* El rescate de las doctoras, bajo sospecha *
Médicos sostienen que se pagó una fuerte suma de dinero * Javier Duarte
fracasó en la prevención del delito * Que se vaya el Mando Único
Policial * Secuestrado mutilado, que se resigne * Morena y el
distrito 30 * Niño de 12 años es asesinado * Si bloquean
carreteras, habrá desalojo: Flavino * Empresarios de Coatza se quejan y
siguen con el PRI
Mussio Cárdenas Arellano | 15 abril de 2016
Tribuna Libre.- Qué estampa más
indigna. A su lado “Culín”, el fiscal, presume Javier Duarte los saldos de su
ineptitud, el fracaso de su política de seguridad, su incapacidad para prevenir
el delito, rebasado por el crimen organizado, sometido Veracruz al secuestro y
la violencia, increpado por no saber dar paz.
Presume como un
logro la liberación de dos doctoras plagiadas en Minatitlán —una de ellas
mediante un rescate de miles o millones— y la detención de entre tres y cinco
delincuentes, si es que lo son.
Presume acciones
de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro, de la que nada se sabe, si
actúa o vegeta, si desquita el salario, si se conduce con pulcritud o trata con
las bandas dedicadas al secuestro. O sea, en sociedad con los malos.
No previene el
delito el gobierno duartista. No inhibe las acciones de la delincuencia. No le
garantiza a los veracruzanos la seguridad de que el crimen no los alcanzará.
Habla Javier
Duarte a toro pasado, cuando los secuestrados han transitado por el infierno de
la tortura, la falta de libertad, el miedo a morir, el trauma que no se borra.
Habla de acciones
y eficacia para explicar que los muertos están muertos porque andaban en malos
pasos, o porque los periodistas son manzanas podridas, o porque la violencia es
inevitable, o porque cinco jóvenes levantados por la policía y entregados al
crimen organizado, y luego calcinados, no son muchos si se advierte que los
veracruzanos son 8 millones.
Habla siempre
cuando el delito está consumado y para las víctimas nada, nunca, volverá a ser
igual.
Fallido es el
gobierno que no exime a su pueblo de la acción de la delincuencia y que se
limita a simular que no hay impunidad.
Qué estampa tan
deplorable. A su lado Luis Ángel “Culín” Bravo Contreras, el fiscal que no da
una, el ave negra de mal agüero, que se monta en el escenario, que se apropia
del micrófono, que invariablemente es portador de noticias funestas, en sus
palabras el recuento de los muertos y mutilados, los ejecutados y los
desaparecidos, y hasta las fosas clandestinas que una que otra vez se ve
obligado a admitir.
Llegó Javier
Duarte a Minatitlán este miércoles 13 y ahí reveló que Marcela Esparza
Figueroa, directora del Hospital General, secuestrada el martes 5, estaba bien,
traída a la vida, con los suyos, liberada de ese infierno en que se sumen las
víctimas del plagio.
Citó a la prensa a
las 6 de la tarde. Describió las acciones de gobierno, la eficiencia para
hallar a la doctora Marcela, a otra médica, Carmen Medel, también a salvo. Y
que en la refriega se logró el aseguramiento de los inhumanos que disponen de
la vida de los demás, de los que infunden miedo, de los que lucran con la
angustia, despojando a sus víctimas de bienes materiales, dinero, lo que se le
pueda exprimir al secuestrado.
Recurrente es esa
la escena del duartismo ante la violencia y la inseguridad. No resuelve nada
Javier Duarte. Falla en todo. No garantiza la tranquilidad de los veracruzanos.
No previene el delito. Eso: no previene el delito. No genera condiciones de
paz.
Si no es el
gobernador, es Fisculín Bravo Contreras quien monta el escenario y exalta las
técnicas de investigación, los elementos a su órdenes, peritajes, acopio de
información, uso de lógica policial, siempre para revelar que el muerto está
muerto y que el desaparecido difícilmente aparecerá.
Hay
invariablemente, como ahora en Minatitlán, delincuentes detenidos, confesos,
trabados para que no burlen el ejercicio de la ley. Sabrá si realmente lo son o
se trata de presuntos culpables o de culpables fabricados.
Dice Javier Duarte
que su gobierno liberó a las dos doctoras. Dicen los médicos que se movilizaron
para provocar que el duartismo no las dejara morir, que por Marcela Esparza se
pagó un rescate, que muchos colegas cooperaron, que el dinero se entregó.
Nada refiere el
gordobés de esos miles, o cientos de miles, o millones de pesos pagados para la
liberación, pues en su coartada sólo intervino la Unidad Especializada en
Combate al Secuestro.
Eso dice Javier
Duarte. Eso es lo que está en duda.
Decenas de
crónicas, entrevistas, notas periodísticas, sostienen que a Marcela Esparza la
liberaron vía el pago de un rescate.
Lo reseña
Elizabeth Balderas en Al Calor Político:
“ ‘No fue por
trabajos de inteligencia, se pagó el rescate, queremos que la autoridad haga su
función, no que tengamos que hacer cooperaciones para liberar a los compañeros.
No fue la Secretaría de —Seguridad Pública—, ella fue soltada porque pagaron’,
indicó un galeno”.
Luego precisa la
nota periodística:
“Lamentó que el
secretario de Seguridad, Arturo Bermúdez Zurita, haya llegado a atender la
situación en la ciudad una semana después del plagio de su compañera.
“El médico criticó
que el funcionario haya llegado rodeado de un sinfín de guardias cuando en la
zona sur todos los ciudadanos siempre están expuestos.
“Asimismo, informó
que el próximo domingo (17 de abril) se llevará a cabo otra marcha por la paz,
ésta partirá de la plazoleta Lázaro Cárdenas hacia el Palacio Municipal.
“Es muy triste ver
que ahorita que llegan ellos como autoridad vengan 15 patrullas y más de 60
elementos a cuidar su seguridad. Esto es una acción que no podemos considerar
ya para que nos dé tranquilidad, el temor sigue existiendo, el día que llegaron
los elementos supuestamente para reforzar mataron a otra persona”.
Desata la ira de
los médicos la oleada de secuestros contra su gremio. Van ocho en las últimas
semanas, más los que se arreglan sin denuncia, sin alardes, sin escándalo.
Se lanzan a las
calles. Se manifiestan en Coatzacoalcos y Minatitlán, exigiendo justicia,
reiterando que la función del gobierno de Veracruz no es rescatar a las
víctimas sino evitar que se produzca el secuestro.
Demandan que haya
prevención del delito, que se aplique inteligencia policial, que sirva de algo
la Secretaría de Seguridad Pública, podrida hasta la médula, atestada de
policías reprobados en el examen de control de confianza, muchos de ellos
ligados o al servicio de la delincuencia.
Marchan en
Minatitlán e increpan a Héctor Damián Cheng Barragán, el alcalde irreal, el
súbdito del tesorero Saúl Wade León, cuyo discurso, el del títere de palacio,
se pronuncia en infinitivo sioux —yo apoyar si ustedes denunciar—, infumables
sus palabras, excusándose, alardeando que si algo ha hecho el edil es traer
cortos a los antros y expendios de cerveza. ¿Así se combate el secuestro?
Dice Sayda Chiñas
en su crónica en La Jornada Veracruz:
“Médicos exigen a
los alcaldes del sur de Veracruz que dejen de cubrir las ineficiencias del
gobierno de Javier Duarte y el Mando Único de policía, y busquen que el
gobierno federal envíe a la Policía Federal y la Gendarmería para controlar a
los grupos delincuenciales, ya que aseguran que aunque los soldados y los
navales los han atendido, tienen miedo de actuar, por los cuestionamientos que
tienen sobre desapariciones y violaciones a los derechos humanos, pues no
tienen facultades para realizar investigación.
“La primera acción
de los galenos fue suspender las consultas externas de las instituciones,
dejando al personal mínimo para atender emergencias y se volcaron a las calles
para exigir a las autoridades resultados en materia de seguridad.
“La razón
primordial de ser de cualquier gobierno, en cualquier nivel, es darnos
seguridad, no venimos a pedir ayuda, le exigimos que busque que a nivel estatal
y federal nos den seguridad; no que nos venga a exhibir metralletas montadas en
camionetas, eso ya sabemos que no sirve, queremos mayor trabajo de
inteligencia”.
Hay relatos que
sacuden. Hay experiencias con el secuestro. Hay miedo en sus vidas. Hay
extorsión y pago de cuotas. Se lo dicen al alcalde de Coatzacoalcos, Joaquín
Caballero Rosiñol.
“Es difícil
trabajar y llegar a tu casa con la zozobra e inseguridad de no saber si faltará
uno mañana o pasado, con unas leyes inoperantes que sólo propician el beneficio
de los delincuentes, tanto abogados e instituciones corruptas y oficinas de
derechos humanos.
“Atendemos al
ciudadano, al delincuente, a los secuestradores, los hemos atendido, a pesar de
las deficiencias en medicamentos, de que el equipamiento no sirve, aun así
damos nuestro esfuerzo por nuestra ética y el corazón que tenemos”.
Y el ultimátum al
alcalde. “Que se faje los pantalones”, que defienda los intereses de los
ciudadanos, como lo prometieron en sus campañas.
Y si no pueden,
que le den paso a otros.
Tocan el punto
clave: la desaparición del Mando Único Policial. Quieren el regreso de la
policía intermunicipal. Exhiben la negativa de la Secretaría de la Defensa
Nacional y la Marina para el rescate de víctimas por exceder sus facultades.
Bastó con eso.
Bastó con exigir la cancelación del Mando Único. Un día después fueron
liberadas las dos doctoras, una mediante el pago de un rescate. ¿O realmente
quién está detrás de los plagios?
Falla Javier
Duarte. Presume saldos rojos, víctimas golpeadas, torturadas, a medio morir. Y
lo que mejor le sale es su rescate.
Si sufren ya
tendrán tiempo de aliviarse. Si las mutilan ya vendrá la resignación. Si se
trauman que acudan al psiquiatra.
Qué patético es el
gobernador. Su obligación es que el delito no ocurra. Su misión es desmantelar
a la delincuencia antes que actúen. Su máxima es no pactar con los malos. Pero
sí lo hace.
Nadie quiere las
cifras de la muerte cuando debió prevenir el delito.
Archivo muerto
Cifras de Morena:
el partido del Peje obtuvo en Nanchital el 51 por ciento de la votación total
en la elección federal de 2015; en Coatzacoalcos, el 37 por ciento. En
Nanchital logró acreditar al 97 por ciento de los representantes de casilla.
Insólito lo que ocurre en el feudo petrolero de la Sección 11, donde la
izquierda no existía, donde el Partido de la Revolución Democrática batallaba
para ganar elecciones, para constituir una militancia sólida. De ahí que el
distrito 30 se perfile para el Movimiento de Regeneración Nacional, de Andrés
Manuel López Obrador, cuya candidata es Eva Cadena Sandoval, ex regidora en Las
Choapas, con amplio trabajo social, en la órbita el líder estatal, Manuel
Huerta Ladrón de Guevara. Morena se nutre de las bases ex perredistas de
Ixhuatlán del Sureste, Moloacán y Agua Dulce, y el trabajo de Eva Cadena entre
los choapenses. Por ello el foco de alerta en el PRI de Veracruz y en las filas
del PAN-PRD. Y con toda razón… Tácitamente se incendia el sur. Es asesinado la
noche del domingo 10 un menor de 12 años en Chinameca y se produce un estallido
social. Llega el criminal hasta el hogar, le abre la puerta el menor y le
descarga la pistola. Se trata de Rafael Carmona Lara, primo del alcalde Víctor
Salomón Carmona. Protestan los habitantes bloqueando la carretera Transístmica
a la altura la desviación a Oteapan, ahorcado el flujo vehicular. Dos días
después sigue la revuelta. Es incendiada una camioneta del alcalde. Llega
Flavino Ríos Alvarado al sur. Suelta el secretario de Gobierno la versión
oficial: fue un pleito de cantina, una rencilla, un agravio. Ese día lanza otra
Flavino: no se permitirá más bloqueos a la carretera, previsible los desalojos,
el uso de la fuerza pública, el riesgo de un enfrentamiento y que corra sangre…
A todas van los empresarios, los constructores, los proveedores. No les paga el
gobierno de Javier Duarte y no dejan de creer en el PRI. Adulan a Héctor Yunes
en Coatzacoalcos, creyendo que es diferente al gobernador, que no es su
súbdito, que no le aplaudió todo cuando era líder del PRI y senador.
Masoquistas puros, apuestan por el PRI, alineados, sometidos. Y qué bien.
Después que no se quejen cuando la deuda crezca y se vuelva impagable…