Amenaza
el gobernador a alcaldes electos con mayor inseguridad
Héctor
Yunes Landa | 18 diciembre de 2017
Tribuna Libre.- En materia de seguridad, las autoridades del
estado deben pensar en proteger a los ciudadanos y garantizar justicia a las
víctimas, antes que en los votos electorales que pudieran haber perdido a causa
de la violencia.
La crisis de seguridad pública que enfrenta
Veracruz se ha visto agravada por la incapacidad institucional, la falta de
estrategia operativa y porque el gobierno de Miguel Ángel Yunes sólo está
pensando en las próximas elecciones.
Hace unos días, el Gobernador propuso la
recomposición de 23 policías municipales, en lugares donde estas habrían
desaparecido a causa de la evidente corrupción y el vínculo de sus elementos
con la delincuencia organizada. Sin embargo, de manera unilateral, estableció
como plazo el próximo primero de enero para que empiecen a funcionar nuevamente
Los veracruzanos han padecido el peor
gobierno de la historia en materia de seguridad; se siguen registrando
homicidios, secuestros y ejecuciones todos los días. Pero el Gobernador en
lugar de buscar una solución eficaz, intenta delegar su responsabilidad,
involucrando a 23 gobiernos municipales que no están preparados aún para asumir
el mando de la policía municipal. Pretende que el costo político de la
inseguridad se reparta. Está pensando en los votantes, no en las víctimas.
La amenaza hecha por el mandatario estatal a
los presidentes municipales de Poza Rica, Xalapa, Minatitlán y Coatzacoalcos,
en el sentido de que si antes del 31 de diciembre no solicitan el apoyo a las
fuerzas armadas y a las fuerzas estatales de seguridad pública, “a partir del
primer minuto del primero de enero, se harán cargo de la seguridad en esos
cuatro municipios”, pone en grave riesgo a la población.
Una vez más está mostrando su incongruencia,
ya que mientras pide que la Marina y el Ejército continúen con sus labores en
Veracruz, amenaza a los presidentes municipales electos con dejarlos sin
policías. No debe ignorar que serán los ciudadanos los que estén a merced de
los delincuentes y no las autoridades, por lo que el conflicto político tendrá
un alto costo social.
Si en ciudades como Poza Rica o
Coatzacoalcos, donde hay presencia de la Marina, el Ejército, la Policía
militar, la Gendarmería y hasta la policía estatal, no se ha logrado contener
la ola de violencia, abandonar a la autoridad municipal es un acto temerario e
irresponsable. No está haciendo un llamado al diálogo, está haciendo un llamado
a la delincuencia y la impunidad.
Este diferendo en materia de seguridad, es
apenas un ejemplo del acecho y la persecución que ejercerá en contra de los
gobiernos municipales que intenten ejercer su autonomía y representen un
contrapeso real a su administración.
Y mientras esto sucede, la mayor parte del
presupuesto estatal en materia de seguridad pública ha sido destinada a la zona
conurbada de Veracruz y Boca del Río, donde gobiernan y lo harán a partir de
enero, sus familiares directos. Nuevas patrullas, más elementos, un nuevo
sistema de video vigilancia y la tecnología para la operación de un C5 han sido
dispuestos para esta zona.
Miguel Ángel Yunes Intenta mostrar que estas
ciudades son más seguras gracias al gobierno municipal, en detrimento del resto
de los Ayuntamientos del estado, donde no hay agentes, vehículos ni las
condiciones mínimas para que opere la policía. Pero tampoco eso lo ha logrado.
En Boca del Río han sido asesinados más de quince taxistas en los últimos dos
meses.
El argumento de que el 40 por ciento de los
policías estatales realizan las tareas de la policía en estos 23 municipios
carece de sustento. Son policías que actúan como policías en zonas de alta
incidencia delictiva. No están haciendo tareas administrativas, por tanto,
cumplen con su función en un modelo de coordinación que está previsto en la
ley. O ¿acaso las fuerzas federales no están realizando tareas de la policía
estatal?
Las policías intermunicipales que fueron
creadas cuando fue Secretario de Gobierno, fueron las mismas que terminaron
coludidas con el crimen. Se ha demostrado a nivel nacional, que la mayoría de
los Ayuntamientos no tienen la fuerza institucional para hacerse cargo de la
policía. Su improvisación nos va a costar caro a los veracruzanos.
Por todo lo anterior, está clara la amenaza
del gobernador en contra de los alcaldes electos que no acepten comerse el
impresionante desprestigio que Miguel Ángel Yunes ha acumulado en apenas doce
meses y medio de su desgobierno.
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