*Considera que esta acción contribuiría a frenar
delitos de alto impacto, como las desapariciones forzadas.
Xalapa, Ver. | 19 enero de 2016
Tribuna Libre.- En el país falta
mucho por legislar respecto a la depuración de cuerpos policiacos para frenar
delitos de alto impacto, como las desapariciones forzadas, opinó el diputado
Jesús Alberto Velázquez Flores, vocal de la Comisión Permanente de
Seguridad Pública de la LXIII Legislatura local.
Lamentó la
desaparición de cinco jóvenes en el municipio de Tierra Blanca, aunque confía
que autoridades de la Fiscalía General de Estado (FGE) los localice pronto y
con vida, aunque por ahora ya están detenidos cinco policías como
probables responsables de ese lamentable hecho.
No obstante, el
legislador advierte que en el tema de las desapariciones forzadas falta mucho
por hacer y de entrada considera que hay que adecuar las leyes de acuerdo a lo
que va sucediendo en la sociedad, porque las formas de delinquir también se
modifican y en últimas fechas las desapariciones forzadas han incrementado su
incidencia.
“En esta
tarea tiene mucho que hacer el Estado, faltan filtros más eficaces para
selección de policías, ir debilitando bandas organizadas y ver hasta qué punto
llega la corrupción en las altas esferas, y permitan que delincuentes
disfrazados de policías tengan acceso a armas, uniformes, vehículos, y
que de eso se valgan para infringir la ley”.
En entrevista,
Velázquez Flores se pronunció por endurecer sanciones, completar leyes,
estudiar o buscar otros mecanismos que contribuyan a frenar este tipo de
prácticas que laceran a la sociedad.
“Aunque no sólo se
trata de leyes y capacitación o de que esté tipificado el delito en el Código
Penal, lo realmente urgente es que la población, tenga certeza de que tiene
policías confiables, de nada va a servir capacitar a un elemento que ya es
delincuente, aunque se le adiestre mil horas, seguirá siendo delincuente”.
En ese sentido, es
obligación de los poderes legislativos, federal y estatal, tomar cartas en el
asunto y dotar a la entidad de buenas leyes, proceder en contra de malos
servidores públicos a quienes se les encomienda garantizar la seguridad
de la población, que lejos de cumplir su responsabilidad, la ponen en riesgo.