* Duartistas interrogados
* La expulsión del PRI no basta *
Son “dimes y diretes”, se mofa * Show
mediático: PAN * Natalia Callejas burla
a contratistas * Negocio con proyectos
de obra * Víctor Rodríguez no firmó el desplegado * 2016, año funesto para el comercio * A la congeladora, chofer del alcalde
Mussio Cárdenas Arellano | 30 septiembre de 2016
Tribuna Libre.- Se mofa Javier Duarte del
show priista, su expulsión avanzando, el montaje con el que el PRI simula
combatir la corrupción. Ríe y bromea, ignorando el mensaje presidencial. Son
“grillas, dichos, dimes y diretes”, acusa con sorna viendo a Los Pinos.
Ríe más la PGR. Ya le
invadió el palacio de gobierno en Xalapa y ahora va por sus funcionarios, los
implicados en la denuncia que activó todo, la embestida de su verdugo y
sucesor, Miguel Ángel Yunes Linares, que sacude las estructuras duartistas, los
enclaves de poder, y la de las empresas fantasma que documentó el portal Animal
Político.
Esos no son “dimes y
diretes”. Es acción judicial por el enriquecimiento ilícito, la red de
prestanombres, los 3 mil millones de pesos o más desviados, por la malversación
de los recursos de origen federal.
Es la PGR hurgando en el
feudo duartista, armando el caso que lo lleve a juicio y de ahí a prisión.
Indaga por cada peso que pasó por las manos sucias del gordobés, convertidas a
la postre en mansiones en Woodlands, Texas; Maricopa o Miami; en Barcelona o
Bilbao; en Valle de Bravo o Ixtapa-Zihuatanejo, o en Las Lomas, Polanco o
Mazarik.
Decía Javier Duarte que lo
suyo es convertir a Veracruz en una economía sólida, sacarla del top ten de los
estancados, hacerla brillar.
Es, como Dondald Trump, su
relación “informal con la verdad” pues la inversión que presume se esfumó donde
la violencia comenzó a imperar, donde los cárteles comenzaron a cogobernar con
alcaldes y con el mismo gobernador.
Sofista puro, engañador con
verdades huecas, Javier Duarte no es víctima sino tirano en el saqueo a Veracruz,
en la espiral de violencia, en la desbordante corrupción perpetrada por su
pandilla y en la quiebra financiera.
Le cobra el PRI la derrota
por la gubernatura, atribuyendo que fue su imagen deplorable y la repulsa
social lo que provocó el voto de castigo. Lo asedia la Procuraduría General de
la República (PGR) sobre la base de la denuncia de Yunes azul, documentada la
ruta del dinero, la salida de los millones de las arcas del gobierno, el lavado
y la compra de mansiones, y la red de empresas fachada que Animal Político
reveló, investigadas por el Servicio de Administración Tributaria.
Precisa el gobernador que lo
del PRI, la suspensión de sus derechos partidistas como paso previo a su
expulsión es show.
“Cuando mucho nos distrae la
agenda de la política —agrega—, de las grillas, de los dichos, de los dimes y
diretes, nosotros respondemos con trabajo, con resultados, y respondemos con
agenda seria (…) Lo otro queda en el anecdotario”.
No en el anecdotario de la
PGR ni en la agenda del presidente Enrique Peña Nieto.
¿Qué se comió Javier Duarte?
No se sabe. Quizá 50 mil millones de pesos de origen federal, que malversó,
desvió, por los que la Auditoría Superior de la Federación también presentó
denuncia penal.
Más cínico que ingenuo,
desdeña las acciones del PRI con soberbia y burla. Celebra también que la PGR
actúe y documente que él está limpio.
En respuesta, actúa de nuevo
la Procuraduría General de la República —primero fue una diligencia y este
martes 27 interroga a cuatro funcionarios duartistas, entre ellos el contralor
Ricardo García Guzmán y el secretario de Infraestructura y Obras Públicas, ex
titular de Finanzas, Tomás Ruiz González.
Va por el ellos a la
Secretaría de Finanzas y Planeación y ahí cuestiona su rol en el saqueo, si es
que lo tuvieron, si es que supieron y callaron, lo que equivale a complicidad.
Jair García, en La Jornada
Veracruz, lo describe a detalle:
“Agentes federales de la
Procuraduría General de la República (PGR), respaldados por policías de la
Agencia de Investigación Criminal interrogaron y tomaron la declaración del
contralor general del estado, Ricardo García Guzmán; del secretario de
Infraestructura y Obras Públicas, Tomás Ruiz González; del procurador fiscal,
Javier Yáñez Vázquez y del tesorero Arnulfo García Fragoso.
“De manera sorpresiva, la
mañana del martes los dos funcionarios de despacho fueron visitados por los
agentes de la PGR, quienes les pidieron trasladarse a las oficinas de la
Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), donde se hicieron diversas
diligencias como parte de las denuncias que existen contra el gobierno de
Veracruz por el desvío de recursos de más de 35 mil millones de pesos, e
igualmente trascendió, relacionadas con las denuncias existentes contra el
gobernador Javier Duarte de Ochoa por los delitos de desvío de recursos,
enriquecimiento ilícito y uso indebido de funciones.
“El primero en recibir la
visita de los agentes federales fue el titular de la SIOP, Tomás Ruiz González,
quien llegó alrededor de las dos de la tarde a la Sefiplan acompañado de los
policías de la Agencia de Investigación Criminal para realizar diversas
diligencias, particularmente en el área de la Tesorería.
“Luego de alrededor de una
hora, Tomás Ruiz González pudo salir de esa oficina y continuar con sus actividades,
de acuerdo con las versiones de los propios empleados de la Sefiplan que se
vieron sorprendidos por el operativo montado por la PGR en esa dependencia.
“El segundo funcionario que
recibió la visita de los agentes federales fue el titular de la Contraloría
General del Estado (CGE), Ricardo García Guzmán, quien prácticamente fue sacado
de su oficina, donde se encontraba laborando con normalidad.
“Ahí, llegaron los elementos
de la Agencia de Investigación Criminal fuertemente armados y tras reportar su
ingreso a Palacio de Gobierno, el secretario de Gobierno, Flavino Ríos
Alvarado, intentó recibirlos y hacerlos pasar a su despacho, pero le informaron
que no venían a una visita de cortesía, sino que tenían la encomienda de
pedirle al contralor que los acompañara a las oficinas de la Sefiplan.
“De esta forma, los agentes
federales ingresaron a la oficina de la CGE y luego de unos cuantos minutos, el
contralor Ricardo García Guzmán salió junto a ellos y los acompañó a la
Secretaría de Finanzas y Planeación, donde ya lo esperaban agentes del
Ministerio Público (MP) Federal para hacer una intervención en la Procuraduría
Fiscal”.
Punto clave, crucial, es la
Procuraduría Fiscal. Por ahí pasó su primo político, Jorge Fernando Ramírez
Tubilla, primo hermano de la esposa del gobernador, Karime Macías Tubilla e
hijo del abogado Jorge Ramírez Perez, señalados todos en la compra de una casa
en Maricopa, Arizona, Estados Unidos.
“Apenas por la mañana
—agrega Jair García—, el contralor Ricardo García se jactaba de no tener miedo
por las denuncias en curso, pues aseguraba que él no cometió ninguna
irregularidad, sin embargo recibió el mismo trato como si fuera parte de los
funcionarios investigados.
“Fue hasta cerca de las
siete de la noche que concluyeron las diligencias en el área de la Procuraduría
Fiscal de la Sefiplan, e incluso al personal se le pidió que ya no regresara a
trabajar.
“Por ello, se pudo observar
afuera de la oficina del procurador fiscal como se encontraban algunos
elementos policíacos de la Agencia de Investigación Criminal resguardando a los
elementos federales que se encontraban haciendo el interrogatorio a
funcionarios estatales.
“En esta diligencia, el
titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación, Antonio Gómez Pelegrín, no
fue requerido y únicamente fue informado sobre la presencia de personal de la
PGR.
“Trascendió que otros ex
funcionarios que igualmente fueron requeridos y buscados para tener su
declaración fueron el ex titular de la Sefiplan y actual delegado del Banco
Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), Salvador Manzur Díaz, quien
incluso se encuentra amparado para no ser molestado por la PGR; de igual forma
el ex delegado de la Secretaría de Economía (SE), José Antonio Mansur”.
No es algo menor. Lleva filo
la acción de la PGR, tocando las puertas del gobierno duartista, pertrechada
con policías de la Agencia de Investigación Criminal, como lo hiciera el día
que en palacio de gobierno abordó al secretario Flavino Ríos.
Lo del PRI es montaje y
farsa, simulación de combate a la corrupción.
Lo de la PGR es aviso que la
cárcel les espera.
Hace mofa Javier Duarte
viendo hacia Los Pinos y Los Pinos aprieta, vía la PGR, sobre la denuncia
penal.
No basta la expulsión del
PRI. Merece cárcel.
Archivo muerto
Acusa el PAN que entre el
PRI de Enrique Ochoa Reza y Javier Duarte hay un montaje, una pantalla
mediática. Su expulsión es una falacia para simular que el priismo combate la
corrupción: “Si bien, el que le hayan impuesto la suspensión de sus derechos
partidarios porque sospechan que es un corrupto y transgresor de la ley, es una
medida insuficiente ante el cúmulo de irregularidades registradas en el
ejercicio público y administración del erario de una de las entidades más
endeudadas a nivel nacional”. Agrega en su posicionamiento: “En el PAN no
necesitamos más pruebas para afirmar que Javier Duarte ha encabezado el sexenio
más corrupto en la historia de Veracruz, herencia de su mentor Fidel Herrera”.
Veracruz —dice el comunicado panista— es el ejemplo de lo que puede hacer un
grupo de delincuentes para beneficiarse y enriquecerse a costa del hambre, la
salud y la seguridad de los veracruzanos. “Veracruz —sentencia— ha estado, los
últimos 12 años, en manos de un grupo de políticos que han actuado como
hampones, es decir, como integrantes de una organización criminal”. Y resume:
“Ahora, la medida asumida por el PRI se mira más como protección a uno de sus
integrantes que una sanción encaminada a aplicar la ley y la justicia”… Rapaz,
Natalia Callejas se lleva lo último que hay en el presupuesto de Espacios
Educativos. Su treta es asignar obras para construir aulas, que el contratista
realice el proyecto, lo entregue y sea validado. Luego dice que la lista de
obras se modifica y el contratista deberá realizar nuevos proyectos de obra.
Revende así los proyectos al contratista que ejecutará finalmente los trabajos.
O sea, coyotea la señora Callejas en los últimos días del duartismo… Otro que
se deslinda de Javier Duarte es Víctor Rodríguez Gallegos, líder estatal del
Movimiento Territorial del PRI. Su nombre aparece en el desplegado en que
dirigentes priistas enfrentan al dirigente nacional, Enrique Ochoa Reza,
solidarios con el gordobés. No suscribió el documento ni es suicida para
desafiar a Peña Nieto y al dirigente nacional. Se indigna pero se doblega,
imaginando el ex candidato a la diputación local, marcelista puro, que la
lengua de Javier Duarte aún es letal, que si abre la boca devela secretos
oscuros y pecados del priismo, el financiamiento subterráneo. Mejor callar… Funesto
el 2016. Para olvidar este año en que los comerciantes se fueron a pique, a la
quiebra, al cierre de sus negocios. Dice el líder de la Canaco en
Coatzacoalcos, Eduardo Campos, que llegan 100 franquicias pero han cerrado otro
tanto de restaurantes. No hace poco, hablaba la Canaco de más de 200 comercios
que bajaron la cortina, con su consabido despido de personal. Igual andan los
hoteleros, arrastrando la cobija, sin huéspedes ni eventos especiales. No se
mueven los ayuntamientos, no realizan obra pública. Permanecen sin planes y ni
proyectos que signifiquen una derrama económica que fomente y proteja la
generación de empleos… Un tiempo, para que aterrice, se va a la congeladora el
chofer incómodo del alcalde. Lo bajaron del auto, con ánimo de que se enfríe, y
ahora Isaac Hernández Galicia pasó a ser el mandadero oficial. Unos días se le
vio gris, sin ínfulas ni alarde, a distancia de Joaquín Caballero, en cuya casa
solía estacionar los cinco o seis vehículos que presumía eran de su propiedad,
y que servían para la reventa del autos. Nadie conoce tan a fondo los secretos
del alcalde de Coatzacoalcos, sus idas y vueltas, la agenda del edil, como
Isaac…