Gracias por el muro señor Trump
José Luis Camba Arriola (*)| 30 enero de 2017
Tribuna Libre.- Nuestros políticos se la
pasan lloriqueando por las cosas que hace el señor Trump. La última, el muro
fronterizo. Puerilmente, amenazan con levantarse de la mesa de negociaciones
del NAFTA si continúa con sus planes de construcción. Uy, ¡qué miedo! A ver, si
el que dijo que no quería el Tratado fue el propio Trump, de verdad ¿alguien
cree que le van a hacer manita de puerco con eso? En serio que harta escuchar
tanta estulticia.
Hace años escribí que el
trabajo de los gringos era cuidar la frontera de su lado y la de los mexicanos,
del nuestro. ¿No se supone que la gran cantidad de armas que tienen los
criminales entran clandestinamente a México? ¡Pues bienvenido el muro! Para que
no entren. Hasta puede verse como un acto de cooperación contra el matadero en
que se ha convertido este país. Con el muro construido, sólo por las aduanas
van a seguir pasando armamento.
Dice el señor Peña o quien
quiera que le escriba los discursos, que hay que tender puentes. Pues a
construirlos. Para que las personas crucen ordenadamente. ¿Qué le molesta? Que
la bola de jodidos que se producen sexenio tras sexenio, Partido tras Partido no
puedan buscarse la vida en EE.UU. Pues a trabajar para que no tengan que
emigrar. Para que no estén tan fregados que no les quede más que abandonar su
país. México tiene casi los mismos años de ser país independiente que nuestro
vecino. Incluso, teníamos más territorio que ellos. ¿Por qué seguimos estando
tan mal? Ya no digo que los políticos hagan algo para que mejoremos. Conque no
estorben es suficiente. Ojalá tuviéramos un Presidente que hiciera para México
lo que Trump quiere para su país. Un Presidente que haya tenido que producir
dinero con negocios propios para que no necesite el cargo para robar y con
huevos para mandar a la chingada a los lambiscones.
Que no hay Tratado de Libre
Comercio. Perfecto. Ese tratado se negoció en lo obscurito entre los que se
beneficiarían de su existencia. O es que ¿ahora somos más prósperos que antes?
No. Ahora, tal como durante la Segunda Guerra Mundial en que tuvimos que
progresar para sustituir las importaciones que dejamos de recibir; debemos
aprovechar la oportunidad de que papito americano deje de darnos de tragar para
madurar y convertirnos en adultos responsables de nosotros. Ya basta de ser
hijos de papi y depender de otros. ¡Bienvenido el muro! Con él, México empieza
y termina en algún lado. Con él, ya no podrán culpar a otros de lo que nos
pase.
Negociar con dignidad. ¿Cómo
van a conseguirlo estando en el suelo viendo de abajo para arriba? Dejen de
negociar y pónganse a trabajar. ¿Que nos va a costar trabajo y penurias? Claro,
lo mismo que a cualquiera que se independiza de otro. Primero cuesta, pero
cuando se consigue, jamás se quiere regresar a depender de nadie. Eso es
dignidad. Se gana con esfuerzo y ganas de ser único.
Ya está bueno de ser
cobardes. ¡Bienvenido el muro!
(*) Sociólogo y politólogo