* Quiere fiscales y contralor cómplices * El miedo manda * Que el Congreso se
embarre * Yunes Linares y las manos
atadas * Reyes Peralta y los zetas * Cambranis y sus diputados * Marco Núñez, posible coordinador * Darío Aburto, ¿con Morena o contra
Morena? * Malacopa Azuela Vs Pepe
Chagra * Agravio al alcalde.
Mussio Cárdenas Arellano | 21 junio
de 2016
Tribuna Libre.- Con altura de
miras, Javier Duarte maniobra. Patalea para evitar la cárcel, apelando a la complicidad
del Congreso de Veracruz, a la miseria de los diputados, que le obsequien un
fiscal anticorrupción y un contralor dóciles, dos alfiles que impidan que se
aplique la ley. Así ocurre cuando el miedo manda.
Ya tiene a su
fiscal autónomo, su “Culín”, alias Luis Ángel Bravo Contreras, pero no le
basta. Quiere un fiscal anticorrupción, que le encubra fechorías y atropellos,
uso y abuso de los recursos públicos, su vínculo con el crimen organizado a
través de la entrega del aparato policíaco, lo que fueron sus días como
gobernador.
Quiere fiscales y
contralor falderos, piezas para atar de manos a Miguel Ángel Yunes Linares, su
sucesor, blindando la impunidad, libres de culpa los gángsters que tomaron el
poder en Veracruz cuando Javier Duarte llegó al gobierno estatal, impuesto por
Fidel Herrera Beltrán.
Con altura de
miras, como diría en aquella célebre bravata, el video de las tripas y los
odios, juega su carta final, imponiendo chatarra leal en la procuración de
justicia, “Culín”, por ejemplo, el defensor de malosos en sus días de abogado
sin brillo, fabricante de culpables, de crueldad infinita el Narciso porque se
requiere no tener alma para llevar a prisión a mujeres y obligarlas a admitir
culpas que no son suyas.
Nueve años le
reservó Javier Duarte a “Culín” Bravo en la Fiscalía General de Veracruz. Ahí
ya ha delinquido. Usa el cargo para la vendetta personal, la revancha política,
la imputación sin pruebas, la interpretación de la ley a modo, suponiendo que
nadie lo llamará a cuentas ni lo llevará ante la justicia.
Sólo el Congreso
lo puede remover, presume Fisculín. Tiene razón. Y lo depondrá. Lo han
externado ya el PAN-PRD, cuyo candidato, Yunes Linares, ganó el microgobierno
de dos años, y Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, que advierten
que lo echarán, así como al auditor general, Lorenzo Portilla Vázquez.
Con su fiscal
anticorrupción, su contralor y “Culín”, alias el fiscal general, maniobra
Javier Duarte para eludir el riesgo de cárcel, usando la figura de la autonomía
de las instituciones para atar de manos a Yunes Linares.
Nunca un
gobernador había diseñado leyes que blinden la impunidad. Javier Duarte sí.
Crea y propone. Lo avala el Congreso de Veracruz. Le concede al mecenas de la
pandilla legislativa fiscalías y contraloría, autónomas e independientes.
Su fin es designar
incondicionales y cómplices, subalternos y empleados que tejan la red con la
que el gordobés ha de evitar que el brazo de la ley lo alcance.
Pretende ahora que
sea el Congreso actual, en sus últimos meses en funciones, el que realice las
designaciones de fiscal anticorrupción y contralor, con facultades autónomas,
al servicio del tirano, el artífice del hundimiento de Veracruz, corresponsable
del endeudamiento desde los días en que era titular de Finanzas en el gobierno
fidelista y luego como gobernador.
Sobre ello,
refiere el columnista Aurelio Contreras Moreno:
“Y si a nivel
federal la supuesta lucha contra la corrupción es una tomada de pelo
gigantesca, en el plano estatal, en la realidad veracruzana, adquiere visos de
comedia del absurdo.
“En su
desesperación por cubrirse las espaldas y evitar ser llamado a cuentas una vez
que inevitablemente entregue el poder, el todavía gobernador Javier Duarte de
Ochoa arma su propio sistema estatal ‘anticorrupción’ (no se ría) a modo, para
buscar impunidad para sí y los suyos.
“Además de
fortalecer a ‘su fiscal general’, Luis Ángel Bravo Contreras, para que se
mantenga en el cargo nueve años y evite que los duartistas vayan a la cárcel,
Javier Duarte perfila como fiscal ‘anticorrupción’ (que no se ría, pues) al
abogado Jorge Reyes Peralta, cuyo único ‘merecimiento’ para ocupar un cargo de
esa naturaleza es haber sido defensor de oficio de todas las cruzadas y
persecuciones judiciales de éste y el anterior gobierno estatal en contra de
sus adversarios políticos, así como ser enemigo jurado del gobernador electo,
Miguel Ángel Yunes Linares.
“El sistema es el
mismo. Y la lucha anticorrupción, una farsa grotesca”.
¿Qué grado de
locura aqueja a Javier Duarte? Quizá el mayor. Jorge Reyes Peralta figura en un
expediente judicial, difundido por la revista Proceso, en que tres zetas
revelan los nexos de esa organización con funcionarios de la entonces
Procuraduría de Veracruz, hoy Fiscalía General.
Bajo el título
“Córdoba, feudo zeta”, de fecha 17 de noviembre de 2012, Proceso publicó:
“El Chilango, de
44 años, señaló también al abogado Jorge Reyes Peralta como compadre del Pencho
y supuestamente encargado de negociar con los familiares el rescate de los
secuestrados por Los Zetas, y quien además del pago de una parte de los
rescates recibe una nómina mensual de 200 mil pesos”.
En otra parte del
reportaje cita:
“El Trejo,
originario de Fortín de las Flores y de 41 años, repitió los mismos nombres
sobre la supuesta protección institucional y de prestanombres para el lavado de
dinero. Añadió que en varias ocasiones acompañó a El Chilango a pagarle en su
despacho al abogado Jorge Reyes Peralta.
“ ‘Este abogado
nos ayudó en el secuestro de una persona en Veracruz, Veracruz, por la que nos
pagaron una buena lana y también unos carros clásicos’, que guardaron en la
casa de El Pencho.
“Reyes Peralta es
muy cercano a los priistas del estado. Incluso uno de sus hijos ya fue regidor
y líder municipal (Jorge Reyes Leo), mientras que el año pasado una de sus
hijas tuvo como testigos de su boda a los exgobernadores Miguel Alemán y Fidel
Herrera, además del actual Javier Duarte”.
También refiere la
respuesta de Reyes Peralta a la prensa, el 31 de octubre de 2012.
“Yo soy limpio.
Tengo una vida profesional que está en caja de cristal”.
Y acusó tres
funcionarios, el entonces subprocurador Bertoldo Reyes Campuzano, el ex
director de la desaparecida Agencia Veracruzana de Investigaciones, Enoc
Maldonado Caraza, y el fiscal adscrito a la Marina, cuyo nombre no fue
publicado, de “enlodar” a más de 100 empresarios, abogados y periodistas del
estado.
Con altura de
miras, Javier Duarte perdió la razón. Su prospecto no sólo es un acérrimo enemigo
de Yunes Linares. Es un tormentoso abogado, de alharaca, brinco y reparo,
fidelista y duartista, que acusa pero no logra condenas, que metió la mano en
la infamia contra la periodista Maryjose Gamboa, ocho meses encarcelada
conculcándole su derecho a enfrentar un juicio en libertad con maniobras
legaloides y testimonios inducidos y falseados.
No sólo es
perverso Reyes Peralta. Le imputan dos de los tres zetas detenidos en Córdoba
hechos delictivos, vínculos con secuestradores, una “marranda” como la llama el
abogado de la fidelidad y el duartismo, que llevó su caso ante la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos y Human Rights Watch en Washington para salvar
su honor. ¿Cuál?
Yunes azul también
advierte la dimensión de la farsa y expresa que debe ser el próximo Congreso de
Veracruz el que realice las designaciones.
“Preocupa en
particular que pretenda que se designen a los responsables de áreas vinculadas
al combate a la corrupción y a la revisión de las cuentas del Gobierno del
Estado, en un momento en que la exigencia ciudadana de castigar a quienes
incurrieron en graves hechos de corrupción y llevaron a Veracruz a la quiebra
sean sancionados”, dice.
No hay ética
política cuando las tareas anticorrupción recaen en parte de la pandilla. Algo
así como si el capo fuera a ser juzgado por el sicario mayor. De ahí que Yunes
azul inste al Congreso de Veracruz a escuchar a quien será el próximo
gobernador y a quienes integrarán la siguiente Legislatura.
Podría ser
divertido para el duartismo manipular la ley, pero no. Se prenden focos rojos
cuando el líder cameral saliente, Juan Nicolás Callejas Arroyo, expresa que la
Legislatura es la casa de pueblo y que está abierta al gobernador electo y que
el tema amerita que sea escuchado.
Nada impedirá que
Javier Duarte y el Congreso cómplice se salgan con la suya. Designarán fiscal
anticorrupción y contralor. Será flor de un día. En cuanto asuma la nueva
Legislatura se irán a la basura.
Así pasa cuando el
miedo manda.
Archivo muerto
Siete diputados
pluris para el PAN y tres son de Enrique Cambranis. Gana, pues, el ex líder
estatal panista, hoy diputado federal, con la cosecha de representación
proporcional albiazul en el Congreso estatal. Son cambrianistas Cinthya
Amaranta Lobato Calderón, Hipólito Deschamps Espino Barros e Iván Noé Villegas
Arévalo. Cinthya Lobato va por segunda vez al Congreso de Veracruz, antes por
Convergencia por la Democracia; Polo Deschamps es el suplente de Cambranis en
la Cámara de Diputados federal, e Iván Villegas es un operador de alta
efectividad en el norte de Veracruz. Sergio Hernández Hernández es línea del
dirigente estatal, Jesús Mancha Alarcón; Teresita Zuccolotto Feito, de Víctor
Serralde, ex mancuerna de Silvia Monge, antes yunista y ahora duartista —¿dónde
perdió la brújula, Silvia?— Marco Antonio Núñez López, el Choriqueso, alfil de
Julen Rementería del Puerto, y María del Rosario Guzmán Avilés, ex diputada
local, única posición de Miguel Ángel Yunes Linares… De toda la fracción
panista en el Congreso de Veracruz, quien acumula más experiencia, más tablas y
que conoce mejor las mañas de los priistas, es Marco Núñez López, una de las
cartas más firmes para coordinar al grupo parlamentario del PAN en el Congreso
de Veracruz. Ha sido regidor en Veracruz, diputado local y secretario general
del comité directivo estatal panista… ¿Quiere o no quiere Darío Aburto a su
pareja, Rocío Pérez, en el Congreso por Morena? Así se lo preguntan en
Cosoleacaque, morenistas y no morenistas, luego de ver el esfuerzo, vía el
disimulo, para que fuera la candidata de Nueva Alianza, Carla Enríquez Merlín,
quien se llevara la elección por ese distrito. Muy atento, el ex alcalde Darío
Aburto observaba el conteo de votos. Y muy a propósito dejó pasar un detalle:
los votos del Partido Cardenista le iban siendo sumados a Nueva Alianza. Y así
hasta que una voz alertó que esos votos, los del Cardenista, no tenían por qué
contabilizarse a Nueva Alianza-PRI, pues no eran coalición. Con toda su
experiencia, con todo su colmillo, Darío Aburto no lo objetó. El Partido
Cardenista obtuvo casi mil votos, que habrían sido clave para darle el triunfo
a Carla Enríquez Merlín. Tras el recuento en Xalapa, ganó Morena por 467 votos.
Cuentan que Darío Aburto aún se duele porque 5 millones y una camioneta valen
más que ver a su esposa en el Congreso de Veracruz luchando por una buena
causa… Malacopa tiene nombre y apellido: Andrés Azuela. Bebía como aquel que
mantiene un romance con el licor, inseparable, cautivado, perdido. Bebía en su
restaurant El Trocadero. Vio llegar aquella noche del sábado 11 al regidor José
Antonio Chagra Nacif. Recordó, si es que el trago deja recordar algo con
claridad, que en sesión de cabildo se solicitó renovar la directiva de la Expo
Feria Coatzacoalcos y el patronato del Carnaval, que preside Malacopa. Aducen
los ediles que si le dieron el cargo es por su condición de empresario, exitoso
hotelero, líder del gremio, con una que otra demanda en curso pero sorteándola.
Pero como le dio por ser diputado, aunque fuera suplente de Jaime Quintanilla
Hayek por el Partido Verde Ecologista de México, con funestos resultados, acaso
5 mil votos, lo mejor sería dejarlo ir. Si lo suyo es la política, que por ahí
siga. Si usa el cargo de presidente de la Expo y el Carnaval, que no se pase.
Era asunto de los ediles, pero una de ellas, Geny Yep, LadyCompritas, le llevó
el chisme. Por eso cuando vio llegar a Pepe Chagra al restaurant, se activó la
zona del recuerdo. Y la lengua también. Pasó de la hablada al reclamo. Presumió
tener dinero a granel. Refirió que necesidad no tenía para aguantar conjuras de
los regidores. Que sería alcalde les gustara o no. Y que “Joaquín es un
pendejo”. Quizá se refería al presidente municipal de Coatzacoalcos. Y que los
regidores también. Reaccionó Pepe Chagra y lo encaró. Alto uno, corpulento el
otro, pintaba para función estelar. Intervino medio restaurant y amainó la
tormenta. Luego Andrés Azuela ofreció una disculpa al regidor. Enterado de en
qué concepto lo tiene el joven Azuela, Joaquín Caballero pedirá que entregue la
Expo Feria, que se auditen las finanzas “porque no ha entregado cuentas al
cabildo”. Hay otra de Malacopa. Esa fue con el delegado de la Secretaría de
Educación en el sur de Veracruz, Esteban Lara…