* Yunes Linares, gobernador electo * Pagarán los que saquearon a Veracruz,
dice * El de Duarte, un régimen
corrupto, represor y corruptor * PAN,
primera fuerza; Morena, segunda; PRI, tercera
* Ricardo Orozco, a investigación
* Los chairos del PRI y sus desfogues
* El candidato y su amor en campaña.
Mussio Cárdenas Arellano | 14 junio
de 2016
Tribuna Libre.- Jodido, Javier
Duarte no repliega a Miguel Ángel Yunes. Jodido pues la advertencia va, llevado
ante la ley en breve, postrado ante la justicia, en su futuro la cárcel por el
saqueo a las arcas públicas, por invitar a la violencia a vivir en Veracruz,
por provocar un caos social.
Ya es gobernador
electo Yunes azul y el discurso no varía. Más incisivo, retrata al
desgobernador en la dimensión del rufián que es, líder de un cártel político,
el títere que se corrompió, jefe de una mafia que pudrió las instituciones de
Veracruz.
Suponía Javier
Duarte que el video del cinismo, él a escena —jueves 9—, bastaba para atenuar
la felpa que sufre desde que, de la mano de Fidel Herrera Beltrán, decidió
usurpar el poder y condenar a los veracruzanos al desastre en que sumió a la
entidad, enriquecido él y su runfla, la familia y los amigos, la pandilla y los
violentos, y empobrecidos los pobres, los pensionados, los olvidados, los
enfermos, lo agredidos.
Suponía que la
amenaza velada —el retiro del fuero al gobernador y alcaldes y la precisión de
que el fiscal general es autónomo— mitigarían los afanes justicieros de Yunes
Linares, el amago de cárcel, la persecución que está por venir.
Veracruz, decía el
gordobés, requiere de altura de miras —de las que él carece—, no de
baladronadas ni amenazas —que a él le sobran—, el sollozo por las imputaciones
de ladrón de los bienes públicos, el enriquecimiento que insulta a la sociedad,
las propiedades vía una red de prestanombres, incluida su familia directa y la
familia de su esposa Karime, el agravio a cientos y miles de ciudadanos,
víctimas del levantón policíaco, la represión policíaca, el crimen policíaco.
“Como político y
como Gobernador —refería Javier Duarte—, entendí y respeté en todo momento a
los partidos y a sus candidatos; cumplí con mi responsabilidad institucional de
no interferir en el proceso electoral. Posterior al proceso, he escuchado los
mismos ataques y mentiras usados como arma electoral durante la campaña y ha
continuado la política de acusar sin pruebas, de denostar sin fundamento, y de
agredir e insultar a mi persona y a mi gobierno.
“Una cosa es la
propaganda electorera basada en la infamia y la acusación sin bases, y otra muy
distinta probar los dichos”.
Se declara limpio,
impoluto, del desvío de recursos de que lo acusa Yunes Linares. “Sólo existen
en la mente tortuosa de quien sí tiene denuncias formales por enriquecimiento
ilícito y gravísimos señalamientos por falta de probidad como persona.
“Veracruz
—enfatizaba el desgobernador— no merece ser escenario de peleas callejeras, ni
terreno para venganzas políticas por afrentas imaginarias.
“Cada quien es
responsable de sus acciones y protagonista de su pasado y su presente, y eso
parece olvidarlo quien hoy agrede y vocifera. Hay quienes tienen un pasado de
corrupción y perversiones que tratan de ocultar tras un falso y ridículo
disfraz de vengador justiciero”.
Qué iluso es
Javier Duarte. Usó el discurso equivocado. Ya gobernador electo, frente a
palacio de Gobierno, Yunes azul le dispara dardos y misiles, pincelazos de la
trama policíaca que será lo seguirá hasta el final de su vida política.
Habla Yunes
Linares, candidato del PAN-PRD, frente a su gente, en Plaza Lerdo o Plaza
Regina Martínez, en Xalapa, este domingo 12.
Describe al
gobierno de Javier Duarte como un “régimen autoritario, represor, corrupto y
corruptor que pretendía mantenerse en el poder para que todo siguiera igual.
“Millones que han
sido abandonados a su suerte por gobiernos insensibles, que con vileza
desviaron los recursos destinados a combatir el rezago social.
“Gobiernos
indiferentes a las carencias y al sufrimiento de las mayorías.
“Un régimen que a
golpes de corrupción colapsó nuestro sistema educativo y nuestro sistema de
salud, provocando una auténtica tragedia social.
“En contra de este
régimen votamos, a ellos les dijimos ya no más. Ya basta.
“El voto fue
también una exigencia de honestidad y plena transparencia en la aplicación de
los recursos públicos.
“Votamos para
luchar por quienes hoy viven en el desempleo o con malos salarios.
“Votamos por los
hombres del campo, para sacarlos del olvido y el abandono.
“Votamos por el
futuro de nuestros niños y jóvenes, para que tengan oportunidades, para que no
vivan en la zozobra de una sociedad insegura.
“Votamos por las
mujeres, por millones de mujeres que buscan una vía para apoyar a sus familias.
“Votamos para ser
solidarios con las madres solteras, que deben recibir el apoyo de su gobierno.
“Votamos por los
pensionados y jubilados y por los trabajadores en activo del gobierno para
salvar juntos su institución de seguridad social, que hoy se encuentra en grave
riesgo.
“Votamos por
nuestra Universidad Veracruzana y por todas las instituciones de educación
superior que hoy se encuentran en crisis, para encontrar camino a sus problemas
financieros.
“Es también un
voto para el cambio de nuestro sistema político.
“Votamos por un
Veracruz libre y democrático, donde el gobierno no intervenga, no compita, no
desvíe recursos para apoyar a ningún partido; por un gobierno que no sea parte
en las elecciones.
“Votamos para
tener un poder legislativo autónomo, que responda a los intereses del pueblo y
no a los del gobernador.
“En el mandato que
he recibido de todos ustedes hay una fuerte y clara exigencia de justicia.
“La sociedad
veracruzana ha sido brutalmente agraviada por la impunidad, la complicidad y la
corrupción.
“La impunidad y la
complicidad han potenciado la inseguridad que nos preocupa a todos.
“La corrupción nos
ha llevado a la crisis financiera, a la peor de nuestra historia, y ha
potenciado la desigualdad social, la tragedia social que viven millones de
veracruzanos.
“Quienes han
tenido en sus manos el gobierno y desviaron a sus bolsillos los recursos de los
veracruzanos tienen que pagar las consecuencias.
“Fui electo
Gobernador del Estado de Veracruz para hacer cumplir las leyes, no para
encubrir a quienes las han violado.
“Aplicaré
severamente la ley. Que no quede duda. Quienes se enriquecieron con los
recursos del pueblo veracruzano irán a la cárcel y devolverán lo robado”.
Hay promesa y es
de cárcel, Javier Duarte señalado como la cabeza del cártel político, líder de
la pandilla, del régimen corrupto y corruptor, que reprime y roba, que provocó
el caos social en Veracruz.
Hay respuesta a la
amenaza del desgobernador, creído Javier Duarte que con suprimir el fuero a su
sucesor y esgrimir que “Culín”, alias el fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, es
inamovible, dotado de autonomía, así viole la ley a diario, así fabrique
culpables, Yunes Linares se habría de replegar.
Algo no comprende
el gordobés. Perdió el PRI. Perdió Héctor Yunes. Perdió don Beltrone. Perdió
Javier Duarte, el cártel completo, apabullado por el repudio de todos, los que
le dieron el voto al PAN-PRD y los que se lo concedieron a Morena, unos por
convicción pejista y otros movidos por el aparato duartista y sus
textoservidores.
Su suerte está
echada. Va a enfrentar a Yunes Linares en los tribunales, sin el aparato de
poder, sin el priismo que lo detesta pero ha sido su cómplice omiso, sin la
prensa mercenaria que vapulea a sus enemigos —uno de ellos un columnista de a
300 mil pesos la madriza, pagaderos en casa y en efectivo— y sin el erario a su
alcance.
¿Cómo era? Javier
Duarte, el único amigo veracruzano de Enrique Peña Nieto. Así lo decía,
presumía, asomando apenas su locura. Pues qué amigazo se bota el gober. Lo dejó
morir Peñita en la urna electoral y ni lo pela camino a prisión.
Ya siente el frío
de la soledad. Eso se saca por prometer lo imposible. Tejió el patán tres mentiras
letales: hago ganar al PRI, Veracruz no será gobernado por un Yunes y de ser
necesario triunfa Morena. Perdió el PRI, Yunes Linares será gobernador y Morena
se quedó en la raya.
Nada peor que
verse abandonado por su mafia.
Archivo muerto
Cifras finales:
Miguel Ángel Yunes Linares, de la coalición PAN-PRD, un millón 55 mil 544
votos; Héctor Yunes Landa, de PAN y rémoras, 929 mil 485; MORENA 809 mil 954
votos. Por partidos, sin alianzas, PAN es primera fuerza con 859 mil 278 votos;
Morena segunda con 809 mil 954, y PRI tercera con apenas 689 mil 412 sufragios.
Un caos para el priismo, en picada, en una crisis descomunal por su complicidad
con Javier Duarte, por no haberlo retirado un par de años atrás, por no poner
freno a su locura de poder, por ser omiso ante el abuso, el atropello a la ley,
la violencia, la represión, el robo de los dineros públicos. Si en 2014 Javier
Duarte hubiera dejado el gobierno de Veracruz, Yunes Linares no habría tenido
el discurso carcelario, el que prendió a los votantes, el que polarizó la
contienda, el que lo convirtió en la opción para desterrar a la mafia
fidelista-duartista. Quiso el PRI, Peña Nieto, don Beltrone solapar a Javier
Duarte y hoy son tercera fuerza política, desplomada su votación, y tercera
fuerza también en el Congreso de Veracruz. Lo que es no olfatear a tiempo ni
advertir el caos… Destrozado, reducido a nada, Ricardo Orozco perdió la
diputación local por el distrito 28, el de Minatitlán, no sólo por el repudio
de la sociedad sino por la contracampaña del gremio petrolero, Jorge Wade
González, el menguado cacique de la Sección 10, y us hijo Saúl Wade León, el
alcalde real con cargo de tesorero municipal. Derrochó millones, fue padrino de
todo lo que oliera a votos, usó a los estudiantes del Tecnológico de
Coatzacoalcos como promotores del voto, pervirtiendo la educación profesional
con calificaciones inmerecidas a cambio de inflarle la imagen. Y nada logró. Lo
sepultó la repulsa social, la inquina de Saúl y su papá, pero sobre todo el
escándalo del Itesco, la revuelta de los catedráticos, la dignidad de los
alumnos que se resisten a que su escuela sea usada como arma de corrupción
política. Dice Ricardo Orozco que regresa al Itesco a cobrar facturas. Mejor
que piense a qué exilio irá, pues en la agenda de Miguel Ángel Yunes Linares su
nombre tiene un lugar especial, sus tropelías, los dineros que pasan por la
institución, la falta de ética al conceder títulos universitarios en un pacto
con dirigentes estudiantiles. Nada vale ya Ricardo Orozco, menos su mentor
Flavino Ríos Alvarado, piezas del duartismo a los que les espera un frío y
oscuro futuro judicial… Viles chairos, pero ellos tricolores, los priistas de a
pie comienzan a borrar las huellas de la bajeza. Se regodeaban Alfredo
Longoria, Richie Vera, los Yunes rojillos, posteando y compartiendo las
imputaciones de pederastia, corrupción, vínculos con el Chapo contra Miguel
Ángel Yunes Linares, golpeando a los hijos, beligerantes y con lenguaje
agresivo. Así hasta que el OPLE formalizó la derrota del PRI. Ahora ya no hay
nada, cobardes ante lo que está por venir. Sólo Maye Ánimas, ligada a Marcelo
Montiel, el de la suciedad en la delegación de la Sedesol Federal en Veracruz,
sigue en las mismas. Una de ella: “Metrothida declarándose ganador. Jajajaja.
Jamás asqueroso pederasta, asesino de periodistas, represor y violador. Nunca
serás gobernador de Veracruz. Perdiste y hasta Cuitláhuac con poca carrera
política te rebasó. Aunque te arda!”. Así respondía la marcelista —¿o era por
orden de Marcelo?— al anuncio de Yunes Linares de su triunfo, el 5 junio, a las
6:01 de la tarde, con las encuestas de salida en la mano. Otros chairos
tricolores ya bajaron sus desfogues. En apariencia no están en sus cuentas. Ahí
no se ven pero en el arsenal de Facebook permanecen y con orden judicial serán
parte de las pruebas que el equipo jurídico yunista prepara contra tan
finísimas personas. Hay, sin embargo, impresiones de pantalla que acreditan
cómo se regodeaban mientras insultaban a Yunes azul… ¿Quién es ese candidato a
gobernador y quién es esa periodista que entre evento y evento de campaña, en
el sur, solían vivir un frenesí de amor, el mensaje de whatsapp previo —“donde
siempre, amor”— y el encuentro en las sombras? Dos pistas: él es un padre
ejemplar; ella es de Mina…