mayores. ¡Premio al chofer! Llega Carlos Alberto López Pérez a ese cargo y no es para tenderle la mano a nadie. Son recursos para el “oro molido”, los de la tercera edad, a los que hizo referencia Salvador Manzur Díaz en el video que evidenció que los “ladrones de elecciones” del PRI son rapaces. Dice Potter —vaya parecido con el joven mago de Hogwarts— que serán afiliados 2 mil adultos mayores de cuatro municipios del sur, o sea carne de cañón para la elección de gobernador. Y así dispara declaraciones cada que tiene oportunidad, como si el cargo fuera de corta duración. O sea, afiliando abuelitos para que el duartismo, vía Héctor Yunes, permanezca en el poder. Qué bien… Pagados con recursos públicos, elementos de Protección Civil de Coatzacoalcos hacen de todo, menos proteger a la sociedad ni auxiliar cuando la emergencia apremia. Su misión es promover al líder del Movimiento Territorial del PRI, Víctor Rodríguez Gallegos, en las colonias y en todo lugar. Son seguidores del brazo derecho de Marcelo Montiel, fans declarados, operadores de su corriente en el marcelismo. Exaltan al MT y a su dirigente estatal. Hablan y convencen a quienes no conocen a Víctor Rodríguez, pues donde le saben su pasado, lo que prevalece es el repudio. Así pues, sirva el erario para pagar salarios y que ese personal, el de Protección Civil Municipal, tenga por encargo hacer proselitismo en horario laboral. Eso, por si no les han contado, es peculado electoral…