* Tras 50 años de operación llegó al término de su
vida útil; está dentro de la mancha urbana y colinda con el río San Antonio.
* Desde hace años se clausuró zona de bovinos,
ahora introductores deberán buscar opciones para la matanza de animales.
Córdoba, Ver. | 14 enero de 2016
Tribuna Libre.- El rastro
municipal de Córdoba llegó al término de su vida útil, tras 50 años de
servicio, hoy se encuentra en medio de la zona urbana violando las actuales
normas ambientales y de sanidad, su maquinaria acusa obsolescencia, por lo que
los 20 introductores de ganado porcino deberán buscar otras alternativas para
atender su negocio.
“Desde la pasada
administración municipal, por condiciones similares de operación fue clausurada
la zona de matanza de ganado bovino, en la porcina se ha hecho un gran esfuerzo
entre introductores y autoridades municipales para mantenerlo operando en parámetros
óptimos, sin embargo, no es suficiente para sostenerlo en funcionamiento, lo
responsable es asumir una determinación de esta naturaleza, afrontarla,
comunicarla de manera personal, clara, sin intermediario, sin bolas donde todos
gritan y nadie se entiende”, coincidieron en señalar Rodolfo de Gasperín
Gasperín, secretario del Ayuntamiento y Rodolfo Cordera Perdomo, regidor de la
comisión de rastro.
Tras las
expresiones en contra del cierre del rastro por un grupo de tablajeros este
miércoles, Rodolfo De Gasperín y Rodolfo Cordera señalaron que el Ayuntamiento
ha actuado en observancia de la normatividad, de hecho, el rastro de Córdoba
debió cerrarse en su totalidad desde hace varios años por ser un foco de
contaminación y malestar para los vecinos.
Hace 50 años, dijo
De Gasperín Gasperín se construyó en lo que era la periferia de la ciudad,
ahora es urbano y han cambiado las normatividades federales; se estima que la
vida útil del rastro ha llegado a su
término, en ese sentido, pues invitar a las personas que han usufructuado las
instalaciones por muchos años, con todo respeto, busquen alternativas para
seguir su negocio.
Sostuvo que por
indicación del presidente Tomás Ríos, junto con el regidor Rodolfo Cordera y
Edgar Sánchez, director de Servicios Municipales, se atiende este tema, siendo
claros que no se tata de inducir a nada ni favorecer a alguien, nunca se ha
señalado a alguien de ninguna u otra forma, ni explicita que deben ir a tal o
cual lugar para la matanza de cerdos.
“Cada quien tiene
el derecho de resolver por sí mismo lo que compete a su negocio, al final de
cuentas tenemos muy presente que un introductor de ganado tiene como negocio
comprar o producirlo, sacrificar y venderlo a los tablajeros, estamos hablando
de personas que hacen un negocio legítimo, válido, respetable, hacen negocio
con instalaciones de propiedad pública”, dijo.
Por su parte, el
regidor Rodolfo Cordera sostuvo que al rastro acuden hasta 7 introductores que
tienen una matanza regular de 40 a 60 cerdos por semana, otros 10 sacrifican
hasta 4 en el mismo periodo, producto que no sólo se canaliza al mercado
cordobés sino de toda la región.
Citó que los
empleados municipales asignados al rastro serán reubicados a otras áreas,
siendo 10 administrativos, en tanto que otros 8 trabajadores están bajo
contrato directo de los introductores, es decir, es personal ajeno a la
administración municipal.
Estableció que se
ha dialogado con la mayoría de ellos, sólo unos 3 han expresado su
inconformidad por el cierre del rastro, en tanto que el resto se pronunció por
buscar de aquí a fin de mes, una opción para continuar con el sacrificio de
animales.
“Quienes se oponen
no muestra argumento adicional al beneficio personal, en este tema, sale
ganando la colectividad por los factores de contaminación que hoy se genera”,
enfatizó Cordera Perdomo.
Por su parte Edgar
Sánchez Sánchez, director de Servicios Municipales del Ayuntamiento, al atender
a los tablajeros inconformes con el cierre del rastro, refirió que el hacer
cumplir la Ley no es popular, sin embargo, en Córdoba el rastro se debe cerrar
porque no cumple con la normatividad federal vigente para la operación de este
tipo de instalaciones, como lo es encontrarse fuera de la mancha urbana y no
colindar con algún cuerpo de agua, así como el tratar sus residuos, lo cual se
incumple.
El próximo lunes
se tendrá una reunión más con los tablajeros para analizar las causas del
cierre del rastro, que para febrero próximo ya no deberá operar