* Un regalo con una alusión a la muerte *
Denuncias de corrupción en Radio Sur * Responsabiliza a Saúl Wade *
El Viejo secuestrado y Pylsa * Héctor Yunes le garantiza impunidad a
Javier Duarte * Lo vapulea Yunes Linares * Peña Nieto sí
viene * Los pensionados y su protesta * Felpa a Rocío Nahle
Mussio Cárdenas Arellano | 07 enero de 2016
Tribuna Libre.- Jorge Luis Torres
Marcos sabe que la rima política hiriente es noticia. Y si describe el abuso de
poder, mejor. Y si alude a un tesorero municipal, hijo de un cacique petrolero,
hay que decirlo. Días después, le cayó otro caso de terrorismo fiscal, el
tesorero de por medio, y lo denunció. Lo que no esperaba era ser amenazado.
Su portal Radio
Sur Veracruz tocó ambos temas. En uno habló del “levantón” a un Viejo repleto
de pirotecnia, el muñeco que se queman en los últimos minutos del año que
termina, presuntamente por llevar en el rostro la imagen del tesorero municipal
de Minatitlán, y tener a su lado las décimas que tocan la naturaleza corrupta
de Saúl Wade León, y en el otro reveló cómo era presionada y extorsionada la
empresa Pylsa, una comercializadora de acero, según la versión de su gerente,
Miguel Mijangos. Ambos casos fueron el detonante.
Temprano, este
martes 5, a eso de las 9:35 tocó a su puerta un tipo —unos 40 años, piel
apiñonada, barba, 1.65 metros, nervioso— con la encomienda de entregar un
regalo. No quiso decir quién lo enviaba. “A mí sólo me pagan por entregarlo”,
respondió.
Intrigado, el
director del portal Radio Sur Veracruz, con sede en Minatitlán, se rehusó a
recibir el “regalo” de empaque metálico y moño al frente. Pidió que el enviado
lo abriera para ver el contenido, pero éste se negó. “Me lo pueden cobrar”, le
dijo. Jorge Luis Torres lo instó a llevarse el presente y retirarse.
Cinco minutos
después, a su domicilio llega un taxista. Le hace ver que en la puerta hay un
regalo, el mismo que le había llevado el enviado anónimo. Lo toma, lo lleva al
interior y lo abre. Describe Jorge Torres la naturaleza del “regalo”:
“Marco de metal
con cubierta de vidrio, un recorte de periódico con la inserción de la empresa
Pylsa, en la cual se deslinda de algunas declaraciones de su gerente en
Minatitlán (Miguel Mijangos) en las que éste señalaba que le habían clausurado
la tienda como una muestra de abuso de poder de Saúl Wade León, tesorero
municipal.
“Este ha sido el
tema que he tratado en Radio Sur Veracruz en días recientes, un negocio
clausurado, literalmente extorsionado para cubrir un pago de impuestos. Dimos
voz a quien se siente afectado y hemos señalado lo que a nuestro parecer es
incorrecto, es nuestro derecho a cuestionar y a disentir”.
En diciembre de
2015, el día 29, el periodista reseñó el “levantón” del Viejo. Un grupo de
porros, armando con navajas, a bordo de una camioneta roja, se lo llevaron. Y
citó las décimas, una acusación directa a los trastupijes del tesorero Saúl
Wade, alcalde real de Minatitlán e hijo del cacique de la Sección 10 del
sindicato petrolero, Jorge Wade González.
Un extracto
permite apreciar en qué concepto se le tiene en Minatitlán:
“Yo no olvido el
Año Viejo,/ ¿Cómo lo voy a olvidar?/ Sí me dejó robar,/ agarré a Cheng de
pendejo./ Por Dios! Ya superé al viejo/ que le robó a los petroleritos,/ desde
las cuotas hasta los ahorritos/ dejando a todos contentos./ Señores, aquí me
presento:/ yo soy León Wade Saulito.
“Empecé por
Catastro/ robando con limpieza/ y como soy mucha pieza,/ nunca he dejado
rastro,/ eso si, nunca alabastro,/ soy ladrón, rata/ jefe mayor de los
tunantes,/ traigo la escuela de la de antes/ y mi mayor logro sería,/ chingar
desde la Tesorería/ a todos los comerciantes!
“Así que sin
condición,/ que ninguno se me aguade/ soy ratero cómo León,/ yo soy Saulito
Wade!”.
Frente a la
empresa Pylsa se hallaba el Viejo y en él sus décimas, leídas por cuantos
pasaran por el lugar. Pylsa mantiene un litigio con el ayuntamiento por cobros
que a su juicio son indebidos y transgreden el Código Hacendario Municipal. En
respuesta, el tesorero Saúl Wade ordenó la clausura del negocio y el desalojo
del personal, el 30 de diciembre, una más de las que venía aplicando.
El viernes 1,
Radio Sur Veracruz difundió una entrevista con el gerente de Pylsa en
Minatitlán, Miguel Mijangos, quien reveló la mecánica seguida por el tesorero
para obligarlo a pagar impuestos sin sustento, cómo se le “invitó” a sostener
un diálogo con el funcionario en un automóvil particular, lejos de las miradas,
en las sombras, con visos de extorsión.
Tres días después,
el lunes 4, el corporativo Pylsa se arrugó y publica un desplegado en que niega
que se le presione, admite el litigio con el ayuntamiento y culpa a medios de
comunicación y redes sociales de difundir “calumnias, difamaciones y ataques en
contra de funcionarios y familiares de la actual administración del H.
ayuntamiento” y que se use el nombre de Pylsa.
Jorge Luis Torres
refuta:
“No, lo que se
publicó fue lo de las décimas, las difundimos desde nuestra página de Facebook
y así estaban escritas, no se inventaron, no difaman, no atacan, es una
expresión natural que se utiliza en nuestras tradiciones para hacer mofa de
políticos o personajes con motivo del fin de año.
“Nadie ‘utilizó’
el nombre de Pylsa. El gerente aclaró que se le pidió una camisa y les obsequió
una, así como en Minatitlán se usan muchas camisolas de PEMEX, sin que los
versos que se colocan en los viejos tengan alguna relación con la paraestatal.
(El Viejo fue
elaborado por transportistas que le prestan servicio a Pylsa. Ellos lo
colocaron sobre el camellón, frente a la empresa. Requirieron una camisa para
vestirlo y les fue proporcionada, sin que significara que Pylsa financió o
auspició la colocación del muñeco y las décimas contra el tesorero Sául Wade
León).
“El tema es el
abuso de poder, la amenaza a las empresas y negocios establecidos, la
prepotencia de un tesorero que ordena a sus empleados que le digan a los
encargados de los negocios que vayan a su vehículo para ‘hablar’ de sus
adeudos”.
Agrega:
“El tema, como lo
dijo claramente el Gerente de Pylsa, Miguel Mijangos, es que las empresas
tienen que sufrir la amenaza y la extorsión del crimen organizado y además, de
la delincuencia organizada con gafete del ayuntamiento”.
Ese desplegado se
hallaba en el interior del “regalo” enviado a Torres Marcos. Y junto con él,
había otro texto, el de la amenaza de muerte.
“¿Quién puede ser
el responsable de éste hecho? —se pregunta el director de Radio Sur.
“Saúl Wade León,
con la complacencia de su empleado (el alcalde de membrete) Héctor Damián Cheng
Barragán, el que formalmente ocupa el cargo de presidente municipal.
“A ambos los hago
responsables de mi integridad”.
En el “regalo” hay
un texto más sin un sentido claro, que habla sobre una nómina y el favor que se
le hace a los amigos al inscribirlos en ella. Ahí deben estar los que dan
resultado, no los que hacen bulto, sentencia.
Esa alusión le
compete al títere Héctor Cheng y la pandilla de inútiles que lo circundan.
Igual para el alcalde real Saúl Wade, quien falseó información de obras
públicas no ejecutadas, haciéndolas aparecer como ya concluidas, para engañar
al órgano de Fiscalización del Estado de Veracruz y a la Auditoría Superior de
la Federación, que importan más de 117 millones de pesos de recursos de orden
federal. Gravísimo el delito del bulto Saúl Wade.
Prosigue Jorge
Luis Torres. Cita la amenaza directa:
“Una hoja blanca
impresa con frases incoherentes y el recorte de la inserción serían nada si no
se distinguiera, perfectamente doblado, colocado así para ser visto, un recorte
de periódico donde se lee:
“ ‘Un buen número
de personas creen en el mito popular de que morirse durante un sueño significa…
que estás muerto’ ”.
“Luego agrega:
“ ‘Si alguna vez
tienes la oportunidad de morir en un sueño, no la dejes pasar’ ”.
“Acuso recibo de
esta intimidación y de las amenazas veladas.
“Siguiendo el
protocolo, he enterado a la Comisión Estatal para la Atención y Protección de
los Periodistas, ya les dejé claro acerca de quién es el único interesado en
que me entere de que sabe dónde vivo, el mismo que se siente con todo el poder
y la impunidad para enviar mensajes cifrados y otros más directos”.
Inicia 2016 y la
muerte asoma. Se hace sentir con soberbia y abuso de poder, con amenaza y
altivez, con la cobardía de quien se refugia en las faldas de la mamá viciosa.
No enfrenta Saúl
Wade como los hombres, de frente y con valor. Usa el anónimo, el arma de los
castrados, el tóxico del alma, el veneno de los indeseables, el escape de la
gentuza sin ética y sin moral.
Jorge Torres sigue
ahí. No lo arredra la amenaza y mantiene el tono crítico en su portal. Se sabe
ya en la estadística oficial que le da a Veracruz el récord de periodistas
asesinados, amenazados, asediados y exiliados. Lamentable ser el primer
comunicador amenazado en el naciente 2016.
Es la tónica en
una entidad donde el gobernador Javier Duarte tilda a los periodistas de
“manzanas podridas” y les atribuye vínculos con el hampa, expresión de la
delincuencia, como les embarró en Poza Rica sin medir el impacto de alarde.
Han sido
asesinados 14 periodistas durante el duartismo, ríspida la relación entre la prensa
crítica el gordobés. A otros los intimidan. A unos más los hacen correr.
Un regalo que
contiene una alusión a la muerte, no es regalo. Es amenaza.
Así lo entiende
Jorge Luis Torres.
Archivo muerto
Yunes contra
Yunes. Como los polos iguales, que se rechazan, Héctor Yunes Landa, el priista,
presume que con alianza o sin alianza, unidos o no PAN y PRD, serán derrotados
en la próxima elección de gobernador de Veracruz. Aliados o no el PAN y el PRD,
el PRI ganará, dice el senador. No corre mucho. No se “emputa” como en el caso
de los pensionados a los que les fingió solidaridad y luego se fue a comer con
el gober madreador, Javier Duarte de Ochoa. Le responde Miguel Ángel Yunes
Linares, su primo, el panista, con una paliza descomunal: “Héctor es mi primo hermano,
nacimos y crecimos en el mismo pueblo, hay una relación consanguínea y una muy
buena relación personal (…) Sin embargo, nuestra visión acerca del futuro de
Veracruz es radicalmente distinta (…) Héctor propone la continuidad, yo
propongo el cambio (…) Héctor busca ser el candidato de Javier Duarte a
Gobernador, mientras yo busco ser candidato del pueblo de Veracruz (…) Héctor
garantiza impunidad a Javier Duarte y a su banda, mientras yo estoy decidido a
hacer justicia, fincarles responsabilidad y obligarlos a devolver lo robado”. Y
eso que la trifulca por el gobierno de Veracruz apenas despunta… Así que
aquello de enviar una avanzada, de la pregira, de tomar el control y la
seguridad, es rollo. Sin tanta parafernalia siempre sí viene a Veracruz Enrique
Peña Nieto. Se había descartado que presidiera el aniversario de la
promulgación de la Ley Agraria, en el puerto de Veracruz, y así lo confirmó el
líder de la Confederación Nacional Campesina, Manuel Cota Jiménez. Pero “de
última hora”, Presidencia de la República confirmó su asistencia y lo exaltó el
gobernador Javier Duarte en la red social Twitter. Ningún presidente decide “de
última hora” viajar y encabezar actos de gobierno. Su aparato de seguridad, el
Estado Mayor Presidencial, mueve agentes, revisa aquellos lugares en que estará
el mandatario, se adueña de todo y dispone de todo. No lo realiza “de última
hora” sino que obedece a una logística. Peña Nieto puso frío al duartismo con
el amigo de no venir a Veracruz. Lo acalambró con el tema de la sucesión, por
la mitomanía de Javier Duarte que se vuela cuando habla, que dispara “mamadas”
—así se expresa JDO— como aquella de que EPN le confió que él, el gordobés
jarocho, será el dedo elector, pues él, el gordobés, es el único amigo que
tiene en Veracruz y que él, el gordobés, designará al candidato del PRI, lo que
es de entrada un delito electoral. Matiza el loco de palacio lo que implicará
la visita presidencial. No habrá signos ni señales, admite. No habrá “destape”
ni será acto partidista, dice. Supina ignorancia la de Javier Duarte. Nunca ha
habido destape en la gira de la Ley Agraria. Ha sido siempre un día de sutileza
política, el arranque de la carrera, el tropel de los búfalos, pero sin
“destape”. Este 6 de enero también tienen programado los pensionados su
protesta por la represión del gobernador, por el agravio y la agresión, por el
uso de la policía, el 23 de diciembre, para retirarlos por la fuerza cuando
bloqueaban la calle Enríquez, frente a palacio, indignados por la burla, por la
falta de pago de sus quincenas, su aguinaldo, su retroactivo, por el uso de
bastones eléctricos, como si fueran delincuentes y no pensionados de la tercera
edad. Tentativamente este 6 de enero se manifestarán y a ver si Javier Duarte
se atreve a liberar su instinto represor en presencia de Peña Nieto… Tan bien
que iba Rocío Nahle. Subía a tribuna, fijaba la postura de Morena, negociaba
comisiones, flexibilizaba la línea pejista, si no era la del Distrito Federal
era nada y al final logró rescatar para su fracción parlamentaria las de
Seguridad Social, de Transparencia y Anticorrupción, de Reforma Agraria y de
Fomento Cooperativo y Economía Social. El PRD se quedó con la del DF, pero la
cosecha fue súper. Iba bien hasta que un hecho trivial, el aguinaldo que
reciben los diputados federales, la dejó mal parada. Donó Rocío Nahle los 150
mil pesos de aguinaldo a la Escuela de Derecho Ponciano Arriaga, ubicada en la
delegación Cuauhtémoc, en el DF, auspiciada por López Obrador, y provocó una
inusitada reacción. Si es diputada por Coatzacoalcos, ¿por qué no lo aportó a
un centro educativo de este distrito, que es donde fue electa, de donde
surgieron los votos que la llevaron al Congreso federal? Le llueve piña en las
redes sociales. Le cuestionan que siembre en la parcela de Andrés López Obrador
porque ahí quiere votos y más votos el dueño de Morena, porque es la llave para
arribar al gobierno del DF, porque nada hay como gobernar, vía sus morenistas,
la capital del país, la sede del imperio. Y Rocío Nahle, la diputada por Coatza,
se presta al juego. Por eso la felpa en las redes sociales. “Cuánta gente se le
acercó a pedirle en campaña y dijo que no tenía presupuesto, pero que en cuanto
llegara a San Lázaro ayudaría a los necesitados de Coatzacoalcos”. Y como esa
muchas más…