* 44
familiares y amigos al SAT * Acepta que
es auditado * “Estoy limpio” * Atrapado y sin salida * Un gobernador priista se va * Los Yunes también se amparan * Conagua: las primeras transas * Tumba delegado más de 20 contratos * Minatitlán: Nicolás contra Nicolás * Le buscan relevo a Lezek en el DIF
Mussio Cárdenas Arellano |
27 agosto
de 2016
Tribuna Libre.- Lastre para el PRI, lastre para Veracruz,
Javier Duarte también arrastra a los suyos: a doña Cecilia, su mamá, y a Karime,
su esposa, a la cuñada y al concuño, los hermanos y los primos, sus amigos y
cómplices, implicados todos en denuncias por enriquecimiento, simulación,
lavado de dinero y evasión fiscal.
Así vive sus últimos días el gobernador. Así
vive su tragedia, enfrentado al embate del ex “presunto” gobernador electo,
Miguel Ángel Yunes Linares, cuya promesa de cárcel va tomando forma con las
acciones del Servicio de Administración Tributaria que en la víspera había
revelado que la auditoría va.
Cede y lo admite el gobernador de Veracruz.
Lo audita el SAT. Cede y abunda en el espinoso tema del origen de su fortuna,
las mansiones que detenta en México, Estados Unidos y España, vía prestanombres
que resultan ser los parientes y los socios, su sangre y sus afectos.
Son 44 y están en la mira del SAT.
Sabíase que sus allegados son la clave del
desvío de recursos con que construyó una fortuna insultante en mansiones,
departamentos, ranchos, penthouse, yates, empresas e inversiones de origen
turbio.
Sabíase todo pero no el número de implicados.
Fue Javier Duarte quien reveló que son 44 personajes a los que investiga el
SAT, entre ellos su mamá, María Cecilia de Ochoa Guasti, su esposa Karime
Macías Tubilla, su cuñada Mónica Macías, su concuño José Armando Rodríguez Ayache,
y su primo político Jorge Fernando Ramírez Tubilla.
Van en la lista Moisés Mansur Cysneiros, José
Antonio Chara Mansur Beltrán, José Bandín y su esposa Mónica Babayan Canal; el
diputado Edgar Spinoso y su esposa Elvia Carlota Besil; el alcalde de Alvarado,
Octavio Ruiz Barroso, y su esposa Marliz Platas. Y decenas más.
Decía Aristóteles Núñez, titular del Servicio
de Administración Tributaria, que de los cinco gobernadores auditados, uno de
ellos es Javier Duarte. Revelaba su nombre en entrevista con Ciro Gómez Leyva
en Radio Fórmula, sin aportar la identidad de los otros cuatro mandatarios.
¿Por qué? ¿Por qué balcones a Javier Duarte y a los otros no?
Pone en la mira a Javier Duarte y tácitamente
lo exhibe, lo señala, lo evidencia. Parte Aristóteles de la denuncia que
interpuso el ex “presunto” gobernador electo, Miguel Ángel Yunes, sustentada en
una investigación de tres años, con documentos notariales certificados,
transferencias bancarias, certificaciones en registros de la propiedad.
Implica el caso a 44 allegados, entre
parientes y amigos, que habrían servido para invertir 3 mil millones de pesos
en propiedades: el rancho de Valle de Bravo, el penthouse de Zihuatanejo, el
edificio en las Lomas de Chapultepec, una oficina en Polanco, las mansiones de
Woodlands, el hotel y mansión de Madrid. Y muchas más.
Hacía tres semanas —agosto 2—, Javier Duarte
destazaba al ex “presunto” gobernador electo con epítetos de alto registro,
acusando a Yunes Linares en la PGR de enriquecimiento ilícito.
“El señor es un hampón —recetaba el
gobernador—, es un delincuente, es un gánster, no tiene legitimidad, no tiene
calidad moral, lo que diga tiene el mismo valor como si lo declarara el Chapo
Guzmán, y no me refiero a su rémora que tiene en el Congreso, me refiero al
narcotraficante que dejó salir de la cárcel, así de simple”.
Inútil la maniobra pues no evitó que el SAT
lo trabara.
Aristóteles Núñez reveló, el miércoles 24,
que Javier Duarte está siendo auditado. Una semana antes el gobernador de
Veracruz había sido notificado del procedimiento fiscal. Y guardó silencio.
No llama “hampón” a Aristóteles por hacerle
sentir el peso del SAT. No le dice “gángster” ni “delincuente”. A él no.
Su discurso es lágrima. Le duele, dice, que
hasta a doña Cecilia, su mamá, la requiera el SAT. Y a otros 43 familiares y
allegados, la red de prestanombres a la que aludía Yunes azul cuando le
enderezó la denuncia ante la Fiscalía General de Veracruz, congelada por
órdenes de “Culín”, alias el fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, y que debió
activar con un amparo, y las que se ventilan en la Secretaría de Hacienda por
lavado de dinero y evasión fiscal.
Todo un histrión, presume el gordobés que el
que nada debe nada teme. Le decía a Ciro Gómez Leyva, el jueves 25, que está tranquilo,
que nada tiene que ocultar, que enfrenta la “locura” y “falsedad” de Yunes
Linares.
Eso se llama imaginación. Hila frases, todas
inservibles. Repite el discurso. Brinca del ánimo a la victimización. Y el
delito ahí sigue.
Bordea ya los patios de la prisión, y lo
sabe. Sus bienes son nada comparados con la fortuna descomunal de parientes y
amigos, todo construido desde los días en que Fidel Herrera, su maestro,
padrino e impulsor, lo sentó en el área financiera del gobierno de Veracruz, el
botín en sus manos.
Era subsecretario de Finanzas y ya despedía
tufo a bienes malhabidos, uno de ellos el que denunció Alberto Loret de Mola,
que se pagó con efectivo, que transformó en cosa de días como sólo lo haría un
magnate.
Llegó a secretario de Finanzas y fue peor.
Alcanzó el gobierno, en 2010, con un fraude insultante, apropiándose de los
programas federales, y ese fue el clímax. De ahí al enriquecimiento sólo había
un paso.
Dícese limpio el desgobernador de Veracruz.
Falso. Sus 44 prestanombres deben justificar cómo forjaron una fortuna en
tiempo récord y por qué algunos de los bienes los usa y habita Javier Duarte,
no ellos, como acreditan decenas de testigos.
Habla y exhibe miseria moral, la falsedad en
sus labios, el rollo para engañar. Simula que nada lo arredra, víctima, una vez
más y siempre, de Yunes azul, dolido porque los parientes tienen que
comparecer.
Lo resume Notiver, el periódico contra el que
enfiló su carga en los días en que aún detentaba poder, cuya edición del jueves
25 enfatiza sobre los 44 señalados, parientes y amigos, imputados de ser
prestanombres del gordobés.
“El gobernador de Veracruz, Javier Duarte de
Ochoa confirmó que él y 44 de sus parientes están siendo investigados por el
Sistema de Administración Tributaria (SAT), derivado de una denuncia en su
contra por enriquecimiento ilícito.
“Afirmó que cuenta con 15 días para presentar
información fiscal de ingresos, egresos y pago de impuesto de los años 2012,
2013 y 2014.
“En entrevista para Radio Fórmula en el
noticiero de Ciro Gómez Leyva se dijo tranquilo y abundó: ‘El que nada debe,
nada teme, no tengo nada que ocultar, soy el primer interesado de que la
autoridad fiscal, en este caso el SAT, investigue puntualmente’.
“Detalló que entre esas 44 personas se
encuentran su mamá, su esposa, personas allegadas a él, sin embargo se
encuentran muy tranquilos porque son los primeros interesados en poder
demostrar que no existe ningún elementos de conducta ilícita”.
Y de Yunes Linares apunta:
“‘En su locura y en su falsedad, denunció a
44 personas, a todas (se les va a requerir), porque a la Procuraduría General de
la República y la Fiscalía General del Estado, dio vista al SAT para que pueda
contestar el SAT, investigar la situación fiscal de estas personas’, indicó el
mandatario estatal.
“Javier Duarte, precisó que él también
presentó una denuncia basada en documentos públicos, en datos oficiales
emanados del registro público, en donde demuestra el enriquecimiento ilícito de
Yunes y solicita que se le diera vista al SAT, por lo que estará al pendiente
de la investigación para que sean medidos con la misma vara.
“Sin embargo, también dijo que derivado de
las denuncias interpuestas en su contra por enriquecimiento ilícito, ‘es mejor
que todo esto se aclare, que todas estas circunstancias de denuncias y que
tienen como objetivo generar escándalo, por ello quiero aclarar todo y pueda
demostrar a la opinión pública, a los veracruzano y las autoridades que no
tengo nada que esconder, que estoy limpio’ ”.
Ni tan limpio. Arrastra en su aventura a 44
allegados sobre los que pesa la sospecha de que le sirvieron para encubrir la
compra de mansiones en México y el extranjero, con súbitas fortunas de dudoso o
inexplicable origen.
Son, pues, los últimos días de Javier Duarte,
acosado por el PRI que lo quiere expulsar, desdeñado por Enrique Peña Nieto que
no quiere ni ver, repudiado por medio Veracruz que lo ha tenido que sufrir.
Ni lo duartistas saben si concluirá su
gestión. Lo agobian las denuncias, el robo de los dineros públicos, la
parálisis financiera del gobierno de Veracruz, la deuda descomunal, la caída en
la calificación crediticia, la oleada de violencia con secuestros, ejecuciones
y sangre. Son los últimos días de Javier Duarte.
Y son los peores.
Archivo
muerto
Un gobernador, del PRI, acusado de todo, en
plena debacle, pedirá licencia en cosa de horas. Lo anticipa Joaquín
López-Dóriga en su columna En Privado, de Milenio, donde advierte lo que parece
inminente para los mandatarios que en las últimas semanas han estado en el
centro del escándalo. “No se extrañe que en estos días un gobernador priista
pida licencia para facilitar las investigaciones en su contra”, refiere el ex
titular del Noticiero de Televisa. ¿Será Javier Duarte, gobernador de Veracruz?
¿Será César Duarte, de Chihuahua? ¿Será Roberto Borge, de Quintana Roo? ¿O se
refiere a otros gobernadores que nada tienen que ver con las derrotas
electorales sufridas por el PRI en la elección del 5 de junio? En cosa de horas
se sabrá… Los Yunes también se amparan. Lo hace Miguel Ángel Yunes Márquez, no
contra orden de aprehensión sino para obligar a la Fiscalía de Veracruz a
admitir las pruebas con las que enfrenta la denuncia por enriquecimiento
ilícito que le endilgó la pandilla duartista, entre ellas la evidencia del
origen de los recursos con los que construyó su mansión en El Estero, municipio
de Alvarado. Dice el alcalde de Boca del Río: “Yo no me amparé contra una
detención, como ellos lo hicieron. Yo me amparé porque no me querían recibir la
información para yo poderme defender. Eso es lo que me concedió un juez: el
derecho para que yo presente toda la información para yo poderme defender”…
Llegando y golpeando. Tumba contratos Marco Antonio Parra Cota, relevo de Iván
Hillman Chapoy en la Comisión Nacional del Agua en Veracruz, ya asignados, ya
subidos en Compranet. Son más de 20 compañías afectadas que amagan con acudir a
los tribunales. Así, Parra Cota le abre espacio a sus empresas afines, las que
trae en su agenda porque a fin de cuentas Conagua es un negocio de muchos
ceros. No en balde fue tácitamente echado de la delegación de Conagua en
Tabasco, acusado de lucrar con los recursos para realizar obras hidráulicas
tras las inundaciones que devastaron el territorio tabasqueño y provocaron
gravísimas pérdidas a la población… Un Nicolás, de izquierda, se perfila como
candidato de Morena a la alcaldía de Minatitlán. Es Nicolás Reyes Álvarez, ex
líder azufrero, aguerrido, que destroncó el cacicazgo sindical y enfrentó a los
hijos del extinto dirigente de la CTM, Fidel Velázquez, quienes hicieron de la
Azufrera Panamericana un jugoso y millonario negocio. Otro Nicolás,
constructor, sin partido, se encuentra en la mira de la coalición PAN-PRD para
ser el próximo presidente municipal de Minatitlán. Es Nicolás Ruiz Rosete, ex
síndico, con amplio trabajo social y estructura, asediado por el clan Wade
—Jorge, el padre, y Saúl, l’enfant terrible, tesorero y alcalde real— que lo
ven como su mayor adversario. Si el PAN no cacha a Ruiz Rosete y si sigue en la
cima de las encuestas, hasta Morena lo haría su candidato… Insostenible el
clima de tensión en el DIF de Coatzacoalcos. De milagro se mantiene Lezek Lira
como encargado de despacho, tras el permiso y no regreso de Jesús Moreno
Delgado, zafado de la dirección con la encomienda de ir a operar votos en el
distrito 30 para el fallido candidato del PRI al gobierno de Veracruz, Héctor
Yunes Landa. Se han ido también sus más allegados en una purga de marcelistas y
antimarcelistas, echados por el alcalde Joaquín Caballero Rosiñol que
finalmente rompe con sus aliados. Jesús Moreno le sirvió para desgastar a
Víctor Rodríguez Gallegos, frustrado aspirante a diputado federal, al que con
una división interna lo disminuyeron, y luego candidato derrotado cuando
pretendió ser diputado local por Coatzacoalcos Urbano. Después el alcalde le
aplicó la política del Kleenex, usado y tirado a la basura. Ya le buscan relevo
a Lezek Lira por ser pieza de Jesús Moreno para dar paso al clan joaquinista.
¿Acaso Nataly Reyna Toledo, actual directora de Educación?…