*¿Porqué Guadalupe Porras no debe ser magistrada?
*Irregularidades por más de 500 millones
*Ciro Félix Porras ¿condicionó su voto?
Marco Antonio Aguirre
Rodríguez | 08 julio de 2016
Tribuna Libre.- Guadalupe Josephine
Porras David, ha sido una operadora muy eficaz para el fidelato.
Ha movido y
removido piezas para mantenerse en el control político de Minatitlán y sus
alrededores, peleando el poder de todas formas contra el sindicato petrolero,
contra el ahora Secretario de Gobierno, Flavino Ríos, contra todo el que se le
ponga enfrente.
Siempre ha sido
hábil, y mucho, para colocarse, sin importarle sumir o abandonar a quienes la
han apoyado.
Hoy su hijo Ciro
Félix Porras, diputado local, condicionó su voto a favor de las propuestas y
demás que conforman el “paquete de impunidad” para Javier Duarte a un solo
detalle: Que su mamá sea una de las magistradas de la sala anticorrupción.
Pero Guadalupe
Porras es un dechado de corrupción, tanto que incluso el Orfis le hizo
señalamientos por 500 millones de pesos durante su administración como
presidente municipal y esto es tan real que dejó al municipio en bancarrota.
Pero siempre ha
querido lavarse la imagen con cargos donde la honestidad es imprescindible y en
el 2011 se autopostuló para la presidencia de la Comisión Estatal de Derechos
Humanos, pero Fidel Herrera la dejó en la rayita, aún cuando primero le dijo a
Javier Duarte que la apoyase.
Por eso es que
ahora quiere ser magistrada de la sala anticorrupción.
Tiene obsesión
porque se le vea como honesta; pero esa imagen no se gana con los cargos, si no
con la forma en que se ejercen.
En el 2012,
Leopoldo Torres García, alcalde de Minatitlán, obedeció a Fidel Herrera cuando
le dijo que cerrará la promesa de construir el Puente Capoacán-Minatitlán, que
Guadalupe Porras anunció como la gran panacea para sacar los productos
agropecuarios de la zona rural y llevarlos hasta la cabecera municipal para de
ahí distribuirlos.
El puente se iba a
construir en 2010 y para ello entregó 45 millones de pesos a Secort,
constructora, empresa de su yerno Marcos Theurel, quien fue titular de la
Secretaría de Comunicaciones con Fidel Herrera Beltrán y luego alcalde de
Coatzacoalcos.
Guadalupe Porras
inició al lado de Flavino Ríos Alvarado, quien le consiguió una agencia del
ministerio público y luego la impulso para que fuera diputada local, pero lo
abandonó en el 2004, cuando cayó en desgracia a la llegada de Fidel Herrera al
gobierno del estado, quien lo mandó a la banca política porque se le enfrentó
por la candidatura.
Si abandonó a su
padrino político, ¿qué le iba a importar que encarcelaran a su extesorera?.
El 15 de enero de
este 2016 presentaron detenida a Rocío Ricardez Villalobos, quien fue su
tesorera cuando fue presidenta municipal, por una de las múltiples denuncias
presentadas en su contra. Ahí la dejó.
En 2007 Fidel
quiso fracturar la fuerza de Flavino y a la vez aprovecharla, y promovió como
candidata a la presidencia municipal a Guadalupe Porras, quien sin ningún
remordimiento abandonó a Flavino; ahí comenzó a tener más tratos con Marcos
Theurel, quien se llevó como asistente a Guadalupe Félix Porras, hija de
Guadalupe Porras, donde comenzó un romance que después llevó al matrimonio de
la pareja en septiembre de 2010.
Justo cuando el
negocio por la construcción del puente estaba en todo su apogeo.
¿Cosa
circunstancial?.
Después Marcos
Theurel sería alcalde de Coatzacoalcos, precisamente en ese juego de intereses
con Fidel Herrera.
De hecho a Secort
le otorgaron varios contratos desde el gobierno del estado; formalmente la
constructora era manejada por Sergio Cortés de la Cruz, quien fue secretario
particular de Theurel.
¿Casualidades que
tienen la política y los negocios?.
El 17 de agosto de
2010, unos días antes de la boca de Marcos y Lupita, salió la primera
transferencia para la obra, por 30 millones de pesos; Fidel Herrera llegó al
inicio de los trabajos y anunció que el puente se terminaría “en máximo 10
meses”.
Pero el tiempo
pasó y la obra nunca se terminó.
El 22 de
diciembre, 9 días antes de dejar el cargo, Guadalupe Porras ordenó una nueva
transferencia de recursos para Secort por 15 millones de pesos.
No le importó
estar ya confrontada con su cabildo, ni que le fueran a tirar la basura frente
a su casa por no pagar a los transportistas de la CTM que la acarreaban.
Su pleito con
Julio Aldana al cancelarle la concesión para operar el sistema de limpia
pública, terminó costándole al ayuntamiento 300 millones de pesos por daños y
perjuicios.
Pero fueron más,
muchas más las irregularidades, tantas que acumularon 500 millones de pesos.
Las denuncias
contra Guadalupe Porras son muchas, pero no importa, todas están congeladas en
la fiscalía del estado.
Ella es parte
sustancial del fidelato, tanto que a su otra hija, Yossy Juventina, le
consiguió una notaría, la 29, de Minatitlán, la cual le entregó Fidel Herrera
el 15 de octubre de 2010.
El mismo año de
los 45 millones del puente y de otras cosas más.
¿También fue
circunstancial?.
Entonces, con todo
ese historial de corrupción, ¿cómo es que se le ocurrió que podía ser
magistrada de la sala anticorrupción?.
¿Cómo?.
La expectativa al
salir de la presidencia municipal era que su lugar fuera la cárcel, pero en
lugar de ello la nombran titular de la CNOP estatal, órgano filial del PRI, y
luego le dieron la diputación local a Ciro Gonzalo Félix Porras, el mismo
diputado de quien se dice que condicionó su voto a favor del “paquete de
impunidad” para que su mamá fuera magistrada de la sala especializada en
combate a la corrupción.
Primero que
Guadalupe Porras salde todas las cuentas que tiene pendiente y luego que aspire
a un puesto de este tipo.
Y Javier Duarte
¿está tan desesperado por quedar blindado que no le importa poner figuras tan
cuestionadas?.
Ni un mínimo de discreción,
siquiera.
(Los documentos
que muestran los pagos a Secort los puede ver en http://goo.gl/Xhwbpt
)